Fuerte Tiuna, 3.3.2004, Primera Parte
Una violencia no sostenida por un ideal certero
H.D. ¿Los actuales disturbios son una amenaza real para la estabilidad del gobierno y del Estado o es algo marginal?
R.B. En un principio debo decir que es deplorable que se apele al uso de la violencia cuando existen mecanismos constitucionales y democráticos de participación. Se trata del uso de una violencia irracional que no está sostenida por un ideal certero. Tengo la convicción que esta violencia sólo representa a grupúsculos minoritarios.
Como soldado y como seguidor del Tao Te Ching de Lao Tze, entiendo que nunca hay que subestimar al adversario, porque si subestimamos al adversario perdemos nuestro mayor tesoro y nuestra mayor fortaleza, que es el amor. Yo siento que en un amplio segmento del pueblo, lo que prevalece es el amor, la conciencia ciudadana y un despertar de participación. En todo caso, aquellos que rechazan esta situación, y piensan que por el apoyo de los medios de comunicación pueden pretender forjar una matriz de opinión distinta, solo están reaccionando ante la perdida de prebendas y privilegios.
Creo que esos factores extremos que han promovido este expediente del foquismo violento, sin ningún sustento, como ya dije, no se pueden subestimar; pero tampoco debe magnificarse su importancia. No van a hacer caer al gobierno ni a las autoridades en un desatino de sobredimensionar esta situación y darles la justificación que lamentablemente andan buscando: que es propiciar muertes y daños, para seguir forjando esta campaña mediática, no sólo para la audiencia interna de nuestro país sino en el ámbito internacional.
Haití y Venezuela
H.D. ¿Hay algún paralelismo entre lo que pasó en Haití y lo que está sucediendo en Venezuela?
R.B. Bueno, algunos factores externos han pretendido aprovechar, en mi visión, de una manera irresponsable y sin ningún respeto por la autodeterminación del pueblo haitiano, las circunstancias extremas que lamentablemente ha vivido ese país sumido en la pobreza., para avanzar sus propios intereses, en lugar de concitar la atención del resto de los países en el sentido de propiciar, que mejoraran las condiciones en la isla.
Más bien me parece que se ha querido establecer un formato, tratándose de presentar una vitrina ante el mundo para enseñar que esto podría hacerse extensivo a otros países y, muy particularmente, hacia nuestro país. Por que hemos vistos funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos y sus muñecos de ventrílocuo internos repitiendo, que debamos tender la mirada hacia Haití porque esto es lo que podría venir.
Y algunos de esos muñecos de ventrílocuo lo dicen con convicción como si ya les hubiesen dado el libreto de que eso es lo que deben decir. Y como si ya les hubiesen asegurado que eso es lo que están dispuestos a hacer, esos factores pasan acá, en nuestro país.
¿Intervención bélica en Venezuela?
H.D. El Presidente Chávez reveló el domingo que se interceptó una comunicación que hablaba de un plan de acercamiento de buques militares estadounidenses a las costas de Venezuela, en los próximos días. ¿Existe un peligro real de hostilidad bélica?
R.B. En principio debo aclarar que esto es un asunto delicado, porque entraña que cualquier opinión ---y mucho más aún, dada mi condición de soldado más antiguo del componente del ejército de las Fuerzas Armadas--- tiene mucho significado.
Sin embargo, ante esta pregunta podemos remitirnos a los hechos del golpe de Estado de Abril del 2002. Allá hay pruebas fehacientes y contundentes de que hubo presencia de navíos de guerra y de aeronaves de uso militar en las aguas territoriales venezolanas; algunos estuvieron incluso a las diez millas de las costas venezolanas por el sector de Falcón, proviniendo del norte de la península de Paraguaná.
Y por allá, en Curazao y Bonaire hay países que tienen bases militares (estadounidenses - Heinz Dieterich). Como soldado pienso que cualquier acción de este tipo podría hacerse, como yo lo señalo, por interpósita persona; vale decir, a través de la instrumentación del Plan Colombia, pretender generar una situación de conflicto con la República de Colombia que sirva como excusa para una intervención.
Equilibrio militar Colombia y Venezuela
H.D. ¿Hay sectores en las Fuerzas Armadas colombianas dispuestas a participar en un proyecto de este tipo de Washington?
R.B. No podría aseverarlo porque no puedo erigirme como representante ni vocero de las Fuerzas Armadas colombianas. Lo que sí preocupa es, realmente, que Colombia acaba de adquirir de España tanques de guerra, AMX-30.
España tiene que salir de su excedente de carros de combate, que según los planes de la OTAN no deben superar el número de alrededor de trescientos. Por lo que se conoce, España tiene planes de conservar sus tanques alemanes "Leopard" y de adquirir vehículos italianos "Centauro". Una de las condiciones para poder hacer esto es destruir, desmantelar, vender o, podríamos decir, rematar los M-60, que son muy pesados, sobre todo para un teatro de operaciones como el nuestro, y los AMX-30 que todavía, de alguna manera, siguen siendo unos tanques muy pesados para estos terrenos.
Las informaciones a través de los medios de comunicación dicen que la adquisición de esos sistemas es para el combate al narcotráfico, y todas esas cuestiones. Bueno, siendo un soldado de infantería paracaidista, pero que puede decir que ha acumulado muchas experiencias ---por ejemplo, he sido comandante de la Cuarta División Blindada--- nos llama poderosamente la atención esta excusa. El uso de esos AMX-30 es muy limitado, sobre todo por la topografía colombiana. Y realmente debemos tener muy presente que esto sigue potenciando el desequilibrio y el desbalance militar entre la República de Colombia y la República Bolivariana de Venezuela. Tenemos entendido, también, que las adquisiciones no se limitan a esa compra a España sino que se adquiere también vehículos de reconocimiento "Dragón".
Por lo tanto debemos hacer un seguimiento permanente y aspiraríamos por los nexos de hermandad que nos unen con la República de Colombia históricamente, que no se albergara en algunos sectores de ese país hermano la intención de convertirse en un ariete de amenaza hacia Venezuela.