Las Angustias de Chávez y el PSUV con el Cual Sueño

Por la década de los setenta del siglo XX, conocimos la gloria de Cassius Clay o Mahammad Alí. El Cassius Clay o Muhammad Alí, en sus años de gloria, nunca dejó de ser “Bocazas”, apodo que se ganó porque antes de cada pelea, hablaba sobre lo que haría con su rival. La pelea resultaba ser tal cual la planteaba en sus proyecciones o promesas.

Al leer y oír algunos micros del discurso que ofreció el Comandante en el acto del viernes (13/11/09) en la jornada de rechazo a las bases militares de Estados Unidos en su nuevo estado, vino a mi memoria la figura de Cassius Clay en su tiempo de gloría en el boxeo. Me dije calladamente y ahora lo escribo, que de existir un PSUV no en el papel, sino realmente en la práctica, hay cosas que dice Chávez en cualquier evento, que debería decirla y discutirla en unos sitios (en las reuniones del PSUV por ejemplo) y dejarla ahí, una vez tomada las decisiones del caso.

En lo personal me dejó una grata sensación eso de “Fuetear” a los Vicepresidente y Ministros. Chávez nos comunicó una vez más sus angustias sobre la ineficiencia y ineficacia del gobierno, pero muy a pesar de esa grata sensación; el “fuetear” no quedó muy bien, no porque no haya ministros que no merezca un “fueteo”, sino porque creo que no era el sitio y el momento. Cassius Clay advertía o adelantaba su desempeño en el cuadrilátero porque tenía que esperar la pelea para cumplirlo. El lugar para demostrar su condición de gloria del boxeo era ese reducido espacio y frente a millones y millones de televidentes que lo seguían.

¿Cuántas advertencias y alertas nos ha planteado el Comandante y líder de esta esperanza, sobre el desempeño del gobierno y de sus colaboradores?

Muchas. “Aló Presidente” ha interpelado ministros y gerentes de plantas y la contraloría se ve roja porque los datos precisan poca efectividad. Hemos visto, como el Comandante casi se retuerce de angustia porque las cosas van lentas o muy lentas. A pesar de sus angustias, algunas de sus manifestaciones modelo Cassius Clay no parecen ser ajustada a los tiempos: Los Ministros ya pelearon y los puntos no les cuadran. No tiene mucho sentido expresar lo que piensa hacer, porque muchos ministros están tirados en las tablas y las cuentas ya pasan de diez y no se mueven.

Nadie discute que Chávez en un tremendo líder e inspirador. Nadie discute su gran capacidad de trabajo, que no rinde lo suficiente por el desempeño de otros. Nadie ponen en discusión su total entrega al país, pero hasta donde sé, nadie ha discutido, porque no hay PARTIDO, la selección que hace de sus colaboradores (Ministros, Vicepresidente, Viceministros, presente de empresas) y bajo esas circunstancias, las angustias y reclamos que a veces presenta públicamente, deberían quedar un poco también bajo su entera responsabilidad y privacidad. El tiempo para enterarnos viene cuando se publique la carta de despido.

No contemos las innumerables advertencias y quejas que ha ofrecido sobre ciertos desempeños. Revisemos las más celebres y que produjeron una “decisión política” que aún espera por cumplimiento. Con la pérdida de la reforma a la Constitución nos comunico la necesidad de las tres “erres” y al final de cuentas, las tres erres se quedaron como eso: una ingeniosa manera de canalizar sus angustias y de comunicarnos que la derrota tenía sabor a la ineficiencia del gobierno.

Pasado el tempo, todo parecía estar casi perfecto porque “los cambios” se limitaron básicamente a reacomodos. En este año y en el II Consejo de Ministro Ampliado realizado en el estado Guárico, el Comandante y líder de esta esperanza dijo lo siguiente:

“Debemos darle un sacudón interno a las estructuras del Gobierno, yo le pido a cada uno de ustedes que la fuerza que tengan, la pongan en práctica para sacudir las estructuras del gobierno (….) Este reimpulso del gobierno (es necesario) para fundar el Estado Nuevo para el socialismo Bolivariano”

En esa oportunidad el comandante habló de un sacudón, que si nos remitimos al contenido de su discurso del día de la marcha contra las base gringas en la frontera de Venezuela con los EEUU; puede afirmarse que ese “sacudón” no ha llegado ni a una leve y simple “meneadita”, porque desde ese II Consejo de Ministro ampliado hasta el 13/11/2009, no ha pasado casi nada, sino una nueva angustia que luego se disipará con un tranquilizante.

Comandante, no tiene que hacer como Cassius Clay, porque el ejercicio del gobierno se parece mucho a un “rin” de boxeo, pero los “noqueos” fulminantes se dan en Miraflores. El tiempo está pasando y hay necesidad de mejorar los RESULTADOS para que el proceso se empine y tome vuelo. Aplique ahora de una vez: tres eres, sacudón y el fuete. No más advertencia y amenaza porque el tiempo pasa y el mundo (como dice la canción) gira y gira.

Pidamos a la Virgen y al niño Jesús que nos mande un PSUV real con unos directivos menos disfrazados de rojo, pero un “pelito” más autónomo. Es decir, con unos directivos que puedan ejercer la crítica y la autocrítica. Sueño que algún día, el PSUV tendrá una Dirección Nacional con un “cuadro” (hombre o mujer) con suficiente criterio político (y autoridad) para decirle al líder y trabajador incansable de esta gran esperanza: usted es la caja de machete y el líder indiscutible, pero se puede equivocar con este nombramiento o con esta decisión. Si eso llega a suceder, es decir, si tenemos un hombre o mujer que sea capaz de manifestarle algo así en el momento que sea necesario, vamos en la vía de tener un partido revolucionario.

evaristomarcano@cantv.net


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Evaristo Marcano Marín


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