Hablar de la clase media como un todo homogéneo es como pretender hablar de mamíferos como si los elefantes y los perros salchicha fueran una misma cosa. Por eso me preocupó cuando mi presi, el lunes pasado, habló de la derrota de Petare atribuyendo la culpa a esa clase media de Palo Verde, de La Urbina, de La California Norte y Sur, a esos ‘’oligarcas’’ que tienen campos de golf, nanas para sus niños, personal de servicio…
Me preocupó, no porque dijera que ellos votaron como votaron, sino porque se está metiendo a mucha gente muy distinta en un mismo saco. No es lo mismo Palo Verde que Cerro Verde, La Urbina que Urbanización Miranda, La California Norte y Sur no es la California de Hollywood ni mucho menos. Son zonas de clase media, digamos, de medio palo, donde jamás posaría un pié la Kiki Aranguren, con sus ínfulas de clase alta que nunca alcanza pero que con su Toyota y su cartera Tous, como que no se nota, o por lo menos deja bien claro que a los de Palo Verde les falta un buen trecho y bien cuesta arriba para llegar a los Palos Grandes, donde ella ya llegó.
Y es que la clase media es todo lo que no es ni clase baja ni alta y ahí cabe un gentío. Así como la clase baja se subdivide en estratos lo mismo pasa con la media. Podemos decir entonces que la gente de Palo Verde está más cerca de los ranchos de Petare que de los penthouses de sus vecinos de la Urbanización Miranda. La Urbina, La dos Californias, Los Dos Caminos, Los Ruices tampoco son zonas chic. -Según me explica la Kiki, que de eso sabe mucho porque su abuela ‘’viene de abajo’’ aunque a ella eso se le olvidó.
Entonces tenemos gente trabajadora que pasa penurias para llegar a fin de mes, que se les va la vida tratando de no parecer ‘’pueblo’’, adornándose con imitaciones de las imitaciones de lo que ellos creen que usaría la familia de Marifer Popof. Gente que va en camionetica por puesto a falta de camionetota con aire acondicionado. Gente que se beneficia de las medidas del gobierno casi en secreto para ocultar la vergüenza de ser pobres pero no tanto, pero que a la hora de votar las rechazan decididos. Algo está muy mal…
Algo no estamos haciendo bien…
Me voy a atrever a dar un punto de vista de mamá clase media, sin querer sugerir en ningún modo que lo que voy a exponer sea la única causa del voto autocastigo de la gente de Petare, pero si una parte del problema, y si vamos por partes puede que un día logremos zafar el nudo.
El uso de algunos términos, como pequeño burgués y oligarca (temblad), que mucha gente no comprende y que como que prefieren no comprender, y son incapaces de buscar su significado en un diccionario, por no mencionar Wikipedia, porque para eso tendrían que ir a un infocentro y allí corren el riesgo de ser adoctrinados para acabar en las garras de socialismo.
¡Ay! La palabra socialismo. He ahí otro problema, la usamos a cada rato asumiendo que todos entienden de lo que estamos hablando.
Es que crecimos en una semi colonia americana. Desayunábamos arepas y Corn Flakes, acompañados en la tele por superhéroes de comiquita que luchaban por la paz y la justicia contra unos malos que siempre se llamaban Boris y Natasha, Iván o Vladimir, que hablaban todos con un acento made in México que suponíamos era ruso… y de los rusos ya sabíamos todo: Eran comunistas y, por supuesto, el enemigo malvado.
Ahora, cuando somos grandecitos, cuando muchos sueñan el sueño que les enseñaron a soñar en la tele, viene un gobierno que, sin disimulo, nos anuncia que vamos camino al socialismo del siglo XXI y, de paso, llama pequeños burgueses a los soñadores de sueños prefabricados, por lo que estos admiradores de Supermán, no saben si decir gracias, o ‘’la tuya’’, así que prefieren tomarlo como un halago al verse igualados, al menos en palabras, con esa otra clase media que se cree oligarquía, y entre iguales se apoyan, y hacen todo lo que tenga que hacerse para salir del ‘’tirano’’ que busca la igualdad.
Y conste que no estoy diciendo que Chávez inventó la lucha de clases, otro término novedoso y desconocido para muchos, sino que nadie, salvo Chávez, pero ellos no ven el VTV, le explicó a la clase media de Palo Verde que la lucha de clases no es más que el pan vuestro de cada día. Que trabajas todo el día, cada día de la semana, y que tu sueldo no alcanza para comer. Pero tu jefe, que trabaja en un escritorio con aire acondicionado, mientras tu, su secretaria, escribes, atiendes el teléfono, le llevas café, le recuerdas hoy son sus bodas de plata, le mandas un ramo de flores a su esposa y lo firmas por él… Decía, que tu jefe gana tanto, del fruto de tu trabajo, que le alcanza para que sus hijos y sus nietos no tengan que trabajar. ¿Plusvalía? ¿Qué es eso? Mejor no me digas, ¡Fuera, fuera!
Y paralizados por el terror que les inocularon las comiquitas y que es avivado cada día por medios como Globovisión, son incapaces de darse cuenta que cuando se habla de justicia social ellos serán beneficiados, que muchos de ellos tienen algo de socialistas aún cuando no lo sepan, así como tampoco saben que ellos también son pueblo.
Ahora, se puede argumentar que los pobres también vieron comiquitas y es verdad, pero los pobres no se miraron en ellas, mientras la clase media salía en Los Picapiedras cada tarde por Venevisión.
En fin, que tenemos un sector que pudo decidir las elecciones en Miranda, que decidió en contra de si mismo sin saberlo, que es utilizado por la oposición como les da la gana y que nosotros no hemos sabido cómo llegarles.
Necesitamos un enlace, necesitamos un traductor para que ellos entiendan y para poder entenderlos. Son parte del pueblo y necesitan una revolución. El día que les expliquemos de una manera efectiva qué es lo que estamos tratando de lograr, el día que dejemos de meterlos en el mismo saco con quienes los usan, manipulan y explotan, ese día, estoy segura, Palo Verde votará rojo.
¿Cerro Verde? Eso lo dejo para otro día…
carolachavez.blogspot.com