No debería sorprender tanto en estos tiempos de sacerdotes que admiten paternidades que otro más de ellos tenga su pareja "escondida". El caso del Padre Alberto Cutié, puertorriqueño de nacimiento y anti-castrista por convicción se ha convertido en la nueva "comidilla" de los medios hispanos del Norte Industrializado por una "aventura" que se le descubrió recientemente. Su caso lleva implícita una reflexión sobre dos temas: el amarillismo de cierta prensa abusadora y la hipocresía de una "casta sacerdotal" que, cual vulgar Sanedrín, ha pretendido desde hace siglos juzgar y condenar, pues ya no puede matar, ante lo que considera una desviación de la conducta sacerdotal.
Sobre lo primero, ya es de conocimiento público que el pasquín aberrante "TV Notas", que se edita en el "Norte Industrializado" le pagó a un vulgar "mercenario del periodismo" para que espiara al popularísimo sacerdote mayamero "en plena faena" con una mujer en una playa mayamera. Pero, pese al escándalo destado, sus feligresía pide que no lo desincorporen del sacerdocio. Entienden, menos algunas personas, que Cutié es un hombre de carne y hueso, que no es perfecto y saben que no es amigo del celibato obligado. ¿Por qué en otras ramas del crisitianismo se permite que el pastor se case y tenga descendencia y en el catolicismo no?, se preguntan. El padre Alberto, tal cual Chávez después de aquel golpe que pretendió sacarlo del poder, mediante su página se ha puesto a pedir perdón por sus acciones. ¿Pedir perdón de qué?. ¿Ha cometido un grave pecado?.
Asombra e indigna la actitud de la "Cúpula Podrida Raticana" mayamera, tan amiga de la idea de eliminar a Fidel Castro de cualquier modo, de condenar de manera destemplada al popular sacerdote, por que no le perdona su poder de convocatoria, ni su juventud, ni su sintonía con la gente. Lo condena una cúpula llena de mafiosos que tienen al demonio verdadero dentro de la sotana. De hombres, con sus excepciones, RUINES que miran con desprecio a los feligreses a no ser que tengan varios millones en sus cuentas, que no salen de las sacristías sino a inaugurar Bancos, bautizar hijos de potentados o príncipes y casar a los más escandalosos personajes públicos.
Es de recordar la excomunión del ya extinto Obispo francés Marcel Lefevre por haber consagrado Obispos sin el permiso expreso de Juan Pablo II. Recordamos igualmente como los medios ocultaron los regaños del extinto Papa al Revolucionario Ernesto Cardenal; como ignoró y despreció a Monseñor Oscar Arnulfo Romero. Y como protegió y sigue protegiendo ese bandido, ese nazi de viejo cuño que es su sucesor, Ratzinger Primero, a tanto despreciable bicho con sotana que violaba niñas y niños. Por eso, alguien como el capellán Christian Von Wernich, genocida y represor al servicio de la maldecida dictadura argentina, ni siquiera fue tocado por los fósiles de la "Cúpula Raticana" que pretende representarnos como católicos, y aunque pague cárcel para siempre, como TIENE QUE SER, todavía puede dar misa, dar sermones de "moral y buenas costumbres" confesar y dar la comunión. Una misa pronunciada por semejante individuo no pasaría de ser una misa satánica, sin necesidad de dar culto al Demonio.
Y volviendo a nuestra realidad, ¿quien le llamó la atención al Cardenal Velasco, participante y legitimador del Golpe Carmonero?, ¿algún prelado lo amonestó por soltar la lengua hablando de los pecados que causan "la ira de Dios"?. Nadie excomulgó a Don Va-Asaltar-de la Porra porque fue participante de ese golpe, ni por darle la comunión al criminal Richard Nixon Moreno y aún menos a tal "Monseñor" Berlocco quien vendió "por un puñado de dólares" a Manuel Noriega...Ah, pero al Padre Alberto que no es precisamente pedófilo, ni amigo de juntarse con la BASURA del Jaime Bayly, que comete "el sacrilegio", como dijo un Obispo peruano (amigo de bendecir al roedor del Alan García) de amar a una mujer, le quitan la parroquia donde daba las misas y lo expulsan de la emisora radial y de ese canal religioso que ya tiene visos derechistas de EWTN.
Por estas razones, uno termina solidarizándose con el Presidente Lugo y con el Padre Cutié y condenando, como hacen sus antagonistas, a los verdaderos delincuentes que ni admiten sus amoríos como VaAsaltar de La Porra, ni su crímenes como el "ángel de la guardia" de Von Wernich. Menos mal que mi fe no depende de estos ensotanados demoníacos...sería como si prefiriera morir, antes que perder la vida, ¡hazme el favor!.
¡QUE NO VUELVAN JAMÁS!.