¡Qué terrible este asunto de las encuestadoras! Se jactan de medir tendencias en la opinión pública y hace rato perdieron cualquier asomo de equilibrio y honestidad. ¿Atisbos de cientificidad?: cero. Están programadas elecciones parlamentarias para el 2010. Ante estos eventos la mediática opositora lanza globos de ensayo: se prorrogará el período de los diputados más allá de su vencimiento; y luego, el Gobierno va a adelantar los comicios legislativos.
En este lance de flechas en procura de que las masas opositoras se enardezcan y tomen las calles, los que pierden son ellos mismos. Sus seguidores están decepcionados. Han comprendido que los voceros y líderes de estas organizaciones juegan siempre con la mentira. No sólo distorsionan la realidad. Dicen tantas falsedades que con un mínimo de materia gris la gente capta el engaño. Prueba reciente, todo lo que se especuló con la Ley Orgánica de Educación. Sólo falacias.
La sociedad actual necesita y requiere con urgencia el insumo informativo. La gente busca la noticia con un mínimo apego a la verdad. ¿Qué hace la prensa nacional? En su mayoría, en Caracas y el interior del país, las informaciones son contra el Gobierno. Este es culpable hasta del divorcio de Madonna. ¿Qué hacen los medios radioeléctricos comerciales? En coro, cartelizados, condenan al Gobierno; culpable hasta de los desastres naturales.
Entre encuestadoras nos veamos. El Chávez portaviones ha quedado reducido al Chávez barrena. Para Datanalisis, en su última medición, comentada con regocijo por los medios opositores, la popularidad del Presidente está en 17%. En el foso, pues, en el subsuelo. Dicen, con sorna: Al fin, llegó la hora.
Asaltaremos el poder en primavera. Él solito se cayó. No se entiende. ¿Si las elecciones próximas son legislativas, por qué giran en torno al Presidente? La disminución paulatina de popularidad de que habla la encuestadora permea todas las clases hasta llegar a la E. 53,8% de ésta no confía en el Presidente. Hasta el Psuv ha perdido 12 puntos. ¡No llega ni al 20%! Agregan con dolor, el apoyo popular que pierde Chávez no lo capitalizan sus adversarios y el descenso del Psuv no fortalece a las organizaciones de oposición. Dicen y se refutan. Son un mar de contradicciones! Periodista