Cuando uno escribe en medios públicos como Aporrea, uno siempre corre el riesgo de que termine siendo insultado y más si se trata de un tema que levanta tanta polémica como el del boxeo...o el tratamiento amarillista de ciertos medios "de incomunicación" a las noticias de diversa índole. Después de aquel desfile inolvidable, en honor al Bicentenario del inicio de la Independencia Venezolana, pensé que Globovisión tendría que iniciar su lamentable pauta informativa con alguna mala nueva. Así era: el suicidio del boxeador Edwin "El Inca" Valero, cometido en la celda donde se le recluyó luego de asesinar a su esposa. La pauta "desinformativa" de la tarde siguió con su acostumbrada extensión desmesurada de la noticia, cuando ocurre un hecho criminal u otra calamidad pública. Horas después, VTV demostraba en su noticiero como la mayoría de los medios impresos en su edición matutina de ayer minimizaba el Bicentenario, o lo ignoraba por completo, mientras que el asesinato de la esposa de Valero, o cualquier noticia contraria al Gobierno se reseñaba con letras grandes en la portada.
No voy a ahondar en la falta de seriedad, la parcialidad, la ausencia de buena redacción, la incitación al juego de azar y la brujería, disfrazada de "holística" (¿?) y la vacuidad, en general, de la prensa venezolana, salvo excepciones. Lo que quiero es dar mi punto de vista sobre el bochornoso hecho que implicó al boxeador hasta hace poco, alabado al extremo por la prensa deportiva. No hace falta ser psicólogo para darse cuenta de que la violencia siempre engendra más violencia. Lo más seguro es que la niñez del otrora famoso pugilista estuviera marcada por la violencia familiar, la ausencia de buenos ejemplos y la presencia del tabaquismo, el alcoholismo y la drogadicción en su hogar, aún si no fuera intencionalmente. Una frase dicha por Valero en México lo revela todo. Al referirse a sus hijos, dijo textualmente: "El cariño que tal vez yo no recibí, se lo doy a ellos". ¿"Tal vez"?.
¿De donde provienen los boxeadores?: si vienes de bien abajo, tienes algunas alternativas para hacer deportes, pero las más consideradas son el béisbol o el boxeo. No quiero decir que todos "los de abajo" se dediquen a esos deportes, ni que sean malos ciudadanos. Si Valero venía de un hogar violento, pobre en dinero y en casi todo y le sumamos a ello la práctica boxística, tenemos un "coctel explosivo" cuyos resultados conocemos de sobra. Muchos hombres, otrora "gloriosos boxeadores" terminaron por diversas razones, convertidos en una sombra de lo que fueron. Unos pocos escaparon de la rutina de los golpes y las mafias boxísticas como la de "Rafito" Cedeño, como Antonio Esparragoza, un hombre quien vió a tiempo que debía seguir estudiando para librar la mejor batalla de su vida: la de la superación personal. Así, Venezuela, "perdió" a un gran boxeador...pero ganó un buen profesional universitario. Y no cometería el triste error de regresar.
A confesión de parte, dicen los abogados, relevo de pruebas. Los familiares directos de Valero, hablan de sus episodios de violencia, acentuados por el alcoholismo y la drogadicción. ¿A que viene quejarse de la lenidad de la justicia y de sus funcionarios, cuando esas personas que hoy se quejan pudieron hacer algo para evitar que Valero llegara a tales extremos?. ¿Acaso los amenazaba?. Fueron cobardes, entonces. ¿Como es eso de que si hay organizaciones defensoras de los derechos de la mujer, A NADIE se le ocurrió tomar cartas en el asunto?. ¿Es acaso por aquella vieja conseja que dice "que nadie se debe meter entre mujer y marido"?. Claro está que no queda exenta de culpa también la familia de quien fuera su pareja...¿Era una familia maltratadora o maltratada?. Si su pareja denunció a ese hombre, ¿por qué se retractó aduciendo que "se cayó por unas escaleras"?. Es el síntoma clásico de quien ha sufrido maltrato antes y no puede sobreponerse a ello. Y aún así, Valero se decia bolivariano...Háganme el favor. Y nadie habla de la orfandad en que quedaron sus hijos de 5 y 8 años. ¿Los criarán los maltratadores o los maltratados?. No se que será peor en este caso.
Entiendo que la Revolución Bolivariana, apoya los valores de la vida, la ciencia, la cultura y la paz. Pero parece que eso no lo quieren entender ni los asambleistas que no prohibieron el toreo o el coleo de toros, ni los alcaldes o gobernadores que se tildan de "bolivarianos" pero que promueven las escuelas de boxeo...para niños. Es indignante, observar que mientras por un lado se prohiben los juegos de video y los juguetes con violencia incluída, nadie parece molestarse porque se le enseñe boxeo a unos niños. ¿Que significa esta contradicción presentada bajo el disfraz del "boxeo de calle"?. Si en verdad no queremos que vuelva a aparecer un nuevo Edwin Valero, con todo lo que realmente significó y no lo que pensaban los periodistas del área deportiva, es preciso estimular a niños y adolescentes no solo a la práctica del deporte verdadero, que no necesita del maltrato a un animal o a otro ser humano, sino también sembrarles en la conciencia que el estudio también es necesario, por más que el despreciable Capitalismo Salvaje insista en mostrarnos como "grandes ejemplos para la juventud" a los basquebolistas, beisbolistas, boxeadores y futbolistas que ganan fortunas golpeando balones o personas...o que sea imitable la actitud de "hay que vivir para ser famoso", un mal que padecen los chamos que se meten en las "academias" de imitadores de cantantes de moda.
Pero, también esa educación es necesaria para que nadie más, en ninguna parte del mundo, sea el día de mañana, víctima o victimario. Y también lo es para denunciar a tiempo a quien maltrata, a quien viola. Nunca dejan de ser, por eso, más ciertas que nunca las palabras de Nuestro General de Pueblos Libres, Simón Bolívar sobre el tema: "Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción"...
¡Revolución que todo queda!.
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