Sabía, como lo sabe cualquier venezolano de su capacidad de tolerancia, de aceptar hasta la compañía de sus propios verdugos aún a sabiendas que le están velando el sueño para darle la puñalada trapera. Pero francamente su presencia en la TV, este martes 14 de abril, al lado del ser más vil y descarado que conoce la historia de la América Aborigen, agotó mi capacidad de asombro y no me quedó de otra que exclamar entre ira y humor ¡...Es usted un héroe señor Presidente..!. Es que ciertamente se necesita tener estómago de acero y sangre de horchata para soportar no solo la presencia, con su mirada calculadora y escrutadora, de buitre que sobrevuela el espacio en busca de su inocente presa, sino además sus graznidos, vomitando, odio, intolerancia, mentiras y la hipocresía con H mayúscula, que le brota por todos los poros y que pese a los esfuerzos teatreros, por disimularla, no le es posible.
Francamente no nos explicamos que vino a buscar esa ave de mal agüero a nuestro territorio patrio y precisamente en una fecha cuando estamos en plena celebración del Día del rescate de la dignidad nacional. Seguramente lo envío su carnal y protegido Pedro Carmona Estanga, para que constatara insitu el gélido ambiente que para sus cachorros de presa, existe en el territorio bolivariano de Venezuela, lo que les augura un triste futuro en sus pretensiones golpistas, a las cuales no han renunciado y que mantienen gracias a la creatividad de sus cerebros, en Washingtón, en el Palacio del Narquiño (Nariño), en el Este caraqueño, en RCTV, Globovisión y la Gran Prensa, con el mismo formato, del 11,12 y 13 de abril, que es un calco del DALPREA, que le aplicaron al Presidente inmortal Salvador Allende. DALPREA, era la contraseña con que se identificaban los perros de presa de la carroña Augusto Pinochet, que como peón del imperio y bajo el comando de otro reptil, llamado Jhon Foster Dolles, organizaba la traición contra quien le había tratado como si fuese su propio hijo. Tal como lo hizo aquí aquel Matusalén apodado el “Pelo de Oro”, a quien el presidente Chávez, sentaba a su lado y presentaba como su “Padre político”.
Fue un acto francamente deprimente calarse por cerca de media hora en nuestro canal de TV a aquella ave de rapiña graznando y esparciendo odio e intolerancia a todo lo que signifique hitos de libertad para el pueblo colombiano. Es que definitivamente el caradurismo del señor Alvaro Uribe Velez, no tiene límites. Claro que a cada mentira a cual más grande que pronunciaba ante las cámaras, sus rasgos delataban la inseguridad. Por ejemplo cuando dijo que los Paramilitares, los creó la guerrilla, su mirada fría y calculadora huía de las luces de las cámaras, porque seguramente recordaba sus tiempos de Alcalde, cuando sembró el embrión de las AUC, a través de las mal llamadas cooperativas campesinas, que marchaban de la mano de aquella organización denominada MAS, que significaba “Muerte A los Secuestradores”. Cuando trajo a colación el triste final de la Unión Patriótica, supongo que le ardieron los labios, porque él más que nadie sabe, como se fraguo esa “Danza de la Sangre”, el como cerebro del paramilitarísmo en Colombia sabe que fue precisamente por orden de su cofradía, que los dirigentes de la UP fueron cazados como cándidas palomitas en la geografía neogranadina. Con eso pagaron su ingenuidad, los miembros de la FARC, que creyeron en la palabra de la narcoligarquia colombiana que en nombre de la paz, les llamó a la desmovilización, ofreciéndoles “garantías para la lucha democrática”. Entregaron las armas y fueron por el voto. El doctor Galán, esperanza para las mayorías colombianas, fue vilmente asesinado, cuando iba raudo hacía la presidencia y representó el fin de la demostración de voluntad política de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, para alcanzar la paz.
Pero es que además se burló de la inteligencia de la audiencia al esgrimir supuestos testimonios de colombianos y extranjeros que hablaron con el Comandante Manuel Marulanda, cuando la tregua de El Caguán. Realmente solo, un descerebrado como él, que no es más que un robot del Departamento de Estado, que de vez en cuando le alimenta el ship que le insufló donde una vez tuvo cerebro, se le puede ocurrir sostener ante el mundo que, Marulanda habría dicho en El Caguán: “A nosotros no nos interesa la paz ni la negociación. Estamos aprovechando este momento para fortalecernos y ganar la guerra”. Esa es una aseveración risible, porque nadie en su sano juicio cometería tamaña estupidez, cuando tiene en sus manos una oportunidad para proyectarse ante el mundo, como dirigente de una organización que se mantiene en armas frente a las injusticias de una mafia que gobierna a su país, pero, que está abierta al diálogo por la paz. El Comandante Manuel Marulanda no era un robot, como su detractor, era un ser pensante y muy sagaz, para cometer esa clase de rebuzno, con el perdón de los asnos.
Y para cerrar con broche de oro, tiene el tupé de decir que aspira que cuanto antes se resuelva el problema del diferendo. Eso es fácil, devuélvanos el territorio del río de oro y la parte de la Península de la Goajira, que nos robaron, a través del tratado con Eleazar López Contreras y matamos esa culebra. Porque en el Golfo de Venezuela, no tiene nada que buscar.
Finalmente vimos a ambos mandatarios, recibiendo los honores y solo había que mirar las caras de ambos, mientras Hugo Chávez entrecerraba los ojos entonando las notas del himno nacional, subyugado por el fervor patrio, su par perforaba la distancia con su calculadora y escrutadora mirada. Fácil es imaginar en lo que y en quien pensaba, que no podía ser otra cosa, que en sus próximas canalladas contra Venezuela y su presidente y en lo que le diría su jefe Juan Manuel Santos al regreso.
Por eso le reitero..¡Es usted un héroe señor Presidente..!
*Periodista
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