Caracas, febrero 4 - Amplia repercusión en los medios nacionales e internacionales tuvo la intervención del embajador venezolano ante la OEA al dejar fijada la posición del gobierno bolivariano en torno a la libertad de expresión en el país, y al cuestionar la injerencia de terceros en asuntos venezolanos refiriéndose al caso del canal RCTV Internacional.
A continuación el texto completo de la intervención del embajador Roy Chaderton matos en la OEA en torno al tema.
Washington 3 de febrero de 2010.-
INTERVENCION DEL REPRESENTANTE PERMANENTE DE LA
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA ANTE LA ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS
EMBAJADOR ROY
CHADERTON MATOS,
Febrero es mes
de carnaval. Evoco Río de Janeiro, Puerto España, Barranquilla,
Nueva Orleáns y la Ville de Québec, entre otras ciudades. Sí, hay
carnaval en Canadá, pero hay una diferencia; no porque el carnaval
del hielo de Québec ocurra bajo temperaturas extremas. La diferencia
es que cuando en otros países comienzan a ponerse las máscaras, en
Canadá comienzan a quitarse la careta los representantes de la ultraderecha.
Hablo de diplomacia
y de respeto a la libertad de expresión; oportunidad para contar la
historia de un periodista de ultraderecha que visitó recientemente
Venezuela: solicitó entrevistas con mi Canciller y otros funcionarios
oficiales que no pudieron adaptar su agenda a la propuesta por el visitante.
En realidad no le interesaba hablar con mi Gobierno sino con la oposición
para animarla y ofrecerle apoyo, entre ellos los golpistas y desestabilizadores.
Encontró dos importantes diputados del gobierno cuyas opiniones le
fueron irrelevantes.
La reciente censura
mediática a una alocución del Presidente Hugo Chávez por la televisora
golpista RCTV, es apoyada por este periodista, quien a su regreso se
aventuró a decir que en mi país se han reducido los espacios democráticos.
¿Quién es este señor? ¿Alguien con autoridad moral o un periodista
como cualquier otro que puede opinar lo que le venga en gana sin mayores
consecuencias que una polémica democrática? ¡¡NO!! Su nombre es
Peter Kent, Ministro de Estado para América Latina en la Cancillería
canadiense. Entonces, ¿quién ha visto que una persona de tan alto
rango, que no ha podido o querido acordar una agenda con su potencial
anfitrión oficial imponga su presencia en un país, abusando de su
flexibilidad democrática? ¡¡¡Qué falta de diplomacia, qué falta
de respeto!!!
Canadá ha
sido por mucho tiempo el país que mejor ha funcionado en nuestro continente;
sin embargo, hay novedades y detallitos:
Por su intromisión
denuncio la violación de las normas de no intervención por el actual
Gobierno minoritario canadiense. Esa no fue la Canadá de Lester B.
Pearson, Premio Nóbel de la Paz (a posteriori), quien universalizó
el derecho a la salud de su pueblo, ni la de John Diefenbaker, Primer
Ministro conservador sensible a la medicina socializada. Tampoco fue
la de Pierre Elliot Trudeau, gobernante que no aceptaba órdenes de
Washington, uno de los más brillantes estadistas occidentales del siglo
XX, sensibilizado por las ideas del socialismo cristiano. Tampoco la
de Jean Chrétien, líder liberal, electo varias veces por su pueblo,
quien tuvo una relación cordial y de mutuo respeto con el Presidente
Hugo Chávez. Hablo de una Canadá gobernada por una ultraderecha que
cerró el Parlamento por varios meses para sacarle el cuerpo a una investigación
sobre violación de los derechos humanos por sus soldados en Afganistán;
que censura protestas en Ontario y las críticas a las olimpiadas de
invierno en Vancouver; que ha coqueteado con los golpistas hondureños;
que está preparada para una ofensiva en favor de la dictadura mediática
en América Latina y desestabilizar a los gobiernos de izquierda por
encargo. Sin embargo, debo agradecer al Gobierno de Canadá su preocupación
por los dos estudiantes muertos e informarle que eran militantes de
izquierda asesinados por pistoleros de la oposición.
¡Oh, Canadá!
¡Cuantos crímenes se cometen en tu nombre!
