Otro Autoataque: ahora es la Sinagoga de Plaza Venezuela

En el programa Aló Presidente del domingo 23 de Febrero 2003, Chávez respondió verbalmente a los ataques e injerencia del gobierno español y gobierno colombiano, a raíz de actitudes y declaraciones hechas por parte de Aznar y también por funcionarios colombianos. Recuerdo en ese programa que incluso Chávez les aconsejó que se ocuparan de sus problemas internos antes de ocuparse de Venezuela. Algo así dijo.

Pues bien, un día y medio después del programa Aló Presidente, en la madrugada del martes 25 de Febrero 2003, explotaron dos bombas de gran potencia (C-4) que fueron colocadas en la embajada de España y del consulado general de Colombia en Caracas, las cuales causaron cuatro heridos leves -uno en la sede española y tres en la colombiana- y cuantiosos daños materiales. Las explosiones afectaron a decenas de edificaciones en las urbanizaciones colindantes de La Castellana y Chacaíto. Pocos días después, una persona que vive cerca de la embajada de España denunció a través de Radio Nacional de Venezuela que dos patrullas de Polichacao se encontraban estacionadas frente a la sede diplomática 10 minutos antes de la explosión de las bombas.

Pero apenas sucedieron los hechos, tanto los medios como los verdaderos responsables de las bombas, inmediatamente acusaron a CHÁVEZ de ser el que las colocó, y se guindaban cuales lemures de las palabras emitidas por el mandatario en torno a los injerencistas de España y Colombia, en su reciente programa dominical. Acusaban a Chávez sin ton ni son, cuando todos sabíamos que era la oposición la que estaba metida en el ataque con bombas a las sedes diplomáticas.

Poco tiempo después, gracias a las investigaciones y a los videos tomados por las cámaras de seguridad de la embajada y consulado, algo que los idiotas no pensaron, se descubrió que los tenientes retirados, José Antonio Colina y Germán Varela, prófugos de la justicia venezolana fueron acusados como responsables de la explosiones de las sedes diplomáticas de Colombia y España.

Cabe recordar que estos dos terroristas golpistas, escaparon del país y llegaron a Miami, pidiendo asilo en esta ciudad. El gobierno venezolano solicitó el 30 de diciembre del año 2003 la detención preventiva de estos ex militares golpistas con fines de extradición para poder ser procesados por actos terroristas perpetrados en las sedes diplomáticas. Hasta el día de hoy el gobierno de Venezuela sigue esperando la extradición de estos dos protegidos terroristas de los EE.UU.

No olvidemos la bomba en la embajada de Bolivia por la que los abogados Luis Rodríguez, apodado el “comandante Santos” y Carolina Mora, alias “Subcomandante Bárbara” están presos. Ambos abogados son conocidos antichavistas.

Otro ejemplo de atentados perpetrados por la oposición con la finalidad de acusar al estado, han sido las llamadas autobombas que se han autolanzado todos estos payasos de la oposición y sus borregos como el tal “chigüirito”. Chávez, en un discurso, declaró que no iba a permitir guarimbas, quemas de parques nacionales y bloqueos a las autopistas, pidiendo a las autoridades que usaran las ballenas y lacrimógenas. Como todos sabemos, ambas herramientas son las permitidas para dispersar guarimbas o manifestaciones violentas.

Pues bien, al día siguiente comenzaron las autobomas. Batieron récord de autolanzamientos: la autobomba de Marcel Granier, de la nunciatura apostólica, el doble play del chigüirito: la autobomba que autoquemó su carro y la otra en la UCV en plena declaración ante los medios; la autobomba de Copei, la autobomba de Globovisión, y si se me pasa alguna, avísenme.

No se había dispersado el humo de las autobombas e inmediatamente los medios y los payasos acusaban a Chávez. Pero fueron autobombas, nunca dejaron que el CICPC entrara a los lugares de los hechos para investigar. Por supuesto que no los iban a dejar entrar pues iban a terminar descubiertos como los ex militares prófugos en Miami, José Antonio Colina y Germán Varela.

Pero la oposición golpista, manejada por chacales como John Caulfield, en conchupancia ahora con la comunidad judía, antichavista por supuesto, autoatacan a la sinagoga judía de Plaza Venezuela para una vez más culpar a Chávez.

Dizque 15 hombres, “tipo comando”, entraron armados, ingresaron a las diez de la noche y permanecieron dentro de la sinagoga hasta las tres de la mañana, profanando el recinto. Las personas armadas sometieron a los dos vigilantes del lugar y procedieron a causar severos destrozos en el lugar. Habrían colocado numerosas pintas y grafitis con lemas antisemitas pero bien escuálidas. A través de las palabras escritas en las paredes se puede ver que son ellos. Su imperativa forma de expresarse está plasmada en la pintura-spray que usaron. Pero esta vez, no fueron tan idiotas: “se llevaron los equipos en los que quedaban registradas las grabaciones de las cámaras de seguridad”. ¿Qué tal?

No les iba a pasar lo que les pasó con las bombas C-4 colocadas en las sedes diplomáticas de España y Colombia. Pero como siempre, inmediatamente, voceros de la Confederación Judía de Venezuela acusaron al Estado y a los medios públicos de incitar a la violencia contra la comunidad judía. Definitivamente dan risa.

Pero el colmo fue cuando el palangrista de Televen descaradamente le pregunta a un tal Levy o Bittan, que si él relacionaba los hechos con las recientes declaraciones del mandatario venezolano, y dijo prácticamente que si. Definitivamente, esta gente cree que somos pendejos, pero los pendejos son ellos que no salen del mismo libreto terrorista de la CIA. Se les rayó el disco duro y todavía siguen pegados pues parece que no tienen otro.

