Después de leer el artículo de William Izarra publicado en esta misma página, en el que hace referencia a la forma de escogencia de los candidatos a alcalde y gobernadores para las próximas elecciones regionales. Nos parece pertinente escribir algunas líneas al respecto, con el ánimo de contribuir al debate, en función de democratizar la escogencia de los mismos, así como el ejercicio de dichos cargos públicos. En primer término, y respetando la opinión del compañero Izarra, nos parece un tanto engorroso el mecanismo de taller que él propone. Siendo profesor universitario y teniendo alguna experiencia en la realización de talleres, creemos que este no es el mecanismo más democrático y expedito para escoger los candidatos a participar en las próximas elecciones regionales. Un taller debe tener un programa, y este siempre tendrá un sesgo, determinado por la posición ideológica y política de quienes o quien lo elabore. Por otra parte, esto no garantiza nada con respecto a la gestión pública de la persona escogida. El principio que debe prevalecer es el de democracia. Que sean las bases quienes decidan. Así como el de la revocabilidad de los funcionarios. Desde nuestro punto de vista, consideramos que la proximidad de las elecciones regionales pone en el tapete la cuestión de la democracia participativa, y su definitiva y real concreción. En la actualidad, muchos gobernadores y alcaldes "revolucionarios" no son otra cosa que "adecos con boina roja", como diría uno de mis estudiantes en la UCV. Profundamente cuestionados o acusados de corrupción. En otros casos, connotados antiobreros como Didalco Bolívar en Aragua o el alcalde privatizador de Maracay, de apellido Prieto, llegaron a sus cargos montados en el portaaviones Chávez, y hoy usufructan las mieles del poder. Esta es la consecuencia lógica de la escogencia a dedo, sin contar con las bases. Los comandos, llámense como se llamen, no pueden seguir siendo los que decidan quiénes son los candidatos. Para enfrentar de raíz este problema, consideramos que en cada estado y municipio, las organizaciones populares y sindicales, así como las distintas organizaciones políticas que apoyan el proceso revolucionario, deben convocar elecciones primarias en las que democráticamente se escojan a los candidatos. Los precandidatos, a su vez, deberían ser escogidos en asambleas convocadas por las organizaciones o comunidades que los postulen. Cuál debería ser el perfil de los candidatos a alcalde y gobernador? En primer lugar, deberían ser luchadores sociales reconocidos en sus localidades. Dirigentes populares, sindicales, estudiantiles y políticos que se hayan destacado en todas las luchas que se han producido en el país y en cada región en los últimos años. Deben ser dirigentes de reconocida honestidad, que hayan jugado un papel relevante en la lucha por las reivindicaciones de la comunidad o del sector laboral al que pertenecen; así como en las luchas contra el fascismo, contra el golpe de abril de 2002 y el paro-sabotaje petrolero. Qué proponemos? Escogencia de los precandidatos a alcalde o gobernador en asambleas. Elecciones primarias para escoger a los candidatos definitivos. Todos los funcionarios deberían ser revocables en cualquier momento (esto significaría una reforma a la Constitución). Contraloría social de sus gestión a través de los Consejos Locales de Planificación Pública y de las organizaciones populares y sindicales de la localidad o de la región. Miguel Angel Hernández Arvelo Profesor de la escuela de Sociología de la UCV Dirigente Nacional de Opción de Izquierda Revolucionaria (OIR) miguelaha2003@yahoo.com