¡Qué no calle el cantor!

21 de agosto de 2011.-La historia de los pueblos en América Latina ha estado ligada a la lucha en contra de la injusticia. Las condiciones objetivas de nuestros pueblos nos confrontan con una situación de extrema pobreza y gran desigualdad de clases en todos nuestros países, donde una burguesía nacional aliada a los intereses de las fuerzas imperialistas han impuesto a trocha y mocha su voluntad; cada país con sus respectivas particularidades. Los modelos de cambio han sido variados, desde la toma del poder por una vanguardia aguerrida y combativa, con gran respaldo popular, como ocurrió en Cuba hasta un proceso electoral cuyos resultados finalmente no fueron respetados como sucedió en Chile con el golpe de estado perpetrado en contra del presidente Salvador Allende.

El proceso venezolano ha apostado al cambio revolucionario pacífico, respetando la institucionalidad y orientando las acciones del gobierno hacia una transición al Socialismo. El camino para llegar al socialismo ha sido duro y en muchas ocasiones, dadas las condiciones internas y la situación internacional que nos ha tocado vivir, lleno de grandes y complejas contradicciones.

Dentro de estas contradicciones, están las extrañas circunstancias en que fue detenido el cantautor colombiano Julián Conrado, quien lleva más de 66 días privado de su libertad. Según varios voceros representantes de los derechos humanos la detención se llevó a cabo el 31 de mayo en una casa del llano barinés, junto a su esposa, quien fue maltratada y abandonada a su suerte en una quebrada de una zona rural del estado Barinas. Se presume que junto a las fuerzas de inteligencia venezolana, también actuó inteligencia colombiana, por el modo de hablar y la saña con que Conrado, dice haber sido tratado. Conrado es vendado y llevado en una camioneta sin placas hasta Guanare y de allí a La Carlota. Los métodos de un gobierno revolucionario deben necesariamente diferenciarse de los métodos del pasado, tiene que haber una diferencia.

Julián Conrado es más que un cantante, un poeta, que simboliza la larga y extenuante lucha en contra de una enquistada oligarquía que se devora a campesinos, dirigentes, activistas, trabajadores, jóvenes y niños que llevan en su frente la dignidad del pueblo colombiano. Julián lleva en su ser el sufrimiento de su pueblo, por el cual ha entregado parte de su vida a través del canto irreverente y protestatario que alude al poder que ha desaparecido a varias generaciones de colombianos.

El cantautor vino a Venezuela a sembrar y a buscar bases de paz y ayuda médica. Hasta el momento, no ha sido presentada ante la justicia una orden de extradición y a través de un libro de Simón Bolívar que se le hizo llegar, Julián ha hecho oficial una solicitud de asilo, desde su sitio de reclusión en la DIM de Boleíta.

El gobierno venezolano ha evitado dar datelles en torno al caso de Conrado, aunque el ministro de Interior, Tareck El Aissami informó recientemente que se continúa tramitando su extradición a Colombia, mientras investigan el estado de salud del cantor. Hace 4 meses, fue deportado a Colombia, el ciudadano de nacionalidad sueca, Joaquin Pérez Becerra, a sólo pocas horas de arribar al país en un vuelo procedente de Alemania. Becerra es acusado por el gobierno colombiano, de ser terrorista. Sectores de la izquierda nacional e internacional, han hecho reiterados llamados al gobierno del Presidente Hugo Chávez, para que se libere a JC y no sea deportado a Colombia. JC lleva 66 días detenido en Venezuela, y según lo dicho por el gobierno venezolano se presume que sería deportado o extraditado, al igual que sucedió con JPB. Dependerá de cómo se desarrollen los acontecimientos y de los resultados de las acciones de solidaridad que han emprendido algunos movimientos y organizaciones.

FUNDALATIN y la Coordinadora Que no calle El Cantor, se han unido para asumir la defensa de los derechos humanos y la búsqueda de la liberación de Julián.

Sus amigos se reunieron en la plaza Bolívar de Caracas a cantarle su cumpleaños número 57, frente al padre de la patria, tal como el lo había requerido. La Chiche Manaure, Tamanaco de la Torre y la hermana Eugenia Russián, nos ofrecieron sus declaraciones acerca de este caso.



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