12/12/12.-El primer ministro portugués, el conservador Pedro Passos Coelho, confirmó este miércoles que Portugal va a reducir la indemnización legal por despido de los 20 días que rigen actualmente a 12.
El dirigente portugués especificó que el Gobierno se comprometió con la troika a hacerlo así en la última visita que hace unas semanas llevaron a cabo en Lisboa los representantes de las tres instituciones (UE, BCE y FMI) que prestaron a Portugal en abril de 2011 los 78.000 millones del rescate económico del país.
Passos Coelho especificó que las posibilidades pasaban solo por reducir la indemnización en ocho o en doce días y que, al final, el Gobierno se había decidido por la opción que, a su juicio, creará “la menor polémica”.
El Gobierno portugués asegura que los doce días elegidos responden a la media establecida en Europa, dato que fue inmediatamente puesto en cuestión por las dos principales centrales sindicales portuguesas.
Con todo, tanto la CGTP como la UGT han calificado la medida como, simplemente, “inaceptable”. Algunas organizaciones empresariales, por su parte, consideran que la rebaja en el despido constituye una “ayuda” a determinadas empresas pero que el verdadero problema con el que se enfrentan es el del pobre y decreciente poder adquisitivo de los portugueses en una economía que se arrastra con un consumo anémico.
El Ejecutivo portugués asegura que los doce días elegidos responden a la media establecida en Europa
Esta reducción de la indemnización del despido, que entrará en vigor en una fecha aún no concretada de 2013 y que dependerá de los trámites parlamentarios, llega en un momento crucial y particularmente doloroso en Portugal.
El paro escala ya hasta el 16% y seguirá subiendo a lo largo del año que viene, según las previsiones del Gobierno.
Además, el año que viene el presupuesto será el más restrictivo y polémico de la reciente historia portuguesa, con una brutal subida de impuestos encaminada a enjugar el déficit que afectará sobre todo a la ya sufridora clase media lusa.
A este gran incremento de impuestos –que se traducirá, por regla general, en la pérdida de un salario para cada trabajador- se le sumarán recortes en salud y en educación que irán concretándose a lo largo del año que viene.