09 de julio 2010.-"¡Que Dios perdone al Cardenal. Yo no me ocuparé de él. Que se ocupe la historia y el juicio del pueblo venezolano, que viene creciendo en conciencia"".
De esta manera, el jefe de Estado Hugo Chávez Frías se pronunció en torno a la más reciente arremetida sobre su persona que realizó el así llamado máximo representante de la iglesia católica venezolana, desde Roma, Italia.
Indicó que el Cardenal Urosa Sabino debería demostrar ante un tribunal sus acusaciones, es decir, de que efectivamente el presidente de la República está violando la Constitución Bolivariana de Venezuela.
"El Cardenal cuando dice en Roma eso, está irrespetando al Estado todo y al pueblo todo. Está haciendo una acusación infundada y temeraria", sentenció desde el Patio de Honor de la Academia Militar de Venezuela, donde este jueves presidió la ceremonia de graduación de nuevos Tenientes y Alféreces de Navío, y pase a retiro de oficiales por tiempo cumplido, de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
Indicó que la posición que asume el Cardenal Urosa es parecida a la de los golpistas de la oposición venezolana, que alegan que hay que derrocar al presidente porque supuesta y simplemente es un "dictador".
Argumentó que el Cardenal saca sus armas trogloditas al tratar de meter miedo a los venezolanos con un discurso anticomunista. "Un troglodita es alguien que vive en las cavernas, en el pasado", explicó.
En este sentido, afirmó que Urosa representa la más rancia extrema derecha, que ante cualquier cambio a favor de los pueblos, sacan la excusa del marxismo y el leninismo.
"El Cardenal está irrespetando a todo un país. ¿Él qué quiere, presentarse como víctima ahora? (...) ¿De qué lugar oscuro de su alma saca tanta capacidad para mentir?", se preguntó, dejando en al aire las respuestas, frente a las filas de oficiales venezolanos que escuchaban atentos.
El dignatario venezolano recordó que el Cardenal Urosa nunca se pronunció sobre el Golpe de Estado de 2002, excepto cuando el Poder Judicial condenó a los policías que masacraron al pueblo para salir a defenderlos, diciendo que estaban cumpliendo con su deber.
"Para el Cardenal venezolano, ¡qué cosa tan indigna!, matar gente inocente utilizando armas de guerra, es cumplir con la obligación de los policías", enfatizó.
