Muchos de nosotros no se han percatado aún, del grave peligro por el que ha pasado nuestro proceso bolivariano. Piensen ustedes por un momento en lo que podría haber sucedido si el criminal atentado en contra de nuestro presidente Hugo Chávez, no hubiese sido develado en el tiempo preciso antes de su criminal y nefasta ejecución contra el avión presidencial en El Salvador. Gracias a la inteligencia revolucionaria, en este caso el presidente y también comandante Daniel Ortega, quien advirtió a nuestro líder del magnicidio que se fraguaba contra el, y sus compañeros de viaje. Más allá el plan motorizado por los oscuros tentáculos de la CIA pensaba eliminar al mismo tiempo al nuevo presidente Funes de El Salvador matando así dos pájaros en una misma jugada de manera de impedir que el FSLN subiese al poder.
La mano de la CIA y de sus cercanos colaboradores, Posada Carriles que de nuevo entró en este plan terrorista. Que deja muy en entredicho si existen o no intenciones de cambio y de forma en el trato hacia los pueblos y gobiernos de Latino América que han surgido en estos últimos tiempos aupados por sus pueblos con la esperanza de acabar con tanta injusticia, abusos y opresión de las clases depredadoras oligarcas.
Sin duda, tenemos derecho a construir nuestro proceso bolivariano, si el temor a cada momento de que un nuevo intento criminal del enemigo le pueda poner fin en forma trágica.
Es que estos capitalistas gringos nunca aprenden en el fondo la avaricia, su actual crisis económica y sus reveses en sus aventuras terroristas de: Vietnam, Irak, Afganistán, y su fracaso económico a causa del costo de estas aventuras guerreristas, no les ha hecho rectificar el camino ya andado y siguen los Halcones del Pentágono y sus aliados por los mismos senderos explorados.
Es que como se dice el diablo siempre será demonio y nunca cambiará, somos nosotros que ingenuamente tenemos la esperanza de que cambie, pero eso es sólo una ingenua ilusión de nuestra parte. El gringo, el imperialismo siempre seguirá siendo yanqui, racista y opresor: como cuando tuvieron que acabar con las naciones autóctonas a tiros, quitándoles sus territorios e infectándolos regalándoles mantas contaminadas con viruela. O como cuando tuvieron a cientos de esclavos negros que trataban peor que a los animales de sus granjas y haciendas. Esto dio origen a la famosa novela: La Cabaña del Tío Tom, escrita por Harriet Beecher Stowe. ¿Quién de ustedes ha leído esta novela?
El presidente Abraham Lincoln describió a Harriet Beecher Stowe, autora de la novela La cabaña del tío Tom (1852), como "la mujer pequeña que originó esta guerra tan grande". Esta novela fue la expresión del profundo sentimiento abolicionista de los estados del Norte.
¿Quienes de ustedes, recuerdan la famosa película, Las Fresas de la Amargura?
El filme basado en la novela de Hames Kunnen rescata la emoción de las rebeliones universitarias que sacudieron a Estados Unidos y la Universidad de Columbia a finales de la década de los 60. Eran huelgas por cambios en las universidades y entre los paradigmas estaban la guerra contra Vietnam, Luther King, Mao, el Che y Robert Kennedy. El 4 de septiembre de 2005, en la transmisión del programa “Aló Presidente, No. 233, Chávez recordó la primera vez que vio la película Las Fresas de la Amargura.
“En 1983, el famoso cantante y pacifista británico Bono estremeció a California durante un concierto cuando se encaramó en uno de los parlantes gigantes para invitar al público para que cantaran “Give Peace a Chance”.
Tenemos derecho de soñar y de construir nuestra nueva realidad nacional bolivariana, no nos traten se arrebatar este ultimo sueño señores imperialistas, y sus amigos, señores oligarcas que no cesan de conspirar, dejen al pueblo construir una nueva Venezuela con Chávez.
Nuestra joven y naciente revolución tiene el derecho de continuar viviendo no la asesinen.
Piensen lo que habría pasado si este plan macabro hubiese tenido éxito: muchos, pero muchos en todas partes y de todas las clases hubiesen muerto también a consecuencia de este criminal y fallido atentado. Que sabemos no será el último en contra de nuestro naciente proceso.
Temen que el ejemplo que ha dado Venezuela a otros países del mundo se expanda como la pólvora e incendie la pradera con su rojo resplandor de justicia y libertad.
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