El 19 de abril de 1.810,
si lo sacamos del contexto simplista de que fue consecuencia de la abdicación
del Rey Carlos IV y el arresto del heredero Fernando VII por parte de
Napoleón Bonaparte, que había invadido a España y lo examinamos desde
sus antecedentes podemos concluir que se trata de un movimiento revolucionario,
cimentado sobre la base de la lucha de clases. El embrión del 19 de
abril prácticamente comienza a incubarse desde el mismo momento,que
se instaura en Venezuela la sociedad colonial, debido a las contradicciones
internas tanto en el seno de los blancos peninsulares, como entre estos
y los blancos criollos o mantuanos, que se veían arrinconados por los
enviados de la Corona, pese a su historial de lealtad y defensa de los
intereses del imperio español. Por el otro lado estaban los españoles
que eran considerados inferiores por sus propios, paisanos de Castilla,
estos eran los Asturianos, Canarios y otros gentilicios que en vez de
Señor, para dirigirse a ellos los que se consideraban superiores por
tener el poder político y económico, utilizaban el despectivo Ño.
Esas contradicciones se fueron agudizando y patriotas letrados como
el generalísimo Sebastían Francisco de Miranda, cuyo padre había
sido vejado por los mantuanos producto de esa tirantez, ya señalada,
en 1782, ya comenzaba a sembrar y regar en el suelo patrio la semilla
de la rebelión contra el yugo español. En ese año, un año antes
del natalicio de Simón Bolívar, Miranda le escribe el Coronel Juan
Vicente Bolívar, padre de quien fuera nuestro libertador,para invitarlo
a la rebelión en contra de la Corona española. Luego sus dos fallidas
invasiones en 1806.
En 1795, José Leonardo
Chirinos el afrodescendiente falconiano, que puso en jaque al gobierno
de esa provincia e intentó establecer un gobierno comandado por negros
y zambos, inspirado en la revolución francesa y en el código negro,
constituye otro antecedente importante, de esa ideario venezolano, que
nada tenía que ver con los problemas entre España y Francia, sino
que se trataba de un movimiento revolucionario endógeno, que hasta
hoy se encuentra en pleno desarrollo. Luego vino el movimiento de Manuel
Gual y José María España, en 1797, el primero hijo de un destacado
militar que 50 años atrás había defendido con heroísmo a la Guaira
de los ataques bucaneros, y el segundo, ex Teniente de Justicia de Macuto,
a cuyo movimiento se unieron republicanos españoles que habiendo sido
descubiertos en Madrid, como enemigos del Rey, fueron apresados y remitidos
a América,como reos de Estado. Bien pronto establecieron contacto con
los revolucionarios venezolanos,cuyo movimiento estaba ideológicamente
consolidado, ya que entre otras cosas, en nombre de la Santísima Trinidad,
proclamaba devolver la libertad a todo el continente americano, establecer
un gobierno sustentado en la igualdad, fraternidad, libertad y propiedad,
lo cual obviamente era otra manifestación de lucha de clases,porque
la propuesta tácitamente eliminada las clases sociales. Este movimiento,
tuvo hasta el estatuto de los derechos del hombre, impreso en la Isla
de Guadalupe, una bandera y hasta un himno, que fue la Carmañola. Desgraciadamente
por una delación, el movimiento fue develado antes del estallido y
sus líderes, huyeron al Caribe, dispersos, Manuel Gual, murió en Trinidad,se
dice que envenenado por un realista y José Maria España, tras su regreso
clandestino a Venezuela, fue apresado y sometido a juicio, fue condenado
a muerte y ejecutado en la Plaza Mayor de de Caracas, mediante horribles
suplicios,su cuerpo fue descuartizado y sus miembros colocados en sitios
visibles para aterrorizar a la población. Dejó para la posteridad
su lapidaria sentencia, pronunciada cuando subía al cadalso: “ No
pasará mucho tiempo, sin que mis cenizas sean honradas”. Fue una
profecía, pronunciada en 1799,once años despúes el bravo pueblo caraqueño
derrocaba al primer gobierno español en el continente invadido y la
semilla de la subversión se expandió desde el río Grande hasta la
Patagonia.
