Globovisión: ¿Estamos hablando del mismo Salvador Allende?

Originalmente publicado el viernes 01 de noviembre, a las 08:24:18 horas, en PiensaChile.com


Era el domingo a las 10:00 PM, todos esperaban el "programa Especial" sobre Salvador Allende, presentado por José Toro Hardy, un "periodista" del canal Venezolano GLOBOVISION.

Al terminar el programa, mi esposa, mis familiares, amigos y yo mismo quedamos perplejos. Incluso uno me preguntó: ¿Se refería a Pinochet o a Allende?

Comenzaron a sonar los teléfonos: Del resto del país me reportaban lo indignados que se sintieron al ver el programa. ¿Dónde quedaron las masacres, las desapariciones, las torturas de Pinochet? ¿Cuál era el objetivo del programa?: Adecuarlo a una situación mediática planteada en Venezuela... ¿"Círculos Violentos de Allende"?... No teníamos palabras para expresar el repudio al programa, un programa carente de investigación, de soporte periodístico. ¿Cómo puede ese señor llamarse "periodista"?.

Inmediatamente nos decidimos a emprender acciones ante tal difamación. Recurrimos a los órganos encargados del control de la programación (CONATEL) y realizamos una protesta en contra de este tipo de manipulación mediática. Cualquiera que conozca un poco de la historia de Chile, se habrá dado de cuenta de la infamia de este programa.

¡Qué fácil es jugar con la ignorancia de un pueblo desde su puesto de "periodista", Sr. Toro! ¡Qué fácil resulta manipular la historia para sus propios intereses!

Sobre la realidad de Chile no hace falta explayarse, todos la conocemos y no me extenderé en el relato. Nosotros La Juventud Chileno-Venezolana, Grito de Allende de Puerto Cabello, ¡RECHAZAMOS CATEGORICAMENTE TODO EL MATERIAL DIFUNDIDO EN ESTE PROGRAMA FASCISTA!


Firman:
Juventud Chilena
Juventud Chileno-Venezolano
"Grito de Allende" de Puerto Cabello
Familiares y amigos de la Sociedad Chilena




A continuación, la transcripción del programa periodístico, difundida oficialmente por la cadena emisora Globovisión en su página web.

El Programa

Programa Especial
Periodista:José Toro Hardy
Caracas, 27 de Octubre de 2002
Salvador Allende

JTH: Como de costumbre agradezco la invitación que me hacen a conversar con ustedes en sus hogares a través del cristal de sus televisores.

Al concluir la II Guerra Mundial estalló un nuevo conflicto que enfrentó a dos potencias y dos sistemas, el capitalismo y el socialismo, me refiero a la Guerra Fría, el armamento nuclear que ambas potencias habían desarrollado produjo una nueva doctrina militar, la doctrina de la destrucción muy configurada, sabían que no podían enfrentarse directamente una con la otra y aunque evitaban cualquier confrontación directa, en ningún momento dejaron de enfrentarse en sus respectivas áreas de influencia. Una de esas cruentas batallas de la Guerra Fría se vivió en Chile de Salvador Allende.

Allende había sido uno de los fundadores en 1933 del Partido Socialista de Chile, en las elecciones de 1937 resultó electo diputado y Ministro de Salubridad durante el gobierno de Pedro Aguirre.

