Al fin parece haberse dado cuenta el Presidente de cuál es la situación real en el sistema eléctrico nacional y se decide a tomar medidas que, esperemos, sean para encaminarnos en la solución definitiva del problema. No nos resulta para nada satisfactorio decir ahora “yo te lo dije”, aunque lamentablemente así fue, sin que se tomara, al parecer, ninguna acción tendiente a solucionarlo en aquellos momentos en que ya empezaba a vislumbrarse la situación que hoy está de manifiesto.
El Presidente ha declarado públicamente los problemas presentes en los altos niveles de las empresas eléctricas, jugosamente remunerados pero que, palabras más, palabras menos, parecieran oponerse a la solución de los problemas de suministro eléctrico que día tras día se han venido haciendo más graves hasta el punto de tener que imponer racionamiento del fluido eléctrico por sectores para minimizar los apagones imprevistos que cada día iban en aumento en cada vez mayor número de sectores en todo el país.
Para dejar constancia de nuestra preocupación remitimos al lector a los artículos “La quinta columna” (http://www.aporrea.org//a5304.html) del 19.10.03; “¿Que se cuece en PDVSA?...Alerta, Presidente” (http://www.aporrea.org/energia/a20364.html) del 13.02.04; y “Lo presentía y lo advertí” (http://www.aporrea.org/energia/a20364.html) del 19.03.06, publicados en esta misma revista y en los cuales se denunciaba con nombres y apellidos a una serie de personajes vinculados al extinto partido AD y a la empresa eléctrica CADAFE, que en esa época estaba en un proceso de restructuración la cual fue elaborada en las oficinas de un conocido apóstol de la época de CAP I que estaba tramitando un jugoso contrato de hosting con PDVSA, que finalmente no sé si se lo dieron, pero en cambio la gerencia de CADAFE sí quedó en manos de fichas del antiguo partido y hoy se están viendo los resultados que podían esperarse de tal gestión.
Está bien que al ciudadano Presidente le pasen de contrabando los nombres de personajes connotados personajes de la IV-R, que además celebraron el golpe del 2002, para que ocupen cargos de tan alta significación desde los cuales se trazan políticas y se imparten directrices contrarias al avance del Proceso, pero estaría mejor que, cuando se dé cuenta de una situación de este tipo, exija cuentas a sus colaboradores inmediatos que propiciaron tales designaciones.
Para finalizar, debemos señalar que esta quinta columna sigue vivita y coleando, instalada en las demás empresas de servicio público (CANTV, las HIDRO) y las oficinas gubernamentales que tienen contacto con el público, al cual terminan transmitiéndole una imagen negativa conforme a los propósitos que animan a los numerosos sobrevivientes de la IV-R en esas entidades.
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