El desarrollo de la propuesta del Arco Minero del Orinoco, al sur del estado Bolívar, ha generado mucha preocupación en ambientalistas, investigadores y defensores de la naturaleza, para quienes la institucionalidad ambiental queda desmembrada con los cambios que se le dio al antiguamente conocido como Ministerio del Ambiente, ahora llamado Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo y Agua, ya que perdió funcionalidad, presupuesto, operatividad, capacidad de supervisión en el terreno y pareciera ejercer más una labor política que ambiental, así lo señaló el profesor Rafael Lozada, investigador y experto en minería.
Explicó el profesor Lozada, que la minería puede ser una actividad muy impactante para el ambiente por los procesos que están implicados, que producen destrucción de la vegetación, del suelo, del agua, máxime si el proceso es con cianuro, ya que éste se puede desbordar, contaminar ríos y matar toda la fauna. Dijo Lozada que en Venezuela, desde hace más de 150 años, se viene haciendo minería, pero era una minería muy controlada, con una supervisión muy estricta y se cumplía con las normas ambientales del país.
Contaminación
El riesgo -dice el profesor Lozada- es que el ahora Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo y Agua no sea lo suficientemente fuerte para exigir el cumplimiento de las medidas de control ambiental y los respectivos estudios en el área, ya que una contaminación por cianuro puede afectar a trabajadores, comunidades cercanas y acabar con el ecosistema de los ríos donde se utilice. Agregó que también, si se sigue ejecutando -como hasta ahora han venido haciendo- la minería con mercurio, quienes se están contaminado son los propios mineros y todas las comunidades cercanas, así como los ríos, porque se liberan sedimentos que son arrastrados aguas abajo y será inevitable la destrucción de sus ecosistemas, lo cual llevará a que todos los venezolanos pierdan.
Es complejo buscar una solución al problema de la minería, porque hay asuntos sociales y de seguridad personal en el área, pues están actuando unas mafias, llamadas sindicatos, que tienen un control, con armamento, en las zonas mineras, lo que crea un problema de seguridad de Estado debido a la presencia de grupos irregulares que están allá metidos e incluso se habla de grupos venidos de Colombia. Igualmente hay problemas antropológicos y sociales, pues hay comunidades indígenas involucradas o bien porque son afectadas o bien porque ellos mismos son mineros, asimismo hay problemas técnicos y de ingeniería porque, desde el punto técnico, deberían resolverse algunos aspectos y lo que parece es que hay una ausencia de liderazgo, porque las instituciones encargadas de liderar, como el Ministerio del Ambiente y el Ministerio de Energía y Minas, fueron minimizadas, ya que allá se han formado entes como la Misión Piar que le quitó la potestad a esos ministerios y anarquizó mucho más la minería.