13 de febrero 2009. - Jóvenes de la oposición radical protestaron este jueves en la tarde en
la Plaza Altamira en contra de la enmienda constitucional que se votará
este domingo, y vertieron pintura roja en la fuente y la laguna
artificial de la plaza, ante la mirada impávida de la Policía de
Chacao, con el fin de hacerla parecer "llena de sangre" y supuestamente
protestar en contra de la delincuencia, uno de los problemas más
complicados en Venezuela, que el gobierno del Presidente Chávez intenta
resolver.
La laguna artificial y la fuente de la plaza lucían como si
estuvieran llenas de sangre, en un espectáculo que hace llamados a la
muerte y que recuerda otras manifestaciones de la oposición radical,
como la marcha de las antorchas o el constante uso del color negro, que
evocan al fascismo.
Mientras tanto, en el centro y oeste de Caracas predominó la
alegría y el amor en una la manifestación a favor del Sí a la Enmienda
Constitucional.
El chavismo y la oposición moderada han compartido espacios en la
Plaza Altamira durante semanas, cada uno apoyando a su opción
realizando foros, entregando panfletos y parándose con carteles en los
semáforos. No hubo problemas de importancia y el ornato de la plaza no
se vio afectado. El miércoles incluso se realizó un pequeño concierto
en la plaza, antiguo bastión de la oposición donde militares golpistas
se alzaron en septiembre de 2002, y donde ocurrieron hechos de
violencia en diciembre de 2002 y agosto de 2004.
En esta ocasión, ha sido la oposición radical la que rompió este
clima armónico, protagonizando un acto de vandalismo que seguramente no
será fácil de reparar y que fue rechazado por una parte de la propia
oposición. La plaza Altamira es un espacio de tranquilidad adonde
acuden madres con niños pequeños, parejas que quieren un momento de
romanticismo, trabajadores de los edificios cercanos que quieren
descansar de sus labores de oficina, y personas que simplemente quieren
descansar y no habrán visto con buenos ojos la acción opositora.
Los manifestantes alegan que en Venezuela mueren todos los dìas (en
promedio) 40 personas producto del hampa. Recientemente el ex alcalde
de Chacao, Leopoldo López, fue entrevistado en la cadena CNN donde
aseguró que "56 personas" mueren todos los días en Venezuela, unos por
la delincuencia y otros por supuestas "causas políticas".
En Venezuela, los enfrentamientos entre bandas son una de las
principales causas de la muerte de delincuentes en los barrios de
Caracas, muchas veces por rencillas entre ellos o por disputas para la
venta de estupefacientes. Tampoco puede menospreciarse la muerte de
personas inocentes a manos del hampa ni los secuestros.
Los medios y políticos de oposición tomaron la delincuencia como
una de sus principales consignas contra el gobierno bolivariano, y
algunos funcionarios del mismo reaccionaron dificultando la obtención
de cifras en torno al tema de la delincuencia en Venezuela, lo que ha
evitado que los medios del Estado y alternativos puedan confrontar a la
oposición en este terreno.