¿Qué más podíamos esperar del profesor Eduardo Samán? Luego de
rompernos la cabeza durante estos días en torno al por qué Samán salió
del ministerio, él, con la humildad que lo caracteriza, emite un
comunicado no solo agradeciendo al pueblo, a aquellos que han escrito
por aporrea u otras vías, si no también agradece al presidente Chávez
por la confianza depositada en él y por haberle brindado la oportunidad
de
trabajar por el pueblo, porque Samán es pueblo, por el pueblo y para el
pueblo.
Hoy recibí una lección de humildad, y me la dió el profesor Samán cuando leí su comunicado.
Yo, como muchos, quedé congelada cuando Chávez mencionó a un nuevo
ministro, pero me dije, "mi comandante debe tener otra misión para
Samán. Una tan buena como la anterior. Debe ser eso. Yo confío en mi
comnadante".
Todos
sabemos lo valioso que es Samán. Hasta los escuálidos lo saben. Hoy ví
a una escuálida en el banco, mientras esperaba su turno, leyendo con
mucha atención una noticia de Samán en un pasquín. La cara de la mujer
era como de "Y ahora, ¿quién podrá defendernos de los especuladores?".
Samán
y su equipo de trabajadores, a quienes no podemos obviar, han hecho tan
pero tan bien su trabajo que ¿lo sacan? No, no señor. Yo insisto y
quiero pensar que mi comandante tiene una buena misión para él.
El
que conoce a Eduardo Samán sabe muy bien que es un ser incorruptible,
sincero, honesto, e incansabletrabajador. Y nuestro presidente lo sabe
también.
Samán le reiteró al Comandante su
condición de soldado de la Revolución, su lealtad
y su disposición incondicional al combate, con o sin cargo en la
Administración Pública. Una vez más, tanta humildad no me asombra.
Para
muchos, Samán se convirtió en el protector de los consumidores, del
pueblo víctima de los depredadores especuladores y acaparadores, al
contrario de Samuel Ruh, quien evidenció proteger a los empresarios y
comercios, y no al pueblo. Me cansé de denunciarlo por aporrea hasta
que por fín lo renunciaron.
Según dicen, "nadie es
imprescindible", pero cuando conocí al comandante me dí cuenta que la
frase no era cierta. Chávez es imprescindible, pero también son
imprescindibles hombres que están a su lado como Jorge Giordani, Alí
Rodríguez Araque y otros, incluyendo a Eduardo Samán.
¡Queremos a Samán en la administración pública!
¡Hasta los escuálidos lo quieren!