20 de octubre 2008. - En el supuesto juicio en Miami, han salido a relucir presuntos hechos de corrupción donde estaría incurso el Banco Federal, en cuya directiva está nada menos que el dueño de Globovisión / A continuación, el interesante análisis del periodista y diputado, sobre la cobertura sesgada de Globovisión al caso del Maletín de Antonini.

Globomaletín

"De súbito, el gordo del maletín se espichó como noticia bomba en los medios de comunicación. El domingo desapareció de las pantallas y pronto dejará las primeras planas.

Mientras su ventilador mayamero salpicaba al gobierno venezolano, el obeso era un amor noticioso, pero ocurre que las aspas de sus socios apuntaron hacia banqueros y dueños de medios. ¡Ay!, Antonini cayó en desgracia y derramó la propia olla periodística en que lo montaron.

Globovisión, el canal que más ha exprimido sus triglicéridos, está de muerte. En la red de corrupción que Kauffman ha develado en Miami, saltó el nombre del Banco Federal, cuyo presidente es –mira tú- uno de los propietarios del inefable canal.

El tal Kauffman ha procurado seguir el libreto del FBI, pero a veces se le escapan cosas. Además de los bancos que nombró (Federal, Bancoro, Canarias y Banesco), dijo hacer negocios con varias gobernaciones. A éstas, el reportaje de El Nacional agrega la de Sucre. Allí manda un alto dirigente nacional de Podemos, partido relacionado con Globovisión en programa dominical y al que le gusta escarbar en el maletín. Pese a ello, el grupo ex masista nunca encontró en el koala del gordo a su propio compañero. Este cronista siempre dijo que ese Antonini es tremendo embustero, al igual que los mafiosos de sus socios, pero Globovisión y Podemos los han defendido como santos varones, casi vestales.

Por eso resulta incomprensible que el propietario del Banco Federal y accionista de Globovisión salga ahora a desmentir a su propio canal y a amenazar con demandar a Kauffman, a la sazón, socio de Antonini.

El empresario Carlos Kauffman, como respetuosamente lo llaman los medios (nunca dicen "el reo"), confesó que colocaba dinero de organismos del Estado en varios bancos y, a cambio, recibía jugosas comisiones de esas entidades (esto se llama soborno, coima, corrupción, etc.). Y allí lanzó el nombre del Federal. Esta entidad envió un comunicado más rápida que inmediatamente, donde puntualiza que "intentan dañar la trayectoria de la entidad y la de Nelson Mezerhane, presidente de la junta directiva, e involucrarlos en prácticas ilegales relacionadas con pagos indebidos a gobernaciones y entes públicos".

Como mandan los usos y costumbres cuando te acusan de algo, el banco "se-reserva-futuras-acciones-legales", etc. etc. Todas las instituciones financieras señaladas afirman que ni Kauffman ni sus socios tenían cuentas en las mismas. Pero bueno, el respetable señor K. no confesó tener cuentas allí, sino colocar dinero de organismos públicos a cambio de comisiones.

Todos los datos anteriores los tomé de El Nacional (18-10-08), pues para Globovisión digital el gordo del maletín dejó de ser noticia repentinamente. El citado diario revela que la empresa de los Kauffman hizo contratos "para la rehabilitación de carreteras" con la gobernación de Sucre, al frente de la cual está un dirigente nacional de Podemos, vaya.

Pudiera ser -¿por qué no?- que cuando Kauffman, Maiónica, Durán y Antonini hacían negocios con funcionarios chavistas, le metían de frente a la corrupción y, en cambio, cuando negociaban con el accionista de Globovisión, el Banco Federal y la gobernación de Sucre, se volvían castas palomas de la pulcritud, la decencia y la honestidad; suerte de metamorfosis kafkiana pero al revés, donde se da la conversión de los insectos en santos antes de subir a los altares de la empresa privada y la comunicación motolita".