Después de haber oído y leído dos informaciones en El Correo del Orinoco y Últimas Noticias[1], la duda la llevo metida en los sesos y viene aplicándome una de contraloría social, cuyo objeto es colocarme en un estado dilemático con cuatro preguntas que me zumba en la consciencia:
¿Es lo ideológico lo estratégico? ¿Es lo productivo? ¿Qué hubiese pasado a la revolución en este año, si el barril de petróleo llega a colocarse por debajo de los 30 dólares? ¿El logro de la reducción de la pobreza es una baja efectista o irreversible?
En el Programa de “José Vicente Hoy”, el Ministro del Poder Popular para la Planificación y Desarrollo señaló que “El país sigue viviendo una transición política entre la cuarta y la quinta República. Se ha avanzado en la política pero el aparato productivo está rezagado. Se entiende, que cuando el Ministro Giordani destaca el avance en la política, está haciendo referencia especial a ese proceso de trasformación que viene operando en Venezuela y cuyo resultado se hace presente en la existencia de un sujeto políticamente activo: Un ciudadano.
Ese es un dato o referencia indiscutible que pone igualmente en el plano nacional un importante logro de la revolución, pero el mismo no establece necesariamente una correlación estrecha (alta) entre esa condición de sujeto activo y lo ideológico. Se relacionan evidentemente, pero no hay ahí una especie de matrimonio; hay ahí una relación frágil, posible de romperse ante cualquiera situación en la cual, el ciudadano perciba, que la esperanza se va agotando o diluyendo operativamente en situaciones que toman distancia de la imagen objetivo prevista en el Proyecto Nacional “simón Bolívar”. Los problemas pueden eventualmente superarse, pero por falta de madurez y seguimiento a las políticas, aparecen los inconvenientes, tal como sucedió con Barrio Adentro.
La otra nota o información que produjo un ruido la ofreció en “un mega operativo” el Viceministro de Políticas Alimentarias, Rafael Coronado Patiño, quien en compañía Richard Canán, Viceministro de Economía Agrícola, expresó lo que a continuación se transcribe:
Durante los diez años de revolución, el gobierno ha hecho importantes esfuerzos para reducir los índices de pobreza, de pobreza extrema, desnutrición a través de políticas que han permitido crear la infraestructura para fortalecer la producción. [Mercal y Pdval] trabaja en el incremento de la producción de alimentos mediante el apoyo integral al sector agropecuario y en las zonas rurales (…) la red Mercal cuenta con 16 mil puntos de ventas en la cual se distribuyen alimentos de alta calidad. Agregó (dice la nota) que desde el martes pasado se han realizado en el país mil 100 operativos de distribución a cielo abierto, en los cuales se habrá distribuido 12 mil toneladas de alimentos”
Es un extraordinario logro haber disminuido la pobreza y por ese acontecimiento o logro tan significativo, merecemos la felicitación de la FAO, porque esta organización ve los datos y no se pregunta, qué hace posible esa disminución. Diez años de intensos operativos y mega mercados no es precisamente un hecho que pueda satisfacernos revolucionariamente. Esa actividad sin lugar a dudas está hedionda a cuarta república y huele mucho Caldera II y Teodoro. Hoy es posible que se ejecuten más operativos y mega mercados que durante la IV, pero ese logro no pone a prueba la superación de viejo Estado y las prácticas de los operativos.
Tener muchos puntos de ventas y distribuir productos de calidad con un 40% por debajo de los precios que se facturan en los centros comerciales, es muy bueno, pero no es vergatario, porque esa capacidad puede sostenerse por subsidios e importaciones a granel. En el fondo es una práctica con mucho sentido de justicia, pero no muy revolucionaria.
Los dos Viceministro no informan por ejemplo, cuánto de las cientos de miles de toneladas de productos vendidos en esos operativos son producidas por los productores nacionales, cuántas de los cientos de miles de toneladas de productos vendidos en esos 16 puntos de ventas, son gracias al financiamiento que realiza el Estado venezolano. Sin esa información adicional, toda esa iniciativa puede ser muy buena, pero no deja de ser más o menos una política efectista y posible porque el petróleo y la conducta ahorrativa de Chávez lo permiten. No es sustentable y es una política con pies de barro, sostenible porque el petróleo aún con la aguda crisis que confronta el capitalismo, es la única fuente de energía capaz de mover al mundo.
Ahora bien, si comparamos las dos informaciones, algunos de estos tres funcionarios no está pasando una “rabo de cochino”, porque Giordani expresa una situación crítica que nos coloca frente a una gran debilidad y los Viceministros dan una visión contraria. Todo va casi perfecto porque se vende, pero el reto de esta revolución y de la seguridad alimentaria no es vender; eso no parece ser lo estratégico.