A propósito del 60-40

El análisis debe ser ético

ausa mucha preocupación las opiniones acerca del por que se perdió las elecciones en la Alcaldía Metropolitana, Municipio Sucre y en el Estado Miranda; igualmente el análisis se ha centrado en la participación de la clase media casi masiva, lo cual es cierto y originado por un alto nivel de organización y control de los votantes, pero nada o poco se ha hablado sobre el voto opositor en las clases populares avenidas por el disiocismo inmerso en las mentes y voluntades de ese grueso grupo de compatriotas.

Al respecto, es bueno señalar que no solo se trata y sería un error trascendente, considerar que la votación opositora es de clase media en cualquiera de sus estratos y por supuesto de la clase alta. Desde las primeras votaciones hemos considerado con razones de peso, porque se da como constante el 60 y el 40%, dado que el voto opositor no es homogéneo en su composición de clase, podemos considerar que en razón de los ingresos, por usar uno de los parámetros para tal fin, de se 40% del voto opositor, un 66% al menos son de clase D y E, lo que además significa que, no se ha hecho mucho para recuperar esos espacios.

Hablando del tema el líder cubano Fidel Castro, al término de las elecciones del primer referendum, le hizo la observación al propio Presidente Chávez, desde entonces y hasta la fecha, la situación es muy parecida, lo que nos debe preocupar enormemente, preocupación que la voy a tratar de escenificar a través de un escenario hipotético aunque no descartable del todo. Supongamos que los precios del petróleo se estacionen en una franja entre 35 y 45 dólares el barril para los próximos tres años, como todo parece indicar, aunque aclarando que dependerá de la velocidad con que se recupere la economía norteamericana y mundial de la actual crisis que afecta como es conocido el precio de las materias primas y entre ellas el petróleo. Bajo esta premisa debemos considerar la situación particular de financiamiento de la economía y primordialmente los programas sociales, adquisición de armamentos, educación, salud, etc. Independientemente que exista un Fondo para enfrentar eventualidades, este a su vez, dejaría de contener los cuantiosos recursos que actualmente permiten soliviantar la crisis externa al reducirse el impacto de esta en nuestra economía.

Como no tenemos un proceso de formación socio político fuerte que garantice un nivel de conciencia más allá de lo necesario, indudablemente que la afectación tocaría de manera considerable al pueblo venezolano en general y con más fuerza a las clases más bajas, lo que podría incidir en el apoyo que recibe actualmente el jefe de gobierno como ha quedado demostrado fehacientemente.

A continuación en nuestro concepto deben atacarse en lo inmediato desde ya, estas alternativas que podrían implementarse conjuntamente o simúltaneamente o por etapas de acuerdo a las voluntades que lo hagan: en primer lugar la organización del partido y socios realmente revolucionarios, deben avocarse a cimentar la disciplina y vocación de trabajo con las comunidades, un trabajo de hormiga donde se deje el barro extendido en las mismas; en segundo término, el tema de formación de cuadros que multiplique el trabajo ideológico sistémico hacia la gente; en tercer lugar, colocar al frente de los medios de comunicación del Estado(todos), a personal con claridad ideológica más allá del simple apoyo al proceso, que coadyuve a darle contenido de formación socio política a la masa bajo el espectro de los medios, verdaderos revolucionarios de formación y conocimiento ideológico socialista, con dominio del método marxista, lo pertinente de Gramsci, de Mariatéguí, experiencias de la revolución cubana, vietnamita entre otros, es la única manera de consolidar lo hecho y trascender hacia otros escenarios de profundización de la revolución socialista venezolana. A la par de ello, se debe poner en práctica una política comunicacional donde la gente sea el protagonista, que la incorpore a impregnar de esperanza a esa parte del pueblo que está engañada y que ocupa un lugar que no debe seguir transitando.

Por otro lado y aún en el ejercicio que tratamos, algo que es fundamental y debe hacerse de manera perentoria aunque suene sectario, es la depuración en los organismos de la administración pública a todos los niveles, desde ministros hasta jefe de división, coordinadores desafectos al proceso, cuyas actuaciones o la privación de estas, generan un obstáculo conocido en la resolución de problemas.

Lo cierto de esto, es que estamos ante una realidad incontestable y poco o nada se ha hecho para fomentar nuevos adherentes al proceso, porque en verdad les digo, que causa tristeza infinita, observar a gente del pueblo llano apoyando a estos sinvergüenzas de la vida, de la política de la manera más decidida y voluntaria en la mayoría de casos, recordando a Andrés Eloy Blanco cuando sentenció no porque no podía ocurrir, sino como advertencia a los políticos de la época, hay dos cosas difíciles en la vida: Que una mujer orine en botella y un negro se inscriba en Copei.

Pues bien, ese porcentaje debe atenderse de manera decidida y formar parte prioritaria de las políticas y líneas de la revolución bolivariana, en caso contrario esa hipótesis planteada anteriormente podría dar al traste con la Revolución Bolivariana.


rafaelfebles@yahoo.com


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Rafael Febles Fajardo

Economista. Msc. Seguridad Social. U.C.V.. Militante revolucionario. Locutor. Articulista Correo del Orinoco. Poeta y escritor de la revolución bolivariana

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