Además del caso de los soldados de Fuerte Mara, y del soldado fallecido por inmersión Robert Aguilar, hoy Globovisión está reseñando la muerte de otro soldado en extrañas circunstancias, el cabo segundo del Ejército, John Kervin Durán.
Y en principio estas denuncias no son malas, porque total, estamos hablando de la muerte en condiciones extrañas de jóvenes soldados con todo un futuro por delante, y su familia tiene derecho a saber lo que pasó y de exigir castigo para los culpables, y medidas para que estos hechos no se repitan.
El problema es que este tipo de muertes extrañas han ocurrido durante toda la historia de nuestras Fuerzas Armadas, y si no fuera por el uso político que se le puede dar a estos fallecidos, créanme que no estarían apareciendo en ningún medio de comunicación (así como tampoco aparecieron en la prensa los fallecidos en un accidente en la USB a principios de este mes, sólo porque la empresa involucrada, BANESCO, es uno de los anunciantes más fuertes de los medios de masas).
Lo digo porque cerca de 1985 también falleció en circunstancias extrañas mi primo, el soldado Alirio Velandia, víctima de un disparo supuestamente "accidental" que le destrozó la mano y la garganta. No se le dieron mayores explicaciones a su señora madre, mi tía. Simplemente se le dijo que fue "un accidente".
Ese lamentable "accidente" tampoco fue registrado en ningún medio de comunicación, sea del Estado de aquellos días, o mucho menos privado. Y estoy seguro de que, como este, podríamos recompilar miles de casos de fallecidos durante los gobiernos de la Cuarta República, que nunca fueron reseñados porquienes tratan hoy de decir que son los defensores del pueblo.
No se trata de compilar numeritos y decir que "en la Cuarta hubo más muertos que en la Quinta"... definitivamente hay que acabar con muchísimos vicios en nuestras Fuerzas Armadas. Si esa fuera la intención de los medios privados, yo más bien se los agradecería.
Pero sabemos que esas no son sus intenciones.
Saludos