3 de junio de 2013.- El gobierno de Rusia se pronunció este domingo y rechazó la Resolución del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) donde se critica la ofensiva de las fuerzas armadas de Siria en la ciudad de Al Qusair, ubicada al sur de la provincia central de Homs, en Siria.
Para Rusia, el silencio que guardó la ONU ante la situación de amenaza a los habitantes de Al Qusair cuando ésta estuvo bajo control de grupos terroristas y señaló que el no manifestarse anteriormente lo priva de hacerlo ahora.
El canciller ruso, Sergei Lavrov, consideró además que la declaración del Consejo de Seguridad es un intento de complicar la convocatoria de la conferencia sobre Siria impulsada por su país y Estados Unidos.
De acuerdo con una reseña de Telesur en su página web, la resolución de la ONU ante esta situación en Siria indicaba una "profunda preocupación" por los civiles atrapados en la ciudad, que se convirtió en el escenario de violentos enfrentamientos entre el ejército sirio y la oposición armada de ese país.
El documento también instaba al Gobierno de Siria a "permitir el acceso inmediato, completo y sin obstáculos" de organizaciones humanitarias.
De la misma manera, reseñó Telesur, la ONU solicitaba a todas las partes a "hacer todo lo posible para evitar víctimas civiles", y exhortaba concretamente a Damasco a "ejercer su responsabilidad de proteger a los civiles".
Al Qusair, ubicada en la frontera con Líbano, se considera una zona estratégica, dado que los grupos terroristas lo utilizaban como un puente para recibir armas procedentes de los países como Arabia Saudí.
El embajador de Siria, Faysal Khabbaz al Hamoui, acusó a Qatar y Turquía de entrenar a mercenarios extremistas para luchar del lado de terroristas que buscan derrocar el gobierno de al-Assad.
El conflicto en Siria, que comenzó a mediados de marzo de 2011, se ha agravado debido a los reiterados ataques terroristas que se registran en esa nación árabe.
Diversos países occidentales y algunos Gobiernos regionales, entre los que se encuentran Arabia Saudita, Qatar y Turquía, apoyan a los opositores armados que se esfuerzan por derrocar el Gobierno de Bashar Al Assad.
El Gobierno sirio ha reiterado ser víctima de un plan foráneo de desestabilización.
En dos años el conflicto ha dejado más de 70 mil muertos en Siria, según cifras de Naciones Unidas.