“Los recursos de la cultura no son una piñata”, afirma el ministro Farruco Sesto recientemente con falaz discursiva política que comprende su procedimiento administrativo en la organización que preside, el Ministerio del Poder Popular para la Cultura Venezolana.
Tampoco es la “caja de Pandora” se agregaria aún más como tampoco la “lámpara de Aladino”, puro cuento, y, sueños pseudo culturales millonarios que no han dejado ni siquiera una base cognitiva identitaria cultural fronteriza por la Paz en el continente. No anda el paso de los acontecimientos sociopolíticos.
Dejar de actuar como una agencia de festejos multidepartamental de eventos. Que no dejan nada, sólo cifradas estadísticas en cuadros para lograr nuevas asignaciones presupuestarias anualmente.
¿Donde está el MPPC transformador? ¿Revolucionario socialista humanistas igualitario? puro continuismo administrativo cuarta república, empeorado ahora con el bolirriquismo falto de autoconciencia donde nunca hay una contraloría integrada proporcionalmente por el pueblo y la institución o aparato cultural.
Constituida vinculada con la Ley Orgánica de Consejos Comunales, la Ley orgánica de Educación, Planificación…
no al sesgo de la administración organizacional llamada y “marxistamente” conocida como Infra y Superestructura, la cueva de Ali Babá y sus 40 trabajadores sectorizados en departamentos que discriminan clasistamente las divisiones del trabajo enajenando a los cultores populares con la ¿artesanía y el arte? Y no proceden al desarrollo antropológico político requerido con urgencia y su propio personal de base le utilizan con relaciones contractuales leoninas que violan todos los derechos al trabajo.
La necesaria Ley Orgánica Cultural ¿corregiría estas desviaciones? ¿Le es conveniente las divisiones del trabajo y Fundaciones adscritas que estructuran el organigrama laboral ecléctico ministerial actual?
Se entiende que hay burócratas, pero son respetados por su efectiva eficiencia. El mundo político es así.
El flujo grama socialista de un ministerio cultural rige transitando amplios aspectos de los sectores de la vida nacional y nuestro que hacer actual pluricultural del Ministerio del PP para la cultura es renuente a ello.
Con procesos de mentalidad “burguesista” y la prueba es que no influyen “como matriz cultural social” en el proceso presente sociopolítico hacia un socialismo venezolano y del continente.
Promulgan protagonismo pero no incluyen y los gastos de imagen representativa de la corporación son millonarios. No trasfieren tecnología cultural, ni filosofía, ni antropología a las masas , es decir no influyen.
No convocan al pueblo no tienen capacidad para una crítica y profunda revolución cultural dentro de la diversidad cultural del país. Contrasta enormemente con los planteado en el Plan Socialista 2007-2013.
La Campaña Admirable promulgada por el comandante Chávez como ejercicio virtuoso didáctico es la respuesta ante la inminente carencia de movimientos culturales para la política socialista, así lo demuestra.
No al modelo “Rajatabla” de Carlos Andrés y R. Caldera, cuando Paulina Gamus y Sucre Figuerela regentaban esa Institución sin acciones concretas.
¿Será porque la constitución Bolivariana de Venezuela no plantea el término socialismo, clara, evidente, certeramente precisa , y breve, por lo que se comportan mal? Su deber es coadyuvar desde la institución cultural “popular”.
No negar a las categorías culturales con sus protagonistas legítimos que irrumpen dentro del proceso sin trafico de influencias, no suprimirles.
Imprimirles acciones ágiles inéditas tareas de masificación cultural parea hechos concretos no pura poesía. Según los proyectos planes y programas sus actividades colectivas comunitarias.
Sin tanto Burocratismo nacional en el aparato cultural de Estado, hay que desmitificar la cultura y a sus ministros.
Arteawao2003@yahoo.es
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, 1999
Ley Orgánica de Educación, Venezuela 2009
Ley Orgánica de Consejos Comunales, Caracas Venezuela, 2009
Ante proyectos de Leyes; Trabajo, Universidades.