En estas primeras ideas sobre la elección realizada, lo primero que debo decir es que, por principio soy de los que ven el vaso medio lleno. Este 26 no podemos verlo aislado de su contexto histórico, y en el mismo, no puede ser comparado con las elecciones del 2005 porque en ellas la oposición no participó y sólo fue representada en la asamblea por los salta-talanqueras que logró comprar. Entonces la comparación válida es con las realizadas el 2000, cuando el MVR obtuvo 92 diputados, y ahora el PSUV lleva obtuvo 98. En el 2000 la mayoría simple llegó a depender hasta de un voto, ahora habrá 33 votos de ventaja, lo cual no contradice la afirmación de que la lucha de clases se intensificará como no lo ha hecho en los últimos años. Acostumbro luego de ver el vaso medio lleno, mirar la mitad vacía. El Presidente el 15 de enero del presente año declaró que asumía el marxismo y el PSUV en sus documentos fundamentales ha hecho igual, pero el marxismo no debe ser sólo nuestra teoría sino también nuestra práctica y no lo ha venido siendo. Lo primera condición de esta ciencia política es ser crítica y autocrítica, claro en forma constructiva e implacable.
Los diputados elegidos son autoridades nacionales, que salvo el Parlatino son elegidos regionalmente, lo cual asemeja estas elecciones a unas elecciones regionales, independientemente de la connotación nacional que por coyuntura asumieron. Bueno, a lo que voy sobre la crítica y la autocrítica, en las últimas elecciones regionales perdimos Miranda, Zulia, Carabobo, Táchira, el municipio Petare y la Alcaldía Metropolitana de Caracas, las cuales antes habíamos ganado, y sin embargo no conocí de ninguna versión de nuestra máxima dirección que diera la explicación de lo ocurrido, menos aún que se nos informara cuales eran los correctivos que se implementarían y cómo. En política no existe la magia, y si vivimos en un mundo regido por la ley de causa y efecto, entonces si perdimos fue por lo que hicimos o dejamos de hacer, no hay otra. Una vez perdido el problema no es haberlo hecho, eso también pasa en el mundo, lo malo es no haber sacado las conclusiones e implementado las correcciones del caso. El marxismo nos impone establecer causas y sus correctivos, y de no hacerlo el marxismo será nuestra teoría pero no nuestra práctica. Ahora es el momento crucial para no repetir ese error, si seguimos así, estaríamos poniendo en peligro de derrota al Presidente y al proceso para el 2012, no olvidemos los resultados, claro tampoco perdamos de vista los más de 6 millones que se abstuvieron. Entonces, o hacemos un verdadero análisis e implementamos los correctivos necesarios en un “gran viraje” o seremos los culpables de la derrota popular, y cuando digo seremos realmente debería decir serán, porque para hacer una analogía deportiva como acostumbra hacer nuestro máximo líder, cuando un equipo pierde la culpa no es del jugador en la banca, es de quienes dirigen el equipo. Y lo primero es que cada quien asuma su responsabilidad y no haga la del avestruz o diga que la culpa es de la vaca.
Segundo, no podemos seguir dirigiendo el proceso desde las instituciones, el PSUV debe asumir su rol de vanguardia del proceso, tan declarado en los documentos fundamentales, ese a mi entender es la causa principal, entre varias, de lo que nos acontece, inclusive la gestión depende de ello, pero no que lo asuma este PSUV, hay que transformarlo para que no sea dirigido por algunas autoridades que lo usan para incrustar liderazgos o empleados designados a dedo, en instancias del partido mediante respaldo institucional, para asegurarse un poder partidista que le permita poder en el gobierno, y en detrimento de no pocos que sí tienen un compromiso de lucha. También en esto es donde hace falta “El Gran Viraje”, para evitar que todos hablen mal de los grupos personalistas, pero se hagan la vista gorda sin tomar medidas, todos hablan del lobo pero no se hace nada contra él, quizás ojala no sea el caso, es que lobo no come lobo. Una conclusión obvia “Si seguimos actuando igual obtendremos los mismos resultados”.
Tercero, Una perspectiva bien cierta que deja este 26 es que la lucha de clases se intensificará a partir de hoy mismo y con mucho más rigor a partir del 5 de enero del 2011. Y me pregunto quiénes pondrán el pecho en esa lucha, los marginados o los que están posesionados en cargos. Seguramente, no pocos querrán que lo pongan esos militantes medios, desempleados, para quienes no existe una política de cuadros que les de solidaridad a quienes han hecho de su vida la defensa de los intereses estratégicos del pueblo. Esa militancia media es vital para el sostenimiento del proceso y su líder, para la estabilidad del mismo en el tiempo, para que los que están bien sigan bien, y los que luchan puedan seguir luchando, para que el voto a Chávez se transmita a sus candidatos (cosa que no sucede), etc., pero quien se ocupa de ellos, dónde está la política de cuadros, por qué no se implementa a la brevedad una comisión que le busque solución a la situación de esos camaradas que seguramente podrían influir en esos 6 millones de abstencionistas (donde ya hay más de 2 millones de chavistas).
Entonces, ¿qué hacer?, la eterna pregunta de los revolucionarios. No podemos tampoco recurrir a brujos, la única respuesta congruente es “El Gran Viraje”. Cómo hacerlo, tampoco hay que ser un sesudo analista, la respuesta ya la ha dado el propio Chávez, aplicando las 3R, revisión, rectificación y reimpulso, que hasta ahora no han sido más que un slogan, o como decimos los revolucionarios un cliché. Y Cómo las aplicamos, aquí tampoco hay otra, aplicando el librito rojo, ese que está medio desaparecido, y que espero que aparezca ya pasado el 26, ese que señala que el PSUV debe ser la vanguardia del proceso, que debe existir solidaridad, dirección colectiva, y otras principios revolucionarios que no se han venido cumpliendo.
Camaradas llegó la hora, o nos organizamos para impulsar las 3R desde el librito rojo, o esto se lo llevará quien lo trajo. Los peligros no hay que verlos cuando ya están encima, eso no es ciencia, no es marxismo, hay que preverlos con tiempo. Lo que no ven los responsables de la situación -que no son los brujos de la oposición- deberían tomar conciencia de que, la consigna “Patria, Socialismo o Muerte” deberá ser interpretada como “El Gran Viraje o muerte”, y no solamente sufrirán las consecuencias los que están en la banca, sino los desposeídos de este pueblo, inclusive los propios hijos y demás familiares de los responsables, recordemos a pinochet, la comuna de Paris, y tantas experiencias, que enseñaron que la burguesía en su venganza siempre es en extremo implacable.