Las Putas de los Medios están de plácemes, todos a uno con grandes
titulares en los que el Presidente acusa a Bush por la matanza de Puente
Llaguno. Y está clarísimo que fue Bush el causante de estos crímenes, no
esos imbéciles lacayos que buscan incendiar el país dentro de la CD. NO,
el verdadero culpable es Bush, así como el culpable del asesinato de
Salvador Allende, y de la pertinaz masacre durante más de una década del
pueblo de Chile la ejecutó Nixon.

Es más que sabido que la Asociación para el Disenso Responsable estima que
para 1987, seis millones de personas habían muerto como resultado de las
operaciones encubiertas de la CIA. Esta información puede leerse en el
trabajo de Coleman McCarthy, "The Consequences of Covert Tactics"
Washington Post , December 13, 1987. El ex-funcionario del Departamento de
Estado, William Blum, llama a esto correctamente un "Holocausto
estadounidense".

Aquí organizaron la matanza en el centro de Caracas con varias semanas de
anticipación. Trajeron a los francotiradores, con la ayuda de Shapiro, los
llevaron a El Silencio para que buscaran los sitios desde los cuales mejor
ejecutar sus disparos. Gustavo Cisneros estaba al tanto de la macabra
trama, y le ordenó a un equipo reporteril que se ubicase, con buenos
tele-objetivos en el punto donde los chavistas se concentrarían, para
tener las pruebas fehacientes de que los muertos los habían provocado los
“círculos del terror”.

La noche del 11-A, hubo celebraciones en los canales privados porque el
crimen para ellos había resultado perfecto. Casi simultáneamente con los
montajes realizados en los laboratorios de Venevisión, CNN y TV Española
los comenzaron a pasar como cierto, al igual que lo de la renuncia. Todos
estos tipos asesorados por la CIA, en tanto que se iniciaron
inmediatamente los trámites para que al periodista Luis Alfonso Fernández,
de Venevisión, se le concediese el Premio Rey de España. Este periodista
confiesa que él pudo subir a la azotea del edificio desde donde recogió
las conocidas imágenes, “porque Venevisión siempre tiene contactos”.

Lo de la renuncia es un viejo formato de la CIA para sacar a todos
aquellos mandatarios que no les gusta. Steve Kangas explica que las
operaciones de la CIA siguen un mismo guión: cuando el pueblo apoya a un
líder como Chávez porque intenta dirigir reformas agrarias, darle pode a
los pobres, redistribuir la riqueza, nacionalizar la industria en manos
extranjeras y regular los negocios para proteger a los trabajadores, a los
consumidores y al medio ambiente, la CIA moviliza a la oposición.
Identifica a los grupos derechistas dentro del país y les ofrece un trato:
"Los pondremos en el poder si ustedes mantienen un clima comercial
favorable para nosotros". Luego la Agencia les contrata, les entrena y
actúa con ellos para dar el golpe. Es así como entró en escena Súmate, y
el crimen de esos dólares manchados de sangre que a través de National
Endowment for Democracy (NED) llegan a Venezuela. Con esos dólares se han
financiado centenares de marchas, crímenes, atentados, los Trancazos,
Cacerolazos, Firmazos y Fraudazos: propaganda desestabilizadora, votos
trampeados, extorsión, chantaje, historias falsas, secuestros, palizas,
torturas, intimidación, sabotaje económico. Es Bush el asesino, el padre
de estos esos miserables lacayos.

Pero eso los medios amanecieron contentos, porque Bush puede
arrecharse y mandarnos los marines, y así salir de la “pesadilla”. Esa
“pesadilla” de la que tanto hacen mención Manuel Caballero, Ángela Zago,
Domingo Alberto Rangel (hijo y padre), Teodoro Petkoff, Pompeyo Márquez,
Gimoteo El Zángano, Manuel Cova y Coba, Juan Fernández, Alfredo Ramos,
Andrés Velásquez, Liliana Hernández, Julio Borges, Carlos Fernández y
Carlos Ortega.

¡Escuálidos go home!