No me gusta hacer análisis porque parezco un mentirosos diciendo verdades que no soy capaz de hacerlas creer a nadie, sin embargo me atreveré acuesta que lo que diga traiga consecuencias que me separen del compromiso con algunos de los camaradas que quiero tanto y voy a seguir queriendo porque forman parte del proyecto.
Quiero dejar constancia que soy comunista, pero no de los estados donde la división causó más daño; inscrito en el PSUV por disciplina en la búsqueda de la unidad, el proyecto en que estoy montado forma parte de la única razón de vida que tengo como revolucionario; la diferencia es que hay razones y conductas que me obligaron a callar en otro momento por evitar deserciones y divisiones; el razonamiento y los resultados obtenidos en esta elección, me lleva a entender que los revolucionarios consecuentes están en las organizaciones que hemos cuestionado, aun con las contradicciones que tienen, son las mismas que cargamos y las aceptadas en algunos lugares por el partido donde concentramos la fuerza para obtener el triunfo parcial que hoy no nos tiene satisfechos, estos execrados (la base) son los que ayudan en la formación de la conciencia de las comunidades, siempre han estado incrustados en el pueblo al pies del cañón, sin pretender puestos, solo los mueve el compromiso y las reflexiones me dan, que al enviarlos hacia el exterior de la propuesta, dejamos desguarnecido el bastión que nos ayuda a establecer lo que estamos construyendo, la diferencia entre otros activistas del proceso, es que en la mayoría de los casos, venimos de una república llena de adecos y copeyanos que nos dejaron como herencia y nunca establecimos posición de conciencia y ese error se manifestó en lugares este 23N.
El resultado que sale de este último intento por consolidar el sueño es que definitivamente hay que empezar de nuevo, el daño que tenemos incrustado en la revolución está en la profundidad del hombre, el patrullero que ayuda a construir no está tomado en cuenta en la mayoría de los entes que le corresponde, apoyar y fortalecer la conciencia revolucionaria; a cuesta que me critiquen y lo asumo, están alimentando burocracia de amigos que no tienen ningún compromiso con el futuro, solo están halando hacia tras, tratan que vuelva lo que no pueden sacar de su interior, porque lo metieron demasiado profundo y forma parte de su personalidad descompuesta.
Seguiremos un grupo de activista, tratando no ser críticos de conjeturas, sino activadores, buscando que nuestro esfuerzo sea recompensado por las comunidades, solo para poder llegar hasta donde nos los permita la fuerza que cargamos como un huracán que nos tiene convencidos que PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
HAZTE CONCIENCIA.