Donald Rumsfeld seguramente asiste con regularidad a las misas que son administradas y asistidas por exquisitos obispos. Donald Rumsfeld debe tragarse varias hostias de un jalón y debe rezar mucho para que el mundo cada vez se ajuste más a sus macabros planes y negocios.
Donald Rumsfeld es mucho más que esos empresarios que se mueven en el mundo de los servicios funerarios. El negocio de los empresarios funerarios prospera o están con saldos azules, mientras la tasa de mortalidad se mantenga en niveles que hagan rentable el negocio. Supongo entonces, que un empresario funerario sigue y evalúa el comportamiento de esta variable, cuyo comportamiento puede calificarse de natural, porque es natural que estos sucesos se presenten en la vida. Las personas mueren por vejez, enfermedad o producto de un accidente.
El caso de este Drácula moderno y globalizado es distinto. Su negoció no se aprovecha del suceso “muerte” que acontece en forma natural. Rumsfeld tiene otra lógica y cada día tiene la obligación de pensar el problema de producir muerte a través de la guerra o de las enfermedades. En esto, el principio maquiavélico del fin justificando los medios entra perfectamente para fortalecer sus negocios y en consecuencia, ese Drácula tiene que vivir maquinado macabramente: ¿Cuántas guerras son probables? ¿Cuántas de esas guerras probables son posibles de concretar? ¿Cuántas mentiras deben planificarse y comunicarse por los medios para hacer posibles esas guerras e invasiones? ¿Cuántos mercenarios hay que contratar para matar en tal guerra? ¿Cuántas armas sofisticadas pueden construirse para poder matar a más personas?
Esos son los temas y preocupaciones que diariamente deben rondar por el cerebro de este nuevo Drácula. Para ello, Donald Rumsfeld debe tener un cuerpo de asesores que le dan viabilidad a cada una de estos macabros pensamientos. Pero el negocio de este Drácula no está centrado solamente en línea directa con la muerte; paralelamente a ella, Rumsfeld desarrolla otra línea de trabajo que lleva angustia a la humanidad y deja sin alma y humanidad a este macabro ser.
Negocia con la guerra, piensa en eso como una fuente de plusvalía y por supuesto, la muerte pensada como negocio, es uno de los productos gerenciales más atractivo de su actividad económica y mercantil. Pero el negocio no se limita a pensar la forma de producir muerte en masa con las guerras y utilizando pedazos de humanos entrenados como mercenarios para asesinar; el negocio tiene otros productos que son muy productivos y dejan un gran margen de ganancia o plusvalía. Donald Rumsfeld conoce que las enfermedades pensadas y producidas a través de virus de laboratorios, le permiten gozar con el sufrimiento de la humanidad, pero además de esa satisfacción, le produce grandes dividendos. Es decir, es un negocio capaz de reportarle doble felicidad.
Se conoce que el Pentágono y la CIA han utilizado la producción de virus como un arma política. En un artículo aparecido este miércoles en rebelión (www.rebelion.org/noticia.php?id=84559) se precisa que en 1971 la CIA les facilitó a los gusanos batisteros un virus para producir la fiebre porcina en Cuba. Si por razones de carácter políticos, los gusanos de la CIA y Pentágono pueden producir virus para alterar un proceso revolucionario, eso abre las posibilidades de usar esta macabra acción como una vía para los negocios y mejorar los niveles de beneficios de las empresas.
En otro artículo con la firma Silvia Ribeiro y titulado como “Epidemia de Lucro” (www.rebelion.org/noticia.php?id=84546) se menciona que “los únicos antivirales que aún tienen acción contra el nuevo virus están patentados en la mayor parte del mundo y son propiedad de dos grandes empresas farmacéuticas: Zanamivir, con nombre comercial Relenza (…) y oseltamivir, cuya marca comercial es Tamiflu”. Sostiene Silvia Ribeiro en el trabajo ya señalado, que con la anterior gripe aviar estas dos empresas lograr miles de millones de dólares de ganancia y que con el nuevo virus la empresa Gilead Sciences, que es la patentadora del producto Tamiflu, sus acciones se alzaron en un 3%.
¿Qué tiene que ver Tamiflu y Gilead Sciences Drácula? Mucho. Esta empresa es de este Drácula y no es una aventura pensar, que Donald Rumsfeld con el poder y control que tuvo en el Pentágono y la CIA se haya propuesto planificar en detalle estas situaciones, como una perfecta manera de construir un escenario que ofrece mejores condiciones para sus negocios con la muerte y con la enfermedad. Hay en esto un dato adicional que puede verse como noticia en la página www.elcato.org y en la cual se sostiene, que el Banco Mundial había previsto un escenario negativo por la aparición de una pandemia. La nota dice así:
... En aquel tiempo el Banco Mundial había estimado que en un escenario pesimista una pandemia por influenza aviar entre humanos significaría erogar recursos por al menos 2 mil millones de dólares; una estimación que para la influenza porcina que enfrenta México, como epicentro de una potencial pandemia en el mundo, se ha estimado que podría elevarse hasta los 3 mil millones dólares (disponible también www.infolatam.com/entrada/el_tamiflu_y_la_influenza_porcina-13 647.html)
Nada extraño tiene que el Banco Mundial haya planteado esta macabra proyección y que el Drácula moderno con su poder en el Pentágono y en la CIA, también haya previsto que el asunto era y es buen negocio para su empresa farmacéutica.