En este circo
de la ultraderecha participa una lastimosa CIDH que calló ante la masacre
del “Caracazo” en Venezuela y apoyó el golpe contra el Presidente
Chávez junto con la mafia interamericana de burócratas de los derechos
humanos que se ha infiltrado en la OEA, con la complicidad de su más
alta autoridad, así como una Relatoría de la Libertad de Expresión
que cree que la iniciativa privada para difamar, censurar y desestabilizar
es una libertad que merece su protección.
Enfrentados a
la dictadura mediática, al Imperio y socios, bajo la revolución bolivariana
disfrutamos de libertad de expresión extrema y estamos desarrollando
al máximo todos los derechos humanos como los de los pueblos indígenas,
materia en la cual ofrecemos asesoramiento a Canadá para rescatar a
sus indigentes indígenas de las garras de la exclusión y la pobreza
extrema. Es facilísimo, basta tratarlos como iguales.
El Eje del Mal
del Pacífico ensaya nuevos procedimientos. Sabiendo que la ultraderecha
no puede ganarle el apoyo popular al Presidente Chávez, hará cuanto
pueda para sabotear a la democracia venezolana con la esperanza de ganar
las elecciones parlamentarias este septiembre, y, a partir de allí,
repetir la operación Tegucigalpa y después otra operación Yakarta,
como la montada en su momento por la CIA y la estrella mediática Henry
Kissinger contra la democracia chilena.
Este debate no
es anecdótico, la agenda del Partido Republicano sigue cumpliéndose
sin trabas en América Latina. Detrás del cortinaje está el poder
más violento de la historia, que viola todos los derechos humanos en
nombre de la democracia y la seguridad; tan históricamente agresivo
que si yo pidiese una señal a los Embajadores de países desmembrados,
invadidos por los marines o cuyos gobiernos democráticos hayan sido
derrocados por la intervención estadounidense, un bosque de brazos
se levantaría y, por supuesto, de inmediato saltaría presuroso el
Secretario General para viajar a todos los países atropellados por
el poder imperial, para tender puentes de paja y de paso recoger algunos
voticos para su reelección.
La ley es la ley;
por eso protestamos ante los gobiernos de Estados Unidos y Canadá por
incitar a la desobediencia a RCTV. Mediocre, racista, violenta y vulgar
acostumbrada a transmitir programación de adultos en horarios infantiles,
durante el golpe contra el Presidente Chávez en 2002 transmitió programación
infantil (El Libro de la Selva, Tom y Jerry, etc.) en horario de adultos,
para ocultar la rebelión popular contra el golpe. Cinco años después
no se le renovó la concesión propiedad del Estado y pasó a transmitir
por cable. Hoy con noventa por ciento de programación venezolana se
disfraza de televisora internacional para no clasificar su programación,
tocar el Himno Nacional o transmitir los mensajes oficiales reglamentarios.
Otras emisoras suspendidas volvieron al aire al cumplir con la ley.
A TV Chile le bastó registrarse y comprobar que no es venezolana; igual
pasó con las emisoras vinculadas a Televisa.
RCTV es una televisora
de tradición criminal mediática. Desde 1984 liderizó el silenciamiento
en los medios privados del ex Presidente Luís Herrera Campíns castigado
por prohibir la publicidad de licores y cigarrillos en los medios y
por imponer en la radio una pieza musical venezolana por cada una importada.
Esa sanción duró hasta el día de su muerte en 2007. Como dato curioso
la televisora de oposición radical, Globovisión, transmite libremente
porque acepta la normativa. RCTV se siente la niña mimada de la escoria
mediática internacional y no acata la ley.
Puede entonces
contar el Eje del Mal del Pacífico con el apoyo de RCTV, El Nazional
y Globovisión en Venezuela, con el de Fox News, Glen Beck, Rush Limbaugh,
Pat Robertson, el Miami Herald, CNN en español, el Grupo de Diarios
América, “El Tiempo” de la familia Santos, “El Universal” de
la familia Ealy, El País de Madrid, la Asociación Interamericana de
Radiodifusión, la Sociedad Interamericana de Prensa, los representantes
del terrorismo mediático, el Comando Sur y la IV Flota en este aquelarre
de las tinieblas interamericanas.
Señor Presidente
A comienzos del
bicentenario de nuestra primera independencia y rumbo a nuestra segunda
independencia no podrán detener nuestra avanzada Bolivariana por la
justicia social, la democracia y la paz.
Gracias señor Presidente.