Hoy manda el pobre y eso molesta al rico

Era el tiempo de los adecos. Cuando mandaban más que un dinamo de gandola. Las condecoraciones y las licencias de exportaciones eran pal compañerito o pa los amigos del partido. Hasta los oradores de orden los seleccionaba el CEN o el CES según la territorialidad. Aunque a veces se auto invadían la zona.
  En el Congreso la izquierda era una minoría pulverizada y aislada. Pero nunca pidió cacao. Se calaron la dictadura de la mayoría adeca en ambas cámaras. De vez en cuando Chente pegaba un grito ante un supuesto y oscuro negocio militar. A decir verdad José Vicente fue un parlamentario de los arrechos que no dio ni pidió trecho ni nunca chillo cuando lo torturaron. Ese tumbaíto no se le puede quitar nadie.

  Los adecos ganaban todo. Ni siquiera un concurso de reina del carnaval de un barrio se les salvaba. Generalmente ganaba la hija de la líder adeca del sector.
  Un día Lusinchi siendo Presidente, para tener  Gobierno y control partidista nombró Gobernadores a todos los Secretarios Generales del partido. Entonces los adecos no "tenían pa pierde con nadie". Fue el inicio de la transformación de los dirigentes políticos en contratistas. 

  Pero donde AD funcionaba como una compañía anónima era en la designación de los titulares de los cargos públicos. A esas exquisiteces burocráticas sólo tenían derecho los doctores hijos de los dirigentes. El hijo de sutano, consultor jurídico de Pedevesa; el sobrino de Don Palotes, gerente de CANTV. El hermano de Ño Pedro, Vicepresidente de Pedevesa. Por supuesto que las barraganas tenían una alta cuota de poder sobre todo sí estaban bien proporcionadas.

  Otra zona solo para adecos eran las embajadas. Para eso inventaron una fulana carrera diplomática a la que solo tenían derecho los catires ojos azules residenciados en La Lagunita o el Country. Generalmente amigotes del Presidente o de los miembros del todopoderoso CEN.
   Como todo bicho con alma  los adecos tenían su falla de fábrica. Se morían por salir en la televisión. Avería, muy bien manejada por Marcel a través de su programa de entrevistas por RCTV.Los líderes adecos iban a la televisora desconociendo que Marcel los odiaba y que los manipulaba a su antojo.

   Los adecos se vendían, se cobraban y se daban el vuelto. El CEN decidía quien iba a juicio y quien no. Era esa instancia  la verdadera CSJ. Y  aquel que  osara alzarse contra ese Templo lo agarraba la vara de "guindá" gatos. Prieto Figueroa  asomó la cabeza y se la volaron. Lo mismo Claudio. Gumersindo, Alfonso Salazar. Estaba frito quien se pusiera en la mala con ese combo. 

   Lo de los adecos con Pedevesa fue el colmo. Allí sólo trabajaban ellos y sus familias. Igual que en Cancillería se inventaron una de meritocracia. Se pasaban los cargos de padres a hijos; de tíos a sobrinos. Actuaban como una secta. Era un estado dentro de un estado. De lo que ganaban no sabía nadie. Se creían con derecho a no pararle bolas al Presidente. Nunca la nómina mayor salió del closet.

   De verdad AD en su tiempo fue un poder. Tenía base. En el rincón más apartado del país había un Comité de base. Pero el pueblo se cansó de ellos y los mandó palca. El primer pitazó lo pegó con el caracazo, amotinado por las medidas económicas determinadas por CAP.
   Recuerdo la cara de asombro cuando Chávez les venció por primera vez por paliza. Los adecos nunca se esperaban esa revolcada. Estaban seguros de ganar con Frijolito I pero "se les jodió la bicicleta. A pesar de todas las guayaquetas que inventó con ellos la rancia oligarquía criolla como la de fulminar a la candidatura de Alfaro Ucero y ponerlos a hacerle campaña al candidato copeyano.

    En una de esas noches "vierneras" tan sabrosas para parrandear en el Paseo Colón, de Puerto La Cruz, en vísperas del desplome de la IV República, me encontré al pana y revolucionario permanente, Juancho Nuñez Calderón.
    -"Américo. No está lejos el día en que el pueblo venezolano realmente sea Gobierno. El país no puede seguir sometido al capricho de los adecos monitoreados desde el norte. Estamos en víspera de un nuevo siglo. Y esta vaina tiene que cambiar. Yo toda la vida he trabajado para eso y tú les has echado un camión de bolas. Tiene que llegar el día de un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo"
    Y así fue. Llego el Comandante Chávez y mando a parar. Hoy manda el pueblo. Y por más que los escuálidos se alboroten ahora es que hay revolución y Chávez pa rato. El camino es largo y culebrero. Pero pa alante es pa allá.

     TINTERO DE ORO
     Todo venezolano tiene derecho a vivir cómodo y dignamente en unión de todos sus seres queridos. El Gobierno está obligado a darle trabajo, salud, casa, seguridad, educación, deporte, buen transporte, electricidad, gas, gasolina, turismo, recreación. Oportunidad de crecer y desarrollarse sanamente. No es malo tener confort. Lo malo es que unos vivan en palacios y otros en ranchos. Lo machete es que todos vivan en palacios y que no les falte un carajo. Así de simple.

     TINTERO II
      A los oligarcas le desagrada el olor de la pobreza. No soportan estar cerca de un pendejo. Pero se olvidan que los pendejos son muchos y peligrosos: ponen y quitan presidente. No ve como hicieron Presidente a Funes en El Salvador sacudiéndose de una pesada arena.

     TINTERO III
      Vean ustedes lo que es el grado de conciencia de un pueblo. En Noruega. El pueblo vota a favor de la oposición para ver que traía en la bola pese a que ese país cuenta con el ingreso per capita más alto del mundo; cero desempleo y un alto nivel de desempeño. Es decir- Tenían un buen Gobierno y decidieron cambiarlo.


americoarcadio@yahoo.com


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Américo Hernández


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