Como es ya conocido para el próximo 26 de septiembre han sido convocadas por el Consejo Nacional Electoral unas elecciones para diputados a la Asamblea Nacional, en virtud del vencimiento del periodo este año 2010 para el cual fueron escogidos los actuales miembros del parlamento nacional. En ese sentido y vista la importancia estratégica que tiene el poder legislativo, la guerra política se ha traslado a este escenario electoral y es que en los once años de desarrollo de la revolución dirigida por el Presidente Hugo Chávez se han librado muchas batallas entre los sectores populares revolucionarios y la extrema derecha representante de los intereses de la burguesía y el capital extranjero, el mismo Chávez lo reiterado en diversas oportunidades, que de perder la Izquierda la mayoría en la Asamblea Nacional la oligarquía fascista se vendría con una aventura quizás al estilo hondureño con un “Goriletti”, en esa maniobra se ha montado una campaña mediática para despertar el interés de las mayorías hacia el ente legislativo y su importancia, en los planes de la reacción.
En la primera batalla de este episodio electoral, los sectores bolivarianos encabezados por el PSUV le infligieron una derrota a los partidos de la cuarta república (mesa de la unidad) al aprobar el método de escogencia para candidatos dentro del partido con el procedimiento de las elecciones directas secretas y universales, donde todos y cada uno de los militantes del PSUV tiene el derecho a elegir entre todos los que se postulen, por supuesto que esta es la demostración que se avanza hacia el pleno ejercicio de la soberanía consagrada en nuestra constitución, donde a todos los ciudadanos y ciudadanas les incumbe saber el espacio en que participa y el por qué es decir la democratización del poder, su verdadera dimensión social.
De esa misma forma la derecha a regañadientes también ha tenido que abrir espacios de participación para sus parciales, aunque en un porcentaje muy bajo el solo hecho de que militantes que solo son utilizados mediante la disociación sicótica tengan derecho a decidir algunas circunscripciones, es un éxito de la democracia directa o radical que impulsa el proyecto bolivariano.
Asimismo dentro del campo revolucionario hay una queja constante contra las macollas dentro del buró, pues esta es una oportunidad de oro, las excusas de los aparatos y las burocracias ruedan donde hay trabajo y liderazgos, no hay aparato económico ni mediático que valga es hora de ejercer la democracia radical, la democracia directa.
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