Con quien se puede hablar en una oposición llena de terroristas y traidores, que desconocen la humildad como patrón de conducta de una revolución en pugna, no se puede dialogar con quien no quiere oír, ni reconciliarse con quien nunca se ha estado conciliado, menos proponérselo con quien tiene las manos llenas de sangre de pueblo como constancia de su crimen golpista y no quiere reconocerlo.
No es cuestionable que una opinión pueda levantar tantos comentarios, los hombres son pensamientos constantes, con virtudes y defectos, la opinión de un hombre nunca puede ser la de un pueblo, el pueblo está en masa para aceptarla o negarla, siempre con el entendimiento y raciocinio, pero de ahí a pretender, que se puede dialogar con una masa amorfa que no conoce otro objetivo, que el de salir de un líder que el pueblo viene apoyando con el alma; solo por el hecho que no les deja cumplir sus planes de destruir la patria, elimina todas la posibilidad de conciliación.
Habrá que hacer memoria y recordar los intentos de diálogos que ha propuesto el amigo mío en los últimos diez años, aparte de la suplica llena de humildad el día del regreso, un 13 de abril que está grabada en todas las memorias revolucionarias y los videos que evidencian el golpe montado mediáticamente que nadie ha reconocido nunca, porque de hacerlo elimina la posibilidad del plan que tienen de continuarlo; hubo una mesa propuesta con todos los sectores, donde el primero que le dio la patada fue un representante de los medios de comunicación, hagan ejercicios de recuerdos y pregunten; se podrá dialogar en una revolución, con grupos que tiene intereses distintos a los del pueblo, sin evidenciar el puñal bajo la manga para consumar la traición, porque el pueblo es el enemigo y su desaparición es el objetivo y sustento de un sistema opresor, que no están dispuesto a cedérselo a un líder que los quiere defender.
Tal vez la mayoría de los líderes del mundo hayan llamado a la paz; pero ninguno le hizo el llamado a unos desquiciados sin propósitos como los representantes de la oposición que tenemos en esta patria, tiene experiencia de traiciones y los recuerdos de Santander están frescos en los hijos de Bolívar. No quiero dialogar, porque estoy convencido que no están preparados para hacerlo, la soberbia no los deja, tienen obstruido el entendimiento, no les permite reconocer que la mayoría en democracia es la que propone y ya el líder de la mayoría ha propuesto demasiadas veces, ofreciendo oportunidades para integrar el proyecto, pero la ceguera no les deja entender que lo que se va a conciliar es la posición del pueblo y no la de una oligarquía en extinción que no quiere reconocer; HAY UN PUEBLO QUE SOLO QUIERE HABLAR DE PATRIA, PORQUE ESTA CONVENCIDO QUE SIN ELLA LA VIDA CARECE DE SENTIDO, HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
HAZTE CONCIENCIA.
machucamelo@cantv.net