Entre 1945 y 1970 resultó electo como senador en diversas elecciones, varias veces trató de lanzarse como candidato a la presidencia de la república, pero en 1969 se constituyó una denominada Unidad Popular que era una coalición integrada por socialistas, comunistas, radicales y otras organizaciones de izquierda que existían en Chile. Con ese respaldo Salvador Allende se lanzó por cuarta vez como candidato a la presidencia de Chile, en medio de un agudo clima de confrontación política, Salvador Allende triunfó el 5 de septiembre de 1970 con algo más del 36% de los votos, el candidato de la derecha José Alejandri (sic) obtuvo casi un 35% y el representante de la democracia cristiana un 28%, el mundo socialista, encabezado por la Unión Soviética, empeñó a partir de ese momento sus mayores esfuerzos en respaldar a Allende que había sido quizás el primer candidato presidencial socialista que llegara al poder por vías democráticas y electorales en el mundo entero. Debemos recordar a principios de la década de los 70, el socialismo había fracasado estruendosamente en Venezuela, cuando la guerrilla apoyada por Fidel Castro resultó derrotada por Rómulo Betancourt, nuevamente en octubre de 1967 el marxismo había sido derrotado en Bolivia con la muerte del Che Guevara, en fin, los innumerables intentos de Castro por exportar su revolución marxista a Latinoamérica siempre condujeron al más completo fracaso, con Allende se le abría ahora al marxismo una oportunidad en Latinoamérica que no podían dejar pasar, quizás quien vio en el caso de Chile la mayor oportunidad de reafirmar su influencia frente a la Unión Soviética fue Fidel Castro y por eso puso todo su empeño en respaldar el nuevo gobierno chileno, Castro había dado a su proceso en Cuba el nombre de la revolución de las almas, la de Allende se conoció como la revolución de empanada y vino, tres décadas después otro revolucionario latinoamericano iniciaría un nuevo proceso al cual denominó la revolución bonita.

Pero, la situación por allá en el año de 1970 cuando Allende ganó las Elecciones resultaba bastante complicada, es que él había ganado apenas con poco más de una tercera parte de los votos, él deseaba a toda costa imponer su ideología marxista en una sociedad que mayoritariamente la rechazaba, puesto que Allende había ganado con una mayoría muy pequeña requería la ratificación del Parlamento, allí obtuvo el apoyo de la democracia cristiana, pero esta le puso como condición que se modificase la Constitución y que agregase un estatuto de seguridad para proteger los derechos de las personas, Allende aceptó esa condición y declaró que se trataba simplemente de una regla moral ante su propia conciencia, desde luego muchos no le creyeron y comenzaron a vender sus bienes a precios vil y abandonar el país, hecho el estatuto de seguridad, a las dos semanas de gobierno, ya había comenzando a extenderse la violencia, 5 mil viviendas fueron ocupadas ilegalmente, a esfuerzo de carabineros se les prohibió actuar en contra de los ocupantes, cuando un carabinero usó su arma contra uno de aquellos ocupantes ilegales, el propio Allende ordenó su detención y enjuiciamiento, la violencia, asesinatos, robos y secuestros se extendieron por todo el país y la policía no podía intervenir.

En un primer momento los campesinos apoyaron a Allende quien había ofrecido que la tierra sería distribuida y pasaría a ser propiedad de quienes la trabajan, mientras tanto, bandas civiles comenzaron a ser armadas bajo el amparo del propio gobierno de Allende, con el objeto de apoyar la revolución que ellos querían auspiciar, simultáneamente Allende comienza a indultar a extremistas que habían sido anteriormente procesados por la justicia, la violencia y las invasiones se fueron extendiendo por todos los campos, los carabineros tenían una prohibición expresa de intervenir salvo en aquellos casos que su actuación sirviera para reprimir a quienes trataban de defender sus propiedades, después de unos breves pero interesantes compromisos comerciales retomáremos el tema.

