“Rosales no sabe de marcas,
aunque él mismo es una marca, una marca de la corrupción”.- Así
comienza su conversación Cinthya Machado Zuloaga esta tarde de garúas
que se acentúan con sus púas en el Centro Comercial San Ignacio.
Llegó vestida de marcas. Traje
Carolina Herrera. Y perfume también. Su cartera Prada la colocó en
la mesa. Y me dijo que “Lamentablemente con estas medidas que acaba
de firmar tu presidente, estas marcas no la van a ver ustedes nunca,
a menos que abandones ese régimen, Roberto, y vengas al mundo de las
marcas”. Le comento que otro que sabe de marcas es Manuel Rosales
por los valiosos relojes que regaló a sus amigos, y entonces me dice
eso que anoté al principio.
El mesonero se acerca con la
botellita de agua Evian y el café negro y, como siempre, abre la boca
de asombro y dice: “Usted está hoy más bella que siempre, amiga”.
Cinthya sonríe. El mesonero abandonó de espaldas el escenario para
seguir viendo de frente a Cinthya y ella comenta que: “El apoyo que
nuestra gente le está dando a Rosales es uno de los errores más grande
que están cometiendo. Si Ismael García viene a defenderme a
mí de alguna cosa, yo te confieso que voy y me entrego a la fiscalía.
Ocurre que los que lo están defendiendo le están asegurando al mundo
que Rosales es culpable, porque Rosales es Rosales y no es no. Así
como mal decíamos en la campaña electoral que perdimos.”
Hoy va una fiesta en la casa
de los Brillemburg. Y decidió pasar primero por el café donde casi
siempre nos vemos. Parece una modelo de Vogue. En verdad que Carlos
Marx tenía razón cuando dijo que “de la burguesía sólo sus mujeres
y sus vinos”. Cinthya es la verificación exacta en carne vida de
lo que decía el viejo Marx.
Está al tanto de lo que pasa
en el país. Antes no le interesaba saber nada de política, pero desde
que Chávez asumió el poder, decidió ponerse al día, “porque esta
gente de la oposición demostró que son unos mediocres, unos cobardes,
unos oportunistas, unos vividores, después que los pusimos en el poder
para que defendieran a nuestra clase, robaron tanto dinero que permitieron
que el coronel llegara al poder, ellos son los culpables del gobierno
que tenemos. Desde Ramos Allup, Ledezma, Rosales, Álvarez Paz, Omar
Barboza, dígame ese, ese sí es verdad que ha disfrutado de la democracia
representativa, mi padre no lo quiere ver más nunca. Y ahora salieron
asustados a apoyar a Rosales porque saben que tienen un rabo de paja
que se enciende en cualquier momento”.
El chofer de Cinthya se acerca
y le dice que su padre la está llamando por teléfono. Ella toma el
celular y saluda a su padre. Y le dice que “sí, papi, ya estoy saliendo,
nos vemos en la casa de los Brillemburg, me despido de mi amigo marginal
y salgo corriendo”. Se pone de pié, me da un beso y se marcha hacia
el Mercedes Benz que le espera. Mientras va caminando, el mesonero se
acerca y me dice: “Ahí se va la mujer más linda del mundo”.