Los golpistas opositores, que cobraron en dólares para hacer su trabajo sucio como lo manda el Pacto de "Puelto Rico", tienen que justificar lo que se ganaron y la prueba para los chacales del norte la obtienen a través de los medios que son los que avisan si están guarimbeando o bombeando.

Estos arrastrados vendepatria, por más que se tongoneen, zarandeen, zapateen, y se autoataquen con bombas, siempre se les verá el cochino bojote. No hace falta que le pida al ministro Tarek El-Aissami que investigue los hechos pues ya debe estar montado encima de ello.

Creo que una de las finalidades de ellos es hacernos perder la paciencia (al pueblo) ante tanta macabra infamia, ante tanta mentira, ante tanta difamación de la enmienda, ante sus autoataques con bomba, etc.

Quieren que nos cansemos y salgamos a darles una paliza en masa, para entonces así tener el orgasmo, el sueño masturbatorio de acusarnos de todo los que se les ocurra, principalmente acusar a Chávez de lo que ya estamos cansados de oír. Pero no debemos caer en su juego. Lo que SÍ debemos hacer es luchar con la verdad y desenmascararlos. Tenemos 10 años en esto y no nos van a desgastar. Mentira que sacan, verdad probada. Es así como se revienta a esta asquerosa vendepatria oposición.

Ministro, investigue y haga añicos con la verdad a esos golpistas, a esas bostas de estiércol apátridas. Según dicen, no hay crimen perfecto y la mentira tiene patas cortas.Pues bien, un día y medio después del programa Aló Presidente, en la madrugada del martes 25 de Febrero 2003, explotaron dos bombas de gran potencia (C-4) que fueron colocadas en la embajada de España y del consulado general de Colombia en Caracas, las cuales causaron cuatro heridos leves -uno en la sede española y tres en la colombiana- y cuantiosos daños materiales. Las explosiones afectaron a decenas de edificaciones en las urbanizaciones colindantes de La Castellana y Chacaíto. Pocos días después, una persona que vive cerca de la embajada de España denunció a través de Radio Nacional de Venezuela que dos patrullas de Polichacao se encontraban estacionadas frente a la sede diplomática 10 minutos antes de la explosión de las bombas.

Pero apenas sucedieron los hechos, tanto los medios como los verdaderos responsables de las bombas, inmediatamente acusaron a CHÁVEZ de ser el que las colocó, y se guindaban cuales lemures de las palabras emitidas por el mandatario en torno a los injerencistas de España y Colombia, en su reciente programa dominical. Acusaban a Chávez sin ton ni son, cuando todos sabíamos que era la oposición la que estaba metida en el ataque con bombas a las sedes diplomáticas.

Poco tiempo después, gracias a las investigaciones y a los videos tomados por las cámaras de seguridad de la embajada y consulado, algo que los idiotas no pensaron, se descubrió que los tenientes retirados, José Antonio Colina y Germán Varela, prófugos de la justicia venezolana fueron acusados como responsables de la explosiones de las sedes diplomáticas de Colombia y España.

Cabe recordar que estos dos terroristas golpistas, escaparon del país y llegaron a Miami, pidiendo asilo en esta ciudad. El gobierno venezolano solicitó el 30 de diciembre del año 2003 la detención preventiva de estos ex militares golpistas con fines de extradición para poder ser procesados por actos terroristas perpetrados en las sedes diplomáticas. Hasta el día de hoy el gobierno de Venezuela sigue esperando la extradición de estos dos protegidos terroristas de los EE.UU.

No olvidemos la bomba en la embajada de Bolivia por la que los abogados Luis Rodríguez, apodado el “comandante Santos” y Carolina Mora, alias “Subcomandante Bárbara” están presos. Ambos abogados son conocidos antichavistas.

Otro ejemplo de atentados perpetrados por la oposición con la finalidad de acusar al estado, han sido las llamadas autobombas que se han autolanzado todos estos payasos de la oposición y sus borregos como el tal “chigüirito”. Chávez, en un discurso, declaró que no iba a permitir guarimbas, quemas de parques nacionales y bloqueos a las autopistas, pidiendo a las autoridades que usaran las ballenas y lacrimógenas. Como todos sabemos, ambas herramientas son las permitidas para dispersar guarimbas o manifestaciones violentas.

Pues bien, al día siguiente comenzaron las autobomas. Batieron récord de autolanzamientos: la autobomba de Marcel Granier, de la nunciatura apostólica, el doble play del chigüirito: la autobomba que autoquemó su carro y la otra en la UCV en plena declaración ante los medios; la autobomba de Copei, la autobomba de Globovisión, y si se me pasa alguna, avísenme.

No se había dispersado el humo de las autobombas e inmediatamente los medios y los payasos acusaban a Chávez. Pero fueron autobombas, nunca dejaron que el CICPC entrara a los lugares de los hechos para investigar. Por supuesto que no los iban a dejar entrar pues iban a terminar descubiertos como los ex militares prófugos en Miami, José Antonio Colina y Germán Varela.

Pero la oposición golpista, manejada por chacales como John Caulfield, en conchupancia ahora con la comunidad judía, antichavista por supuesto, autoatacan a la sinagoga judía de Plaza Venezuela para una vez más culpar a Chávez.

(*)Prensa Web YVKE


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Ivana Cardinale(*)


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