Con esta breve reseña, creemos
sustentar la afirmación de que el 19 de Abril, fue una revolución
producto de la lucha de clases. E igualmente establecer que el imperio
ayer como hoy, se impone al mundo a través del terror contra los pueblos
ocupados. Ayer fue España contra la América Aborigen y hoy tenemos
al imperio norteamericano, contra nuestra América, el Medio Oriente,
Asia y África. donde las matanzas, torturas y suplicios están al día.
Estos episodios que como el
movimiento de Miranda tenía como objeto tomar el poder de Venezuela
desde el exterior, para hacerla libre e independiente; al igual que
los anteriores, prendieron las alarmas de la oligarquía, de los blancos
criollos, los mismos que hoy nos detestan y quisieran encontrar una
bomba solo “mata marginales”, para acabar, con quienes le estamos
frustrando sus sueños de grandeza, dio origen a la conspiración de
los mantuanos en 1808 que intentaba apoderarse del poder desde dentro,
es decir, mediante un golpe de Estado,tal como lo intentaron en 2002
y continúan haciéndolo. Para ese momento, los blancos criollos
esa sociedad que pujaba, por desplazar a los enviados de la corona,que
no les permitían saciar sus ambiciones, tenían el poder económico
a través del control del Cabildo, el Real Consulado y la agricultura,
pero no había podido acceder al poder político, que lo ejercían los
enviados de confianza del Rey de España y por eso pensaban en la Venezuela
independiente o por lo menos autónoma,donde cambiara todo para que
todo siguiera igual.
La invasión en 1808 de España
por parte de los franceses y el arresto del rey Carlos IV y su sucesor
Fernando VII, les vino al dedo, porque el vacío de poder generado fue
el espaldarazo para los intereses del mantuanaje caraqueño. Cuando
esta clase social caraqueña se entera de los sucesos de España y que
en todas las provincias españolas, los mantuanos se organizaban en
juntas para preparar la resistencia contra las fuerzas invasoras y para
dirigir la política de cada región, ven su oportunidad y le exigen
al capitán interino de Venezuela, Juan de Casas, que organice también
una junta similar a las españolas en la cual ellos tuviesen poder de
decisión. La autoridad española no aceptó y como la oligarquía
siempre ha sido poco dada a exponer su pellejo, la conspiración falló.
Los más furibundos fuero llevados a prisión y, enviados a sus
haciendas a los más moderados. El fracaso de éste episodio
tuvo como causa fundamental la falta del apoyo de los oficiales de las
milicias de pardos, quienes se presentaron ante Casas dispuestos
a combatir contra los mantuanos, si se animaban a continuar adelante,
lo que no ocurrió el 19 de Abril de 1810, cuando el oficial venezolano,que
comandaba esa fuerza, al ver el gesto osado de Francisco Salias, que
toma del brazo al Capitán general Vicente Emparan y le increpa “Regrese
a cabildo excelencia”, ordena el marcial “Firmes”, cuando los
milicianos intentaron hacer armas. Emparan había suspendido el cabildo,
porque consciente de lo que ocurría ya en toda América quería ganar
tiempo. Aún cuando la junta se créo como “Conservadora de los Derechos
de Fernando VII”, los patriotas venezolanos, hicieron de ella un pretexto
para impulsar un cambio social, un proceso que ya no tendría marcha
atrás y que hoy está mas vivo que nunca,porque la lucha de clases
se profundiza cada día en pos de alcanzar la auténtica libertad, aunque
para ello tengamos que confrontar nuevamente a la rancia oligarquía.
Es hora de mirar desde
las aulas, una nueva arista del 19 de abril de 1810, que si jurídicamente
no fue la declaratoria oficial de la independencia, marcó el rumbo,
que hoy consolida la marcha de la espada de Bolívar por América Latina.
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