Ya a principios de 1971 las ciudades también se vieron afectadas, círculos violentos que en Chile se llamaban Brigadas Populares organizadas por la Unidad Popular, atacaron en Santiago a una manifestación pacífica de estudiantes universitarios que deseaban realizar elecciones en la Universidad de Chile, asimismo atacaron a otra manifestación de estudiantes que protestaban contra los intentos del gobierno por cerrar el Canal 13 de la televisión que pertenecía a la Universidad Católica, en varias oportunidades los Tribunales ordenaron detener a los líderes de aquellos círculos violentos, pero el Ministro del Interior hacía caso omiso de esas órdenes y protegía a los culpables, a quienes por lo demás todo el mundo conocía, todo el mundo sabía quiénes eran, en Chile comenzaron a establecerse modernas imprentas donadas por países de la órbita socialista y que servían para propagar el marxismo por todo el país, mientras tanto el decano de la prensa Chile El Mercurio, fue sometido a una confiscación de toda su documentación, además, se prohibió publicar avisos del gobierno en diarios no marxistas, las brigadas o círculos violentos protagonizaron frecuentes atentados en contra de los diarios y las emisoras de radio que se oponían al gobierno, ocuparon además varios de esos diarios sin que nada hicieran las fuerzas públicas por impedirlo.

El Gobierno pasó a controlar 8 de los 13 diarios de la capital, además de controlar también la única estación televisora de alcance nacional que existía en Chile.

Mientras tanto, la economía chilena se sumiría en una crisis de muy graves proporciones, eso era el resultado de la falta de confianza que alejaba a los inversionistas, así como del inmenso desorden administrativo del gobierno, que comenzó por cierto a imprimir dinero inorgánico en cantidades gigantescas como un mecanismo para cubrir su déficit fiscal que ya era muy abultado, por supuesto el estallido inflacionario no se hizo esperar y el desempleo alcanzó cifras récord, posteriormente el Gobierno inició la incautación de industrias, muchos de los trabajadores de esas empresas se oponían a esa incautación, los campesinos también comenzaron a protestar y es que la distribución de tierras ofrecidas no se producía, ellos querían ser propietarios, no querían ser definitivamente empleados del Estado, la escasez de alimentos y productos de consumo básico comenzó a generalizarse y se formaban larguísimas colas para adquirirlos y esas colas eran cada vez más largas, con su característico humor muchos chilenos decían que el tránsito hacia el socialismo había que hacerlo en fila india, a finales de 1971 Fidel Castro visita a Chile, banderas de Cuba y de la Unión Soviética aparecieron por todas partes, las únicas banderas que brillaron por su ausencia eran las banderas chilenas.

La noche antes de la partida de Castro se produjo en Santiago un inmenso cacerolazo, las amas de casa salieron a las calles a protestar por la escasez de alimentos, el gobierno desató contra ellos la represión más violenta a la cual se agregó la acción de los círculos, de esos círculos, de esas brigadas, de esos círculos violentos que existían en Chile y que eran simplemente grupos allegados al gobierno, centenares de mujeres cayeron asfixiadas por los gases lacrimógenos y heridas por los golpes de palos y cadenas, los agresores fueron una vez más protegidos por el gobierno.

La Marcha de las Cacerolas fue la chispa que encendió el descontento latente y entonces el gobierno decretó el estado de emergencia, las Fuerzas Armadas tuvieron que restablecer el orden, el descontento popular se reflejó de inmediato en los comicios regionales complementarios, en aquellos comicios celebrados en enero de 1972 la Unidad Popular comenzó a perder posiciones y Allende comprendió que el sistema electoral no le servía a menos que los votos fuesen manipulados a su favor, en abril de 1972 se produjo en Santiago una concentración masiva de toda la oposición, a partir de ese momento el gobierno comprendió también que la única vía que le quedaba era la violencia, prácticamente a partir de ese momento todas las manifestaciones de la oposición eran atacadas por los círculos violentos o brigadas populares, no se vayan, en breves momentos estaré nuevamente con ustedes.

