"EE. UU. está
ahora en bancarrota: financiera, económica, política y moralmente. Su
agresión criminal hacia Irán es sólo una de muchas partes de un
rompecabezas que se suman a una imagen clara y grotesca de lo que ahora
representa Estados Unidos en el mundo del siglo 21", escribió Finian
Cunningham en un artículo publicado en Global Research.
Deshauciado
en la deuda, la pobreza masiva a niveles récord, el militarismo, y las
restricciones draconianas a las libertades civiles son los signos de que
EE. UU. está en bancarrota, según Cunningham.
El
analista dice que la declaración de "todas las opciones sobre la mesa"
por parte de la Casa Blanca para Irán se presenta a pesar del
conocimiento de oficiales estadounidenses de que Irán no busca poseer
armas nucleares.
"Los Estados Unidos está
empujando al mundo hacia un posible escenario de Tercera Guerra Mundial
sobre la base de una afirmación totalmente falsa de que incluso sus
propios altos mandos no creen", escribió.
Cunningham
afirmó que las agencias de inteligencia estadounidenses en al menos dos
Estimados de Inteligencia Nacional de EE. UU. en 2007 y 2010 informaron
que Irán no está intentando desarrollar un arma nuclear.
El
analista también se refirió a los recientes comentarios del General
Martin Dempsey, Jefe del Estado Mayor Conjunto, que confirmó que los
planes de guerra en contra de Irán siguen adelante.
"Mi
responsabilidad es fomentar el grado adecuado de planificación,
entender los riesgos asociados con cualquier clase de opción militar, en
algunos casos en la posición de activos, para proporcionar las opciones
en el momento oportuno. Y todas esas actividades están ocurriendo",
dijo Dempsey.
Las amenazas de guerra se
presentan luego de cuatro rondas de sanciones respaldadas por EE. UU. e
impuestas por la ONU, y sanciones unilaterales de ciertos aliados de EE.
UU. fracasaron en detener el programa nuclear pacífico de Irán.
Las
medidas anti-Irán provocadas por EE. UU. e Israel tienen el objetivo de
negar el derecho que tiene Irán de poseer una tecnología nuclear
pacífica.
Traducción por Ivana Cardinale para Patria Grande