Caracas, febrero 20 - Como Antonio Peralta, estudiante de administración en el núcleo Trujillo de la Universidad de Los Andes (ULA), fue identificado el hombre que trató de arrebatarle su marcapaso a un anciano que cuestionó el hostigamiento a que grupos de extrema derecha sometieron durante cuatro días a la embajada de Cuba en Caracas.
El incidente ocurrió el lunes al mediodía y fue registrado por el equipo del canal internacional de noticias Hispantv mientras le daba cobertura a una protesta protagonizada por estudiantes de diversas universidades nacionales en los alrededores de la sede diplomática cubana, quienes se oponen a la colaboración que en materia de salud y educación recibe Venezuela de la nación caribeña.
El video fue colgado en internet por el corresponsal Marcos Salgado y su difusión ocurrió en forma vírica a través de las redes sociales como Twitter y Facebook desde las 10 de mañana. Las imágenes causaron gran indignación entre los usuarios de la web quienes criticaron en forma contundente la actuación de los activistas anticubanos.
La profusa difusión de la grabación de los hechos permitió a los internautas identificar al hombre que realizó la agresión más contundente y que consistió en un intento de arrebatarle al anciano una pequeña caja que portaba en la cintura y que resultó ser un accesorio de un marcapasos que regula su ritmo cardíaco.
Karibay Terán, estudiante de educación en la sede Trujillo de la ULA, confirmó que el agresor es Antonio Peralta, tal como indicaban múltiples usuarios de Twitter. Con la colaboración de varios compañeros de estudios que militan en la Juventud del PSUV (principal partido del chavismo) precisó que Peralta es militante del partido Acción Democrática (de centroderecha). En la universidad es miembro activo del movimiento "La 20", que es una especie de plataforma de los distintos grupos de oposición, incluyendo aquellos más identificados con posiciones de derecha.
Ese movimiento gremial ocupa los cargos de representación estudiantil en el cogobierno universitario y hace uso de espacios y recursos de la casa de estudios.
Karibay destacó que habitualmente realizan protestas callejeras para reclamar que se les pague a tiempo a los transportistas un subsidio por el transporte de estudiantes, cosa que les parece sospechoso a los estudiantes de la JPSUV, ya aparece defendiendo intereses de los empresarios del transporte.
Además en esas protestas acostumbran retener vehículos de carga y se apropian de los productos que llevan para luego venderlos irregularmente. Para eso aprovechan locales de la universidad amparados en la autonomía universitaria.
El agresor Antonio Peralta, según el relato y la investigación realizada por la JPSUV, es vendedor de productos cosméticos, juega basketball y utiliza una moto de cuatro ruedas para movilizarse en el campus universitario. Pese a su reconocido activismo político no ocupa ningún cargo de representación estudiantil.
