18/10/12.-"A mí me llamaban radical por decir que el CNE es un ministerio a favor de (presidente Hugo) Chávez. El fraude en las elecciones presidenciales fue en cámara lenta, legal e institucional".
Sin presentar pruebas del supuesto daño a la elección soberana, así se despachó el excandidato presidencial Diego Arria: "hemos ido al matadero cantando".
Otra radical de la derecha que no aceptó la derrota fue la diputada María Corina Machado, quien incluso se reunió con el expresidente de los Estados Unidos, el republicano George W. Bush; y más recientemente apoyó la campaña de algunos medios españoles de ultraderecha, que buscaban desprestigiar los poderes públicos venezolanos, antes de las presidenciales.
Arria especuló que "ningún representante de la MUD ha entrado a la sala de totalización del CNE, firman una constancia de fe pero no se sabe lo que ha pasado". A pesar que técnicos y asesores de la oposición revisaron todo el sistema electoral, buscando resquicios de fraude, y no encontraron pruebas de ello.
"Si nosotros pensamos que la única defensa es electoral, no tenemos futuro, están las protestas, las movilizaciones y la política", llamando así al desconocimiento de los resultados de las elecciones, que el abanderado de la MUD aceptó inmediatamente después de producirse el pronunciamiento del CNE.
Y, paradójicamente, aunque primero reconoció los resultados de los comicios presidenciales, el propio excandidato derrotado, Henrique Capriles, se desdijo este miércoles en la tarde y habló de "trampas en el proceso", entrevistado en un canal privado opositor, de "triquiñuelas con las que tendrá que lidiar".