Lima, 13 mayo (PL) El fuerte rechazo social al neoliberalismo se hizo escuchar hoy en la inauguración de una Cumbre Social paralela a la V reunión de gobernantes de América Latina y el Caribe y la Unión Europea (ALC-UE).
La coordinadora del encuentro, Rosa Guillén, dijo en su discurso que los debates de la Cumbre Social apuntan a plantear propuestas concretas frente al neoliberalismo, para cimentar la certeza de que otro mundo es posible.
Planteó la necesidad de dejar de lado ese sistema, ahora que el llamado Consenso de Washington, que se propuso imponerlo, fracasó en su propuesta privatizadora, de regresión de la reforma agraria, de sobreexplotación y exclusión.
Condenó el neoliberalismo por ser un régimen en el que el capital se apropia de toda forma de trabajo y elimina la atención estatal de los servicios sociales básicos, como la educación y la salud, y tiene secuelas de racismo y otros flagelos sociales, así como de destrucción del planeta.
El sistema vigente obliga a los latinoamericanos a la emigración, que conlleva explotación y exposición de las mujeres y los niños a la trata de personas.
Guillén llamó a construir una nueva sociedad generadora de igualdad, justicia y solidaridad y dijo que los pueblos tienen alternativas reales y posibles frente al neolieberalismo.
Tras destacar la importancia de tratar el tema de la soberanía alimentaria, propugnó también otra forma de integración, que cautele la soberanía.
Otro orador del acto inaugural, el senador Jorge Enrique Robledo, del Polo Democrático, principal fuerza de oposición política de Colombia, dijo que el neoliberalismo pasará a la historia como una vergüenza de la humanidad.
Esa política, instrumento de un proceso de recolonización que impone relaciones cada vez más parecidas a las de la época colonial, sólo podrá llegar hasta donde se lo permitan el valor y la resistencia de los pueblos.
Robledo dijo también que la globalización neoliberal es sólo otro nombre del papel dominante de Estados Unidos, y lamentó que Europa no asuma un rol distinto al de Washington ni establezca relaciones fraternas con América Latina.
Señaló que el comportamiento de las transnacionales europeas en la región es cada vez más parecido al de las norteamericanas.
Indicó que la Unión Europea pretende aplicar en un acuerdo con la Comunidad Andina de Naciones el mismo molde negativo de los tratados de libre comercio que impone Estados Unidos. El legislador colombiano propugnó una integración de todas las naciones, de beneficio recíproco y con respeto a la soberanía y protección del mercado de cada país.