Todo el proceso de depresión económica, que comenzó en los Estados Unidos, significa la caída progresiva del libre mercado como característica del neoliberalismo en el sistema capitalista y que ahora se traslada de manera acelerada hacia los países del mundo entero y sobre todo en los más débiles, atados a ese sistema económico.
Muchas son las opiniones de especialistas e investigadores del área de la economía y dentro de ello se pueden extraer dos posiciones básicas: la primera trata de mantener el ritmo de la libre competencia de acuerdo a los vaivenes de la oferta y la demanda, acompañado de la inyección de divisas a las instituciones financieras y bancos quebrados por la crisis debido a las acciones especulativas para hacer más dinero sin acción productiva. Mientras tanto, la inversión en el campo social, de acuerdo a esta posición, es reducida aún más. Esto hace que la carga de la catástrofe, recaiga en los trabajadores, clase media y los más pobres. La segunda posición, es que el estado debe participar como garante de la recuperación económica del país y mantener un ritmo de inversión social alineado con el beneficio de la colectividad y el desarrollo del ciudadano, asegurándole Salud, Alimentación, Educación, Vivienda y el poder adquisitivo para obtener los productos de primera necesidad. Lo anterior, unido al desarrollo sustentable, reactivando al sector agroalimentario para asegurar la soberanía y seguridad alimenticia en todo el país. Manteniendo también las reservas internacionales suficientes y protegidas de los altibajos del dólar norteamericano.
En América Latina, por iniciativa de nuestro comandante Hugo Chávez, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, se está construyendo una red financiera y de solidaridad para proteger las economías Nacionales de la voracidad del gran capital y convertir los países de Suramérica y el Caribe en Naciones autónomas e independientes. Para ello se creó el ALBA (Alianza Bolivariana para América) en contraposición del ALCA, promocionado por los estados unidos o “el gigante del norte”
Esta gran caída de la economía capitalista, le permite a Venezuela y todos los países organizados en el ALBA, establecer nuevas relaciones externas que beneficien a estos pueblos y hagan crecer su producción interna y no se continúe beneficiando a los poderosos grupos dominantes que son dueños de los medios de producción y monopolizan la manufactura y el área agro productiva.
El ALBA es un bloque internacional de nuestros territorios por la unidad, la liberación y por el Socialismo, pues en este momento histórico se anuncia de manera irreversible el hundimiento del Sistema Capitalista Mundial y también el comienzo de la independencia para nuestros pueblos que han sido instrumentos de las grandes potencias mundiales. La lucha se plantea en dos vertientes: contra el sistema económico capitalista y la creación de las bases para erigir el Socialismo. Por ello las medidas tomadas por el Presidente Chávez son demostración de su gran vínculo con el pueblo venezolano y la disposición de darle la mayor estabilidad social, progreso y felicidad se demuestra, cuando en medio del desastre económico del capitalismo, se aumenta el salario mínimo y se mantiene la gran inversión social. Esto es indicativo de una economía fuerte y soberana.
NOTA: Verdaderamente que los sindicatos del magisterio no convencen a nadie, obedecen a los patronos concentrados en FEDECAMARAS y a la desgastada política de la IV República. Quisieron crear un clima de tensión social y se equivocaron, pero los sindicaleros de oficio y eternos quieren meterse en la discusión del contrato colectivo de los educadores sin hacer elecciones ni remover autoridades. La verdad es que no cambian, por eso EL FRACASO DEL PARO HA SIDO TODO UN ÉXITO.
