(Justificación de la Ley: Ideas para el Debate)

Ley del Consejo Federal de Gobierno (I)

Los medios de comunicación escritos y audiovisuales vienen (como debe ser en esta dictadura) recogiendo o registrando los ladridos de los perros. Estos medios registran los ladridos con una ambientación para que la realidad nacional se vea muy tenebrosa y los ladridos sean percibidos por los venezolanos como aullidos de lobos. Toda esta ambientación que no es nueva, viene por la aprobación de la Ley del Consejo Federal de Gobierno y porque los ladridos tratan de comunicar que la dictadura se afianza y está acabando con la descentralización y la democracia.

La aprobación de esta ley, como otras más que han sido estigmatizada por los perros, es un instrumento que facilita comprender, más allá de la ambientación tenebrosas que proyectan los medios de comunicación, una propuesta que observa al país bajo un criterio que conduce a disminuir las diferencias territoriales, que desafortunadamente desencadenaron diferencias sociales muy profundas. Producto de un esquema que se impuso en la Venezuela en el siglo XX, un venezolano nacido y residenciado en Puerto Ayacucho o el municipio Monagas del Estado Anzoátegui por citar sólo dos ejemplo, es distinto a un venezolano que nació y vive en Caracas o Miranda, porque ese esquema de abordaje de la problemática y la territorialidad, permitió que el venezolano de Caracas, Miranda o del municipio Chacao se le ofrecieran más oportunidades. En el Centro están los mejores hospitales, las mejores universidades, los mejores centros de información, las mejores vías de comunicación y están además, las instituciones que administran el poder. Todo lo tienen cerca y tienen facilidad para aprovecharse de las políticas del Estado.

Sabemos que los cerros de Caracas son fundamentalmente un producto de la “reforma agraria” y de la aplicación de un modelo de “desarrollo” sustentado en la renta petrolera que caía más fuerte en el centro del país, que no era zona petrolera. Para que tengan otra manera (más actual) de visualizar este hecho, puede afirmarse que el municipio Monagas del Estado Anzoátegui es hoy el Municipio más rico del país por lo que tiene en el subsuelo, pero curiosamente, es uno de los municipios más pobres, sino el más pobre de Venezuela. Gran parte de las oportunidades que disfrutan los mirandinos, los caraqueños y los habitantes del municipio Chacao, que se merecen tener todas las oportunidades posibles, se financian fundamentalmente con la renta que Venezuela obtiene por la extracción y venta del petróleo y en esos estados no hay producción petrolera. No se trata de “pasarle factura” a esa política que tiene diversas explicaciones y “justificaciones”, por el contrario, se entiende que esta Ley del Consejo Federal de Gobierno trata de convertirse en una especie de foro público para “mirar” al país con sus actores institucionales fundamentales (Presidente, Vice-presidentes, Ministros, Gobernadores, Alcaldes y Comunidades Organizada) y a partir de esa mirada, proyectar y comenzar a construir un país con menores desequilibrios territoriales y sociales.

Intento, a partir de una imagen que paso a describir sobre el Estado Anzoátegui y contenida en el Plan Estadal de Desarrollo, visualizar un poco el país que se ha organizado territorialmente, porque lo sucedido en Anzoátegui es una composición en miniatura de lo acontecido en todo el país. Quiero decir, que la manera como se ha ocupado el estado Anzoátegui es una figura en miniatura de la forma como se ha ocupado el país y ese hecho, desencadenó y está desencadenando procesos que se han hecho complicado y son difíciles de revertir.

La Zona Norte de Anzoátegui conformada por los Municipios (Bolívar, Sotillo, Urbaneja y Guanta) tienen actualmente 767.570 habitantes en una extensión de 2.029 Km2. Esto como hecho comunica que el 4,7 del territorio del estado vive el 49,50% de la Población y la densidad actual es de 378 habitantes por Km2. Hay concentración de población, concentración de recursos y también concentración de problema.

Para que se tenga una idea de esas contradicciones incompresibles que ha generado y genera ese modelo, PDVSA agrícola en el estado Anzoátegui (Oficinas principales) está en Lechería y ahí no se produce ni un ajicito. Las zonas con potencial agrícola están hacia el centro y sur del estado y ese hecho que parece no tener mucho sentido, contribuye a producir más presión en la zona norte, mientras que las zonas con vocación agrícola; los productores deben venir a Lechería para realizar cualquier trámites. Actuar así, es decir, colocar un centro de PDVSA agrícola en Lechería, además de ensanchar los desequilibrios territoriales, es una decisión “preñada de locura”. Un margariteño de ayer diría: Eso no se le ocurre ni a nango el guardiero

Esta es una realidad que se reproduce nacionalmente y no le conviene a Venezuela ni a los venezolanos, porque somos y tememos la necesidad de ser un país con los menores desequilibrios posible. La Ley como veremos en otra entrega trata de comprender y tratar esta problemática.

evaristomarcano@cantv.net


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Evaristo Marcano Marín


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