09 de marzo 2010.-El gobierno de Brasil anunció sanciones comerciales contra una gran variedad de productos estadounidenses luego de que ese país no eliminase subsidios algodoneros ilegales a sus granjeros.
El incremento de aranceles afectará una amplia gama de productos que van desde autos hasta relojes, fruta fresca, goma de mascar y anteojos de sol.
La Organización Mundial del Comercio (OMC) autorizó a Brasil a fijar millones de dólares en multas anuales debido a años de subsidios anticompetitivos pagados a los cultivadores estadounidenses de algodón.
La medida no entrará en efecto antes de 30 días y ambas partes dicen que todavía hay una oportunidad de resolver la disputa mediante negociaciones.
MAXIMO IMPACTO
Aparentemente el gobierno brasileño ha escogido deliberadamente una amplia gama de productos para tener máximo impacto.
La lista de bienes que serán afectados incluye a los autos, en donde el arancel aumentará de 35% a 50%, mientras que el impuesto sobre la leche en polvo se incrementará en 20%.
Tal vez no sea sorprendente que el algodón y los productos de algodón serán castigados con un arancel de importación de 100%, el mayor en la lista.
Brasil describe a los subsidios agrícolas estadounidenses como "arcaicos", un punto de vista apoyado por cultivadores de algodón en África occidental, quienes sostienen que su comercio en mercados internacionales ha sido fuertemente afectado.
Washington, entre tanto, ha expresado su decepción con la decisión y aumentará sus esfuerzos por llegar a un acuerdo negociado.
LEGISLACION AGRICOLA
Esta disputa comercial se ha extendido por varios años y es uno de los pocos casos en los que la OMC ha permitido a la parte ofendida responder de esta manera.
Las autoridades en Brasil dicen que lamentan tener que tomar este paso, pero después de ocho años de litigios que no produjeron resultados, aseguran que tenían derecho a emplear las sanciones comerciales.
Críticos aseguran que Estados Unidos ha entregado a sus cultivadores de algodón una ventaja injusta al pagarles miles de millones de dólares al año.
No obstante, algunos analistas dicen que cambios sustanciales a esos subsidios requerirían modificar la legislación agrícola, una tarea compleja para el congreso estadounidense en el marco de las actuales dificultades económicas y políticas.