Todos saben lo que paso aquí y siempre lo hemos sabido; no hace falta hacer conjeturas cuando un mínimo de pensamiento nos da, que el diez por ciento que viene de lucha constante se les olvido la predica de los combatientes revolucionarios, se durmieron en puestos burocráticos, donde la contrarrevolución los a puesto con la intención que olviden sus responsabilidades, reposando en sillas de directores que les dan comodidad y los aparta poco a poco de la lucha diaria, de la búsqueda del patrullero para ayudar en la formación de una cantidad de elementos proporcionados por vicios burgueses impuestos por los enemigos del pueblo con el fin de obtener lo que hoy están disfrutando y a la vez penetrando los cimientos del proceso.
Todos hoy vamos a buscar excusas innecesarias, pero este resultado 23N estaba a la vista, bastaba con que te pasearas por una marcha convocada por nuestros partidos, todo estaba relacionado con la cuantificación y la logística, un negocio bastante lucrativo para algún comerciante que lo menos que se puede decir es que es revolucionario; por otro lado las consignas sin contenido, en las tarimas no había un mensaje a la conciencia y cuando estaba se diluía en saltos y brincos sin sentido, se notaba la obligatoriedad con que manifestaban un miedo por perder un puesto de funcionario que a la larga nunca se pierde porque forma parte de la burocracia.
No se puede hacer revolución con borregos, la cuerda se revienta y se corre el riesgo de tener esta vivencia que nos tiene hoy asiendo análisis de mentira, cuando sabemos que el fondo es que una revolución se hace con revolucionarios y es la única forma de tener fortaleza de lo contrario el enemigo siempre va a estar dentro de casa.
Cuando los sueños se extienden más haya de lo posible, la razón empieza a reclamar derechos de vida que estamos alimentando con fantasías para mañana dejar de ser historia.
No hay futuro con un presente inestable, todo lo propuesto depende de la suerte, lo tangible se esconde de lo posible y una cantidad de propuestas se quedan en la gaveta de algún desinteresado que tiene cara de convencer a sus semejantes de la capacidad para hacer cosas que no cumplen porque contradicen su esencia verdadera.
Ante de la próxima elección no hay tiempo enderezar todo el entuerto de tantos años, pero si de empezar, para que más temprano que tarde se note la intención y la esperanza que pronto veremos resultados.
En este contexto hoy más que nunca cuando la arremetida golpista prepara sus garras para arrebatarnos lo que hemos logrado, tiene vigencia la consigna del Che Guevara, PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
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