Centenares de trabajadores acudieron ayer tres entierros, casi simultáneos, al entierro de los tres altos dirigentes sindicales de la Unión Nacional de Trabajadores, de Aragua, que fueron asesinados en la madrugada del viernes por sicarios.

Richard Gallardo, coordinador de la UNT en ese Estado, Luís Hernández, dirigente del sindicato de la Pepsi-cola, en La Villa y ex candidato a alcalde por la Unidad Socialista de Izquierda, miembros de la Corriente Clasista Unitaria Revolucionaria y Autónoma (C-CURA) y Carlos Requena (vinculado al INPSASEL), fueron acribillados por sicarios motorizados, cuando acababan de abandonar las instalaciones de la empresa ALPINA, donde hubo un previo enfrentamiento con la policía de Aragua (todavía comandada por el gobernador saliente, Didalco Bolívar), en el marco de un duro conflicto laboral, con ocupación de la empresa, propiedad de capitalistas colombianos.

Gallardo y otros aguerridos sindicalistas, de larga trayectoria, tuvieron en esta y otras ocasiones numerosas confrontaciones con la clase explotadora transnacional y del Estado Aragua, en defensa de los intereses de la clase obrera. Anteriormente habían sido objeto de amenazas por parte de miembros de mafias de la construcción.

El cadáver de Richard Gallardo fue llevado en hombros por los trabajadores desde una funeraria cercana a la Plaza Bolívar hasta las puertas de la gobernación, con música de Alí Primera. Frente a la gobernación se escucharon intervenciones muy dolidas de sus camaradas y consignas contra el sicariato y contra la impunidad. Además de la vanguardia obrera aragüeña, les acompañaron militantes de su orgainzación, la Unidad Socialista de Izquierda.

Allí tomó la palabra Orlando Chirino, coordinador nacional de la Unión Nacional de Trabajadores y José Bodas por los trabajadores petroleros de Anzoátegui, ambos dirigentes de C-CURA, como lo eran los dirigentes asesinados.

Habló Ricardo Galíndez, editor del Topo Obrero y asesor sindical de los trabajadores larenses, quien fue víctima de varios atentados de los que salió herido pero afortunadamente con vida, perpetrados por la burocracia sindical adeca del Estado Lara.

De Guayana, en nombre de los sidoristas de SUTISS, habló José Meléndez e intervino por Táchira Vilma Vivas, coordinadora de la UNT en esa región andina. Ambos son miembros de la corriente Marea Socialista y militantes del PSUV.

Hubo participación y presencia de sindicalistas clasistas y revolucionarios de Nestlé, Iberia, Produvisa y numerosas industrias manufactureras de Aragua donde se han producido constantes y duras luchas contra la patronal y contra las burocracias sindicales enquistadas en el movimiento obrero, con enfrentamiento permanente con el gobierno de Didalco Bolívar (PODEMOS) por su actitud de defensa de las empresas capitalistas y la utilización de la policía como cuerpo represor contra los trabajadores.

Se escucharon igualmente saludos solidarios y ofrecimiento de apoyo internacional activo por parte de voceros de organizaciones revolucionarias y de los trabajadores procedentes de Argentina y de Brasil.

Todas las intervenciones señalaron la necesidad de responder con acciones de movilización contundentes contra la implantación del sicariato en Venezuela, como método patronal y burocrático para combatir al movimiento obrero y sindical, ya que hay claros indicios de la inoculación de ese método utilizado como recurso habitual por los capitalistas y las autoridades colombianas. También habrá coordinación de protestas internacionales de solidaridad obrera y revolucionaria contra el sicariato y contra la impunidad.

No apareció nadie en representación de las instituciones y organismos oficiales, por lo que los trabajadores esperan que la pasividad y la indolencia no siga contribuyendo a sembrar de muerte el camino de la lucha revolucionaria por el socialismo.

Algunos comentaron que una trabajadora víctima de sicariato, herida gravemente en una pierna por un motorizado en un conflicto frente a la empresa FUNDIMECA (Carabobo), está sometida a juicio por solicitud del patrono mientras que los criminales continúan en libertad. Esta es una preocupante muestra de que las instituciones heredadas de la IV República están minadas por los enemigos de clase y actúan a su servicio.

Al Gobierno Regional entrante en Aragua (nuevo gobernador Isea) y al Gobierno Nacional, así como a la Fiscalía y otros organismos del Estado se les exigió pronunciamiento inmediato y acciones rápidas y efectivas para esclarecer y castigar este crimen, incluyendo la expropiación bajo control obrero, de empresas que recurran a estos métodos criminales.

Mientras tanto, en la zona de Cagua y de La Villa, ocurrían protestas callejeras de trabajadores y comunidades populares.