Brasilia, noviembre 5 - La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, envió hoy al Congreso un proyecto de ley con el que se pretende reservar el 20 % de las plazas de funcionarios del Gobierno a la población negra.
Rousseff hizo el anuncio en un discurso en el acto de apertura de la III Conferencia Nacional de Promoción de la Igualdad Racial, donde defendió que este proyecto sirva de "ejemplo" para otros organismos públicos, los poderes legislativo y judicial, empresas y organizaciones privadas.
El proyecto fue remitido al Congreso con carácter de urgencia, lo que obliga a votarlo en un plazo de 45 días en cada una de las cámaras.
En su discurso, la mandataria hizo un alegato en favor de la aplicación de "acciones afirmativas" para acabar con la discriminación "racial y social" que calificó como una "llaga" para Brasil.
"No debemos ignorar que el color de la piel fue y aún es motivo de prejuicio, de discriminación contra millones de brasileños, contra más de la mitad de la población brasileña, que hoy se reconoce como afrodescendiente", dijo Rousseff.
En Brasil se reserva por ley una cuota para negros en las universidades públicas y el Congreso está analizando un proyecto para reservar escaños para ciudadanos de esa raza.
El 51 % de la población brasileña se declara negra o mulata, según datos del censo de 2010, y por lo general, ese grupo étnico corresponde al estrato más pobre.
Rousseff afirmó que el 77 % de los brasileños que salieron de la pobreza gracias a un subsidio ofrecido en un plan del Gobierno son negros.
"Vivimos un largo periodo esclavocrata, que no acabó con el fin de la esclavitud. El racismo se volvió una forma de jerarquización de la sociedad y construye de hecho esa jerarquización. Es social y coloca las poblaciones indígenas y negra en la base de la pirámide, en el menor peldaño de la pirámide", manifestó Rousseff.
La jefa de Estado también anunció la creación de una dependencia del Ministerio de Salud dedicada en exclusiva a la población negra.
Además, Rousseff anunció que las comunidades rurales negras, conocidas como "quilombolas", y los indios tendrán prioridad en el programa de contratación de médicos en el extranjero, que acaba de ponerse en marcha dentro de un plan para mejorar la salud pública en zonas remotas y pobres.
