El cabalístico 13

En el imaginario popular siempre está presente esta sentencia: “Martes 13, ni te cases ni te embarques, ni de tu casa te apartes”. Es la cábala que hemos heredado desde tiempos inmemorables y que la revolución bolivariana, se ha encargado de desmontar, ahora ese resabio, le queda de regalo a la enloquecida oposición, que jamás olvidará como salió de Miraflores, aquel 13 de abril de 2002, cuando intentó asaltar ese palacio y arrebatar el poder al soberano.

Hace 8 años exactamente, un día como hoy, el corazón del pueblo venezolano sangraba copiosamente producto de las heridas que minuto a minuto le ocasionaban los lúgubres nubarrones del fascismo, que desde el día 11 oscurecían el azul cielo de la sultana del Guaraire Repano y que se extendía por toda la geografía nacional, amenazando con destruir todo lo que con esfuerzo habíamos construido en los dos años de tareas emancipadoras.

Los autores de tal felonía eran las cúpulas de las organizaciones mafiosas que controlaban los centros de producción y cadena de distribución de alimentos y otros renglones de primera necesidad, que asociados con la meritocracia apátrida y corrupta de PDVSA y las cúpulas podridas del sindicalismo venezolano, lanzaron sus dardos envenenados contra el corazón de la patria, pero ya era tarde; porque la flecha de la revolución había hecho diana en el corazón del pueblo, convirtiéndolo en escudo contra los traidores y vende patria.

Por eso, esa sangre se convirtió en combustible para activar los motores de la revolución, y desafiando la muerte que emanaba desde las cavernas del fascismo, el valiente pueblo de Caracas, salió a las calles a presionar a los cobardes traidores y agentes del imperio, para que desalojaran los espacios que a sangre y fuego por breves instantes habían arrebatado a la democracia.

Esa bujía encendida en los cerros caraqueños y en todos los sectores populares capitalinos, incendió la pradera y en cada rincón de la patria surgieron las protestas desconociendo el gobierno del sátrapa mercader, que había colocado el imperio, para manipularlo a su antojo, como quedó demostrado en la auto proclamación, donde quienes hoy piden amnistía, entendimiento y democracia, aplaudían cuando de un plomazo el cipayo del imperio borraba del mapa político venezolano a: la Asamblea Nacional, Tribunal Supremo de Justicia, Fiscalía General de la Nación, Defensoría del Pueblo, Consejo Nacional Electoral, el cuadro de Bolívar que en toda la vida republicana ha presidido el despacho presidencial, era bajado y llevado a un depósito, al tiempo que se daba la orden de buscar vivos o muertos a ministros, parlamentarios, dirigentes populares y todo ciudadano que de una u otra manera estuviese identificado con el proceso revolucionario·

La Jauría al mando de Enrique Mendoza, Leopoldo López, Henrique Capríles Radonski y los comisarios comandantes de la Policía Metropolitana, bajo las órdenes del tristemente célebre Alfredo Peña, Alcalde Mayor, se movía por toda la ciudad capital y en el resto del país lo hacían sus secuaces, para cumplir las órdenes de los amos del norte.

En Puente Llaguno y sus alrededores todavía flota en el aire el olor a sangre caliente derramada por quienes en las primeras horas de la mañana del 11 de abril de 2002, decidieron sin nadie que les dirigiera, montar una linea defensiva o cinturón de seguridad en torno al Palacio de Miraflores, para resguardarlo de lo que se anunciaba que era la utilización por parte de los criminales nazis venezolanos, de un pueblo manipulado y envenenado, con las recetas mediáticas de la CIA, para arremeter contra sus propios camaradas.

Afortunadamente el pueblo es sabio y es más inteligente y audaz, que las mentes criminales que intenta utilizarlo y la masa aparentemente amorfa que marchaba hacía el matadero que le habían preparado sus líderes, que les abandonaron cuando cayeron las primeras víctimas de los francotiradores paramilitares contratados por los golpista, reacciono y se disolvió evitando el baño de sangre, que la burguesía y la derecha militar había programado para culpar al Presidente Hugo Rafael Chávez Frías y de esa manera justificar sus asesinato que había sido ordenado por Carmona, pero con el encargo de que pareciera un accidente.

Esta experiencia está prohibido olvidarla y todos los días debemos tener presente esta gesta heroica popular, que nos salvó de la invasión y masacre por parte de los marines.

Pero esa mecha está humeante y no hay que descuidarse. A ocho años de esos aciagos días 11, 12 y 13 de abril, tenemos que ser críticos y exigir de quienes están en funciones de gobierno ponerle corazón a su tarea como lo hace el Comandante Hugo Chávez.

Demás está decir que debido a los vicios de la burocracia, de la negligencia y la falta de compromiso y conciencia revolucionaria de muchos que están al frente de instancias de gobierno, esos espacios se están convirtiendo en molinos de triturar votos.

Mientras tanto tenemos que estar vigilantes, denunciar a los arribistas y oportunistas, que los hay en todas partes y tener siempre presente, lo que ocurrió en 2002, para que jamás se vuelva a repetir y en todo caso si hubiese otro intento, con decisión y coraje reeditar el cabalístico 13.

Periodista*

CNP 2414 cd2620@gmail.com cadiz2021@yahoo.es


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Cástor Díaz*

Periodista CNP 2414

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