El debate sobre el papel dominante que nuestro comandante Hugo Chávez Fría tiene en la conducción del proceso revolucionario, bolivariano y socialista en Venezuela, en Nuestro América, e incluso, en importantes sectores del movimiento progresista y revolucionario mundial, tiene signos de subjetividad y parcialidad, que no se entiende que procedan de calificados intelectuales y cientistas sociales, como los reunidos por el Centro Internacional Miranda.
La primera consideración es que, asumiendo el liderazgo del comandante Chávez como un aspecto resaltante de nuestro proceso revolucionario, éste no es ni puede ser considerado como un elemento totalizador del mismo, por cuanto ello reduciría a este proceso de cambios radicales a una consecuencia de la voluntad personal de un individuo y no, al producto de un largo proceso de agotamiento irreversible de un modelo de acumulación y de organización jurídico-política de la sociedad, el cual se engendra en el marco favorable de una crisis generalizada del orden capitalista mundial, lo cual favoreció la fractura de la hegemonía del capital internacional, en una de sus bases fundamentales: el control de producción de de energía, esencial para sostener del sistema capitalista, en su fase neoliberal globalizada.
De allí que el centro del presente debate, debe y tiene que estar en el punto medular de la lucha de clases que, en nuestro proceso revolucionario bolivariano y socialista, deriva de la doble contradicción entre Nación e imperio (bolivariana) y, trabajadores y burguesía-imperio (socialista); por lo que, colocar el liderazgo del comandante Chávez como el centro fundamental del debate de los actuales problemas de la etapa de transición al Socialismo, no puede sino ser una desviación teórica, con serias implicaciones políticas, que en nada favorece la comprensión del momento político, la cohesión de las fuerzas del cambio y la afirmación del liderazgo necesario e indiscutible de nuestro comandante.
Pero además, solo basta recordar las repetidas declaraciones y los discursos del comandante Chávez, para confirmar que, reiterada e insistentemente, ha exigido, como jefe del gobierno y del partido, a las direcciones del PSUV y a nuestros militantes con responsabilidades en diversos niveles de gobierno, la necesidad de construir un liderazgo colectivo, estudiar consecuentemente nuestro proceso histórico y las experiencias del movimiento popular y revolucionario mundial, para contribuir también, desde lo ideológico y político, en la construcción de una dirección colectiva; respuesta que hasta ahora, esta muy por debajo de las exigencias de nuestra revolución. No por casualidad, en 10 años, por lo menos, tres (3) direcciones políticas y cuatro (4) alianzas o frente políticos, se han “quebrao”, ante las circunstancias que le ha tocado vivir esta revolución bolivariana y socialista.
En conclusión; el liderazgo del comandante Chávez solo puede se calificado en el marco del desarrollo histórico concreto de las luchas de nuestro pueblo y, atendiendo, a las diversas circunstancias internas y externas en que se viene desarrollando, incluyendo - por supuesto - las excepcionales condiciones personales y políticas que han caracterizado su conducta a lo largo de su vida como revolucionario. Por otra parte, es la debilidad burocrática del aparato de gobierno y del partido – y no en el liderazgo de nuestro comandante – lo que refuerza su presencia determinante en el escenario de la revolución; razón por la cual, los revolucionarios, incluyendo nuestro intelectuales orgánicos o no, debemos responder a ese factor histórico, concentrando todas las fuerzas posibles, en la construcción de un partido de la revolución bolivariana y socialista venezolana, unido dialécticamente a las masas y sus luchas y, en capacidad, de direccionar la acción revolucionaria de los trabajadores y demás sectores del pueblo, junto a su gobierno, en favor de la transición hacia la sociedad de la Libertad, la Igualdad, el Bienestar y la Justicia: El Socialismo. Solo así podremos construir el liderazgo colectivo de todo el pueblo. LO DEMAS, SON EJERCICIOS TEORICOS Y BANALIDADES INTELECTUALES.
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