Domingo, 04 de marzo de 2018.-La denuncia es grave, gravísima, la situación sanitaria descrita por la joven periodista de la revista SIC del Centro Gumilla, Minerva Vitti, durante la presentación del Boletín No 1, Desarmando al Arco Minero, describe una situación crítica al sur del Orinoco, con especial énfasis en la población indígena, se requiere de una acción inmediata, masiva y coordinada para enfrentar a la malaria que se está extendiendo, de acuerdo a la información proporcionada de manera veloz y agresiva.
Se requiere de un diagnostico epidemiológico de la zona para determinar la gravedad de la situación y diseñar un plan de ataque, habilitando los recursos que se requieran para controlar y detener esta enfermedad.
Hay que formar equipos interdisciplinarios de inmediato, poner en funcionamiento la amalgama cívico-militar que permita movilizar las fuerzas del Estado y de los particulares de forma coordinada, hay que reunirse y encarar el problema urgentemente y si la situación descrita no es cierta debe emitirse un comunicado explicativo clarificando a la opinión pública nacional la situación real en esa zona.
Las autoridades nacionales sanitarias tienen la palabra.
En está segunda parte de su intervención Minerva Vitti se refirió al tema de los Pueblos Indígenas y el Extractivismo, relacionándolo con el tema del Arco Minero.
La forma de explotación que prevalece en el Arco Minero es la minería ilegal, organizada con las brigadas socialistas mineras y al final lo que está entrando en el Banco Central es oro proveniente de estas minerías.
En Venezuela hay amenazas al modo de vida (de los pueblos indígenas) por la minería ilegal, la militarización, por la presencia de grupos irregulares armados, ahora, con la creación de la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco, nuevos actores entran en juego.
Dentro de los linderos que constituyen el Arco Minero del Orinoco (AMO) vive el 7,51% de la población indígena, señaló Vitti.
Durante años se ha documentado los efectos causados por la minería ilegal en estos territorios, pero quizá la consecuencia mas grave es la profundización de la transculturización, evidenciada en la alteración de la organización social y la relación con la naturaleza de los pueblos indígenas que habitan los territorios.
El problema minero no es solo ambiental sino también social.
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