Ante los argumentos emitidos por los ministros Jorge Giordani, Eduardo Samán, Alí Rodríguez y los ex ministros Ana Elisa Osorio y Rodrigo Cabezas, para explicar la devaluación del bolívar frente al dólar y el resto de las divisas del mundo, igualmente, ante los argumentos expuestos por tres obreros a quienes contactamos inicialmente haciéndoles un llamado de atención para que no barrieran a punta de manguera y agua, las amplias aceras de acceso al centro comercial Plaza Las Américas, para luego obtener una réplica tajante… “Es culpa de Chávez la falta de agua, pero los dueños del centro comercial la pagan y bien caro”.
No albergamos dudas acerca de las graves repercusiones que tendrá esta medida, inscrita en los libritos del Fondo Monetario Internacional, para el fortalecimiento la frágil e incipiente estructura económica socialista.
La decisión se adopta con dos modalidades: 1. Se devalúa un 20,93% el bolívar destinado a la casi totalidad de importaciones y pagos relacionados con el funcionamiento del sector público, alimentos, salud, educación, maquinarias y equipos, y ciencia y tecnología, pago de la deuda pública externa, remesas, becas, deporte, etc. 2. Se devalúa un 100% el bolívar destinado al resto de las importaciones de bienes y servicios.
En primer término me referiré a la devaluación de Bs.2.15 a Bs. 2.60, una especie de “autogol”, pues disminuye la capacidad de compra de divisas al propio gobierno (por ejemplo, la Cancillería va a tener que reducir su presupuesto de divisas en un mas de un 20% y así por el estilo); las becas estudiantiles igualmente se reducen en la misma cantidad, las pensiones y jubilaciones de venezolanos en el exterior. Inexplicablemente uno de los ítems, las remesas para familiares en el exterior (donde se materializa una importante fuga de divisas por falta de controles) ha debido ser colocado en la modalidad de Bs. 4,30.
Los alimentos así sean los comercializados a través de las redes Mercal y PDVAL subirán y tendremos aumentos especulativos en los alimentos distribuidos por el sector privado. Las medicinas también las veremos aumentadas, en tanto que no se desarrolle una industria farmacéutica socialista propia, incorporando incluso los saberes indígenas, (en casa de herrero, cuchillo de palo) que aún no ha propuesto el ministro Samán. El costo de la ciencia y tecnología de los países desarrollados, tan necesario para la transformación tecnológica de Venezuela se incrementará.
Si se trataba de instalar un cambio dual, para favorecer el desmontaje de la estructura capitalista y garantizar rápidamente el posicionamiento de un plantel financiero, agrícola, industrial, manufacturero y comercial, bajo una estructura económica cuyas fuerzas productivas y relaciones de producción se encuentren en correspondencia con el modo socialista de producción, no termino de entender entonces, porqué favorecer al denominado sector exportador, intervenido ampliamente por el narcotráfico, para realizar exportaciones de cocaína en productos tales como café, chocolate, condimentos, muebles y cualquier cosa imaginable que logre burlar al olfato de los perros y los sistemas intrusivos de verificación de contenedores. De esto hablan los miles de kilos de droga procedentes de Venezuela y detectados en puertos y aeropuertos europeos. Aparte de que el sector exportador favorecido, léase los monopólos representados en el Grupo Polar; Vollmer y sus especies alcohólicas; RCTV, Venevisión y sus enlatados semi-pornográficos; los pillos dueños de las cigarrilleras y la Asociación Nacional de Industriales del Café; los golpistas propietarios de Maizina Americana, entre otros, jamás revertirán sus píngûes ganancias en dólares a la masa trabajadora que les sirve en Venezuela, pues aquí se mantendrá si acaso el salario mínimo y… ¿los dólares obtenidos por las ventas de sus mercancías en el exterior?, a buen resguardo en las jugosas cuentas de bancos norteamericanos y europeos.
El primer tipo de cambio debió orientarse hacia un fortalecimiento del bolívar frente al dólar, esto es que en vez de devaluar el bolívar, ha debido revalorizarse, con fundamento a las siguientes tesis:
1. El dólar ha venido devaluándose históricamente ante el mundo, tal y como lo viene desmostrando en sus distintos y más recientes mensajes el comandante Fidel Castro. El Presidente Chávez ha denunciado la bancarrota del sistema monetario internacional, incluso ha propuesto al petróleo como punto de referencia mundial para las operaciones del mercado internacional de divisas. Venezuela viene promoviendo el SUCRE como signo monetario para los intercambios del ALBA, distinto al dólar.
2. Tenemos un bolívar respaldado no tan solo por la masa de 35.000 millones de dólares de nuestras reservas internacionales, que si se usa como multiplicador monetario al cambio de 2.15, da lugar a una base monetaria de 75.250 millones de bolívares fuertes, a los cuales hay que agregar una capacidad de respaldo productivo internacional representado en el plantel industrial petrólero mas las reservas probadas, de petróleo, gas, hierro, dolomita (aluminio), Oro.
3. Tenemos adicionalmente un pueblo trabajador que progresivamente ha ido venciendo las sombras de la ignorancia y el bajo desarrollo humano, el cual constituye una formidable fuerza laboral capacitada, poco común entre los países subdesarrollados.
4. Esa masa laboral en estricto sentido marxista necesita terminar de formarse actuando sobre la tecnología desarrollada por el capitalismo, dominándola integralmente para crear su propia plataforma tecnológica y por tanto, debe acceder a la ciencia y tecnología de los países desarrollados al menor costo monetario posible.
Propongo por tanto una medida de rectificación cambiaria equiparando el bolívar socialista con el dólar capitalista (1x1) para acceder a bajo costo a los productos, maquinarias, repuestos y tecnología que Venezuela debe adquirir en el exterior. Al adoptarse, Venezuela se libera prácticamente de mas de la mitad de la agobiante deuda externa, cuyo peso ronda el 30% del Producto Interno Bruto; en otro sentido fortalecemos el valor de intercambio internacional del SUCRE y por tanto la capacidad económica del ALBA.
La medida implica la formación de dos tipos de reservas monetarias en dólares: la reserva destinada al fortalecimiento de la economía productiva socialista y la reserva destinada al consumo de bienes originados en los países capitalistas y las operaciones de compraventa que se realizan en Venezuela bajo las reglas del mercado capitalista.
La primera reserva se alimenta con los dólares provenientes de la venta del petróleo y otros productos de exportación que en menor escala generan las fuerzas productivas socialistas. Al ingresar paritariamente al torrente productivo de la economía socialista, disminuyen los costos operacionales y ampliamos la capacidad de desmontaje de la estructura económica capitalista.
La segunda reserva ya existe y por tanto no es necesario que el gobierno la alimente pues se encuentra en los capitales colocados en el exterior por los pluscuálidos, cuyas operaciones se realizan sin registro y control en dólares, mediante transferencias entre cuentas abiertas por venezolanos en distintos países para el pago de bienes y servicios radicados en Venezuela.
En este caso es necesario un control y regulación de precios en el mercado de bienes y servicios que son intercambiados bajo las reglas del capitalismo; por ejemplo: venta de inmuebles, oro, automóviles, pasajes aéreos, paquetes turísticos nacionales e internacionales, franquicias internacionales, etc., todos ellos afectados por el mercado negro de dólares. Una Ley con penas severas (hoy es posible este tipo de legislación en el marco del Convenio de Viena contra el tráfico ilegal de capitales) debería obligar a los pluscuálidos a declarar el monto de los capitales que tienen colocados en el exterior y que soportan todo el mercado de importaciones que luego alimentan la oferta especulativa de la que somos victimas.
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