En marzo de 1972 se descubrió que un avión de Cubana de Aviación había descargado numerosos bultos con armamentos procedentes de la isla caribeña, el Ministro del Interior impidió personalmente que los bultos fuesen revisados por la aduana y se encargo de que fuesen trasladados a la residencia presidencial, ante un requerimiento de la Contraloría, Allende se vio forzado a reconocer que los bultos los tenía él en su poder, pero sin embargo, se negó a informar sobre el contenido de los mismos, posteriormente se descubrió que contenían ametralladoras, pistolas, bazucas y municiones, la empresa Cubana de Aviación así como también barcos procedentes de las Unión Soviética continuaron realizando numerosos desembarcos, a Chile estaban llegando armas ilegales procedentes de todas las naciones socialistas capaces de armar a más de 30 mil hombres y también ingresaron se dice que cerca de unos 13 mil extremistas que venían de diversos países en activos oficiales encontrados después de la caída de Allende se pudo comprobar cómo ese armamento ilegal depositado en la residencia presidencial comenzó a ser distribuido entre los miembros de los círculos violentos afectos al gobierno, se descubrieron también campos de entrenamiento que estaban siendo financiados con el dinero de los contribuyentes, en octubre de 1972 la escasez de bienes más esenciales, la inflación, el desempleo y el clima de violencia produjeron manifestaciones que tuvieron un alcance nacional, muchas actividades se paralizaron, incluyendo una rectificación, exigiéndole al gobierno que rectificase su actitud, los transportistas, los comerciantes, los industriales, obreros y empleados, más de 400 mil campesinos y unos 500 mil estudiantes se plegaron al paro, el Presidente Allende ya se había separado de los caminos constitucionales, mientras la violencia se extendía el país se llenó de barricadas, para reprimir a las masas, además de las fuerzas públicas Allende recurría cada vez más a sus brigadas y a círculos civiles violentos y para ese momento se dice que ya estaban fuertemente armados, los principios controlados por los marxistas utilizaron sus equipos contra los manifestantes de la oposición y hubo centenares de heridos, ante la imposibilidad de controlar el descontento popular el gobierno se quitó la careta y de alguna manera comenzó ya actuar por vías que eran obviamente dictatoriales y se clausuraron todos los medios de comunicación que se oponían al gobierno sin tener por supuesto atribuciones para ello y se estableció una cadena informativa oficial y única, pero la rebelión popular subsistió y Allende tuvo que pedir una vez más auxilio a las Fuerzas Armadas.

La incorporación de las Fuerzas Armadas al Gabinete permitió poner fin a la huelga general que paralizaba el país y restablecer el orden hasta los comicios parlamentarios de 1973, los militares parecían plegados a los designios de Allende, lo cual por supuesto llenaba de pesimismo a la oposición chilena que no le encontraba salida a aquella situación tan dramática que estaban viviendo, en fin en esos comicios de 1973 3l gobierno se valió de un grotesco fraude electoral, preparado por los funcionarios comunistas de la Dirección del Registro Civil, se utilizaron los nombres de menores de edad, de personas que estaban fuera del país, personas fallecidas, de adeptos al régimen que votaron en numerosas oportunidades, electores fantasmas con direcciones falsas, extranjeros ingresados ilegalmente al país, pero provistos de identificación, de identidad por parte de personas vinculadas al propio gobierno, también se utilizaron muchas otras formas de fraude.

A mediados de 1973 el gobierno decreta la Escuela Nacional Unificada cuyo propósito era textualmente el de transformar a cada chileno en un elemento para afianzar el sistema socialista, así Allende destruye a la libertad básica de enseñanza que había jurado respetar, nuevas protestas que fallaron por supuesto en todo Chile, después de algunos compromisos comerciales retomaremos el tema de Salvador Allende.

Las mujeres desempeñaron un papel fundamental en esos movimientos contra sus marchas que siempre fueron pacíficas, el gobierno lanzaba no sólo a los carabineros sino también a los círculos violentos afectos al gobierno, pero Allende no se atrevía ya a decretar un nuevo estado de emergencia, pues, temía que las Fuerzas Armadas aprovechasen la circunstancia para desarmar y desmantelar aquellos círculos violentos integrados por extremistas, socialistas, marxistas y extranjeros radicales, cuya verdadera envergadura el gobierno quería mantener en secreto a toda cosa, la incompetencia del gobierno era absoluta, el caos reinante podía estallar en cualquier dirección, con una economía paralizada, una inflación fuera de control y un país cada vez más polarizado entre la izquierda y la derecha, Allende fue progresivamente perdiendo el control, un anticipo del inevitable desenlace tuvo lugar el 29 de julio de 1973, varios tanques rodearon el Palacio de la Moneda, que es el palacio Presidencial allá en Chile e hicieron algunos disparos, el movimiento fue espontáneo y las Fuerzas Armadas lo reprimieron, lo sesgaron prontamente, ese enorme gasto de armar a aquellos círculos violentos a la hora que el gobierno los necesitó, esos no aparecieron por ninguna parte, por lo visto sólo tenían valor para disparar contra civiles desarmados, la quiebra del sistema constitucional ya era total y así lo declaraba por cierto, el presidente de la Corte Suprema de Justicia don Enrique Urrutia.

Un nuevo paro nacional apoyado por trabajadores, empresarios, transportistas, mineros, estudiantes y campesinos se produjo a fines de julio de 1973, a partir de este momento y durante el siguiente mes y medio el caos ya no se pudo detener, finalmente el 11 de septiembre de 1973 se produce un golpe de Estado que encabezado por Augusto Pinochet pone fin al gobierno de Salvador Allende, se dice que aquel golpe había sido apoyado por la CIA de los Estados Unidos, según la versión oficial de los hechos Allende se suicidó, otros dicen que la responsabilidad de su muerte correspondió a los golpistas, pero también hay algunos que dicen que Allende fue asesinado por miembros cubanos de su anillo de seguridad, según esta última versión el dictador cubano prefería un mártir inmolado que un socialista derrocado, los mártires siempre son útiles para construir leyendas, pero el propio Allende siempre dijo que él no tenía sangre de mártir, los hechos narrados producen hoy en día en Venezuela escalofrío por el paralelismo planteado y no estoy por supuesto comparando a los personajes, estoy simplemente comparando los procesos, Allende ha sido transformado en un mito, pero en realidad a mi personalmente me cuesta trabajo creer que haya sido un demócrata, no puedo serlo alguien que contando apenas con el apoyo de una tercera parte de la población pretende imponer a cualquier costo cambios profundos en el sistema de vida de una sociedad aún en contra de la voluntad decidida de las otras 2/3 partes de sus miembros, no es un demócrata quien pretende manejar una nación como si se tratase de un fundo propio, no es un demócrata quien gobierna de espaldas a las instituciones y no respeta la independencia de los poderes públicos, no es un demócrata quien arma a círculos violentos y los protege de la acción de los tribunales, no es un demócrata quien gobierna como un autócrata, no es un demócrata quien amenaza a ciudadanos pacíficos con las armas del Estado, no es un demócrata quien usa los fondos públicos con fines diferentes a los establecidos en el presupuesto, no es un demócrata quien siembra odios y divisiones en su país, sin embargo, resulta imposible justificar la violenta represión con la cual el gobierno de Augusto Pinochet zanjó las diferencias y los odios que Allende había sembrad0o en Chile, pido a Dios que en Venezuela podamos encontrar una salida civilizada y democrática, pareciera que la única vía para lograrlo son unas elecciones anticipadas.

Chile hoy en día ha alcanzado un nuevo equilibrio, incluso el propio partido de Allende se encuentra hoy en día en el poder, pero el Presidente Lago es hoy en día un hombre bien diferente a lo que fue Allende en su momento y el mismo partido socialista ha madurado y comprende que en el mundo existe una realidad diferente.

Agradezco una vez más a ustedes esta oportunidad que me brindaron de conversar a través del cristal de sus televisores y espero que en un futuro cercano me vuelvan a recibir en sus hogares.
(fin de la transcripción)

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Gabriel Rodríguez para PiensaChile.com


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