Flor Patria es una muchacha bonita, alegre, inteligente, de principios. Todos los muchachos de la cuadra suspiran por ella, pero solo dos tienen su atención. Uno es Rafael, un joven apuesto, trabajador, de nobles sentimientos que se esfuerza por agradarla, cuidarla, la quiere para bien y sus propósitos son serios.
El otro muchacho que la pretende es Julio Enrique, un hijito de papá que solo busca aprovecharse de ella. Los que lo conocen a fondo, dicen que es un patán con las mujeres aunque ante la Florecita se muestra como un príncipe elegante.
La jovencita sabe que tiene que escoger; debe decirle SI a uno pero no se decide. La abuela que la quiere mucho y ha vivido más le aconseja que analice bien la situación, que vea más allá de las apariencias, que sopese las promesas de los aspirantes; que de la decisión que tome depende su destino.
La batalla por el SI de Florecita es fuerte. Rafael ofrece amarla, respetarla y cuidarla. Julio trata de mal poner a su oponente con mentiras, le dice que este le va a quitar su libertad y le ofrece independencia.
En el mismo dilema en que se encuentra Flor Patria estamos hoy los venezolanos: caemos en las mentiras y falsas promesas de quienes nos gobernaron en el pasado o continuamos el camino del presente con alguien que nos quiere bien y garantiza cuidarnos, amarnos y respetarnos. Compatriota en tus manos está decirle SI al amor verdadero, el que te ofrece esta revolución que ha velado por tu salud, educación, alimentación y por tus derechos fundamentales. El 15 dí que SI a la vida y a la Patria.
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