De las lecturas dadas a los hechos ocurridos en Abril 2002 existe una que los eruditos en muy pocas oportunidades (por no decir nunca) jamás la han mencionado de manera directa, sencilla Y es que el pueblo venezolano fue más poderoso que la élite. De nada le valió a los poderosos utilizar todo su poder económico y su poder mediático para deshacerse del Presidente Chávez y acabar con la Revolución Bolivariana. El pueblo sin dinero, sin armas y sin medios de comunicación les infringió tremenda derrota. Lo venció en tres días.
Abril 2002 constituye la primera derrota política propinada por el pueblo a los Amos de El Valle. Es el triunfo de los que menos tienen y la derrota de quienes toda la vida hicieron los que les dio la gana con las riquezas de nuestro país. Es la victoria inmaculada del tierrúo ante los ricos. Es el primer laurel de los pobres ante sus otroras explotadores. Es la libertad del esclavo ante el amo. Es la respuesta del pueblo a su líder Chávez. Es la Medalla de Oro del pueblo venezolano y el comienzo de la muerte política de los que se creyeron eternos dueños de Venezuela.
La élite comenzó por esconderle la comida al pueblo al mismo tiempo que envenenaba y manipulaba a los incautos de la oposición mediante una terrible guerra mediática. Después. Cuando el Golpe de Estado le sacó al Presidente Chávez de Miraflores, lo secuestraron y silenciaron los medios. Recordemos que mientras el pueblo estaba arrecho en la calle exigiendo que le trajeran a Chávez La Elite pasaba comiquitas en sus televisoras.
Mientras los oligarcas descorchaban champaña celebrando el Golpe de Estado el pueblo tomaba las entradas de los centros de poder, los portones de las televisoras y los alrededores de Fuerte Tiuna. Y con su voz y un par de bolas de torero gritaba por calles, callejones, callejuelas y avenidas “Queremos a Chávez”.
La Élite pensó que su billete y sus medios eran suficientes para sacar a Chávez de Miraflores y pulverizar a la Revolución Bolivariana. Se les veía en la cara la subestimación máxima dispensada al soberano. “Son unos bolsas. Los tenemos frito. Que se vayan pal carajo”. Y sucedió que los supuestos tierrúos le metimos medio palo.
Mucha filosofía y mucho análisis políticos han corrido por debajo del puente en torno a los hechos acaecidos en Abril 2002. Pero hay una verdad del tamaño de un templo y es que por primera vez en nuestro país El Pueblo fue más poderoso que La Élite.
Abril 2002 es la metástasis de la enfermedad del poder de La Élite. Es el comienzo de la muerte de lo que tiene que morir y el nacer definitivo de lo que tiene que nacer, la Revolución Bolivariana, Cristiana y Socialista.
Señores Oligarcas. ¡Vayan a lavarse ese